Querida Ale...

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Ale

Mis manos tiemblan, tenía tanto tiempo encerrada en 4 paredes que la luz del sol me provoca pánico y el roce del aire en mi piel hace que esta misma se erice

-La noticia se ha esparcido como pan caliente, así que te suplicó que guardes la calma con los medios de comunicación, ya que estarán encima de ti y de los niños- dice Marc manteniendo la mirada fija en la carretera

-Comprendo- digo acariciando el cabello de mis dos pequeños las cuales ya se encuentran dormidos sobre mis piernas

-Es impresionante lo parecido que tiene ambos niños a...- cierra la boca abruptamente y de repente el silencio es algo incomodo

-Sí, creo que no puedo negar que son sus hijos- respondo con algo de tristeza

-Y ése vínculo jamás se romperá... jamás- dice mirándome a través del retrovisor

Su mirada es dolida, puedo notar incluso un poco de frustración en sus ojos

-Por ahora en lo que menos quiero pensar es en Harry. ¿Mis padres están aquí?- digo con cierta emoción

-Por supuesto, ellos y tus amigos han estado día y noche al pendiente de ti- dice sonriendo

Una enorme sonrisa se dibuja en mi rostro, por fin podré ver a mis amigos y a mi familia, eso es simplemente espectacular.

Veo que un mar de gente se encuentra afuera del hotel en el que por primera vez llegamos a la ciudad de México. Periodistas, televisoras y personas desconocidas conforman esta gran multitud; mientras la patrulla pasa para entrar al estacionamiento la gente se pega a esta misma y estampando su cara contra los vidrios de las ventanas gritan cosas y tratan de tomar fotografías.

Marc, inmediatamente coloca una chamarra encima de mí y de mis hijos para evitar que logren obtener imágenes que puedan ser publicadas posteriormente.

Algunos cuerpos policiacos se acercan en auxilio de Marc, estos empiezan a quitar a la gente que muy tercamente sigue pegada de la camioneta. Ya que han retirado absolutamente a todos, Marc abre la puerta y quitando la chamarra toca mi hombro para que salga de la camioneta

-Les dará mucho gusto verte de nuevo- me dice con una gran sonrisa

-Eso espero- respondo con algo de miedo, pues ha pasado más de un año de mi última desaparición y creo que las cosas pudieron haber cambiado

Marc toma en brazos a Edward y lo saca del vehículo, yo sigo su ejemplo y salgo de este mismo sacando a Alexa en brazos.

Caminamos hasta llegar al elevador, este se abre frente a nosotros y Marc es el primero en entrar, le sigo algo temblorosa y él selecciona el piso 9, aprieta el botón rojo y las puertas del elevador se cierran lentamente, vemos una mano aparecer antes de que las puerta se cierren por completo.

-Lo siento- dice un hombre de complexión delgada y de voz gruesa. Viene vestido con un pantalón recto de color azul marino y una camiseta con el logotipo del hotel, trae puesta una gorra que cubre su cabello y parte de su frete y ojos.

-Descuida, amigo- dice Marc el cual va muy entretenido jugando con el pelo de Edward

El hombre se coloca a un costado de mí y su presencia me pone muy nerviosa. Tal vez esté loca pero puedo detectar el mismo aroma de Harry

Muy discretamente volteo a verlo y veo que juega con las manitas de Alexa, la cual aún viene dormida. Él mantiene su mirada gacha, la gorra tapa gran parte de su cara.

Me mantengo en el mismo lugar pues creo que de verdad estoy volviéndome paranoica y creo ver a Harry en todos lados.

El elevador se abre en el piso 9, Marc sale antes que yo y al momento de salir escucho en una voz muy baja "Te amo" abruptamente detengo mis pasos por fuera del elevador y doy media vuelta para ver al dueño de esa voz

Mi Triste Realidad- Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora