Hijo, mi querido hijo

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Ale:

Su pecho sube y baja tranquilamente, su piel es suave y muy blanca, el bello de su pecho hace que una ligera comezón se forme en la parte de mi espalda debido al constante frote de estos dos. Sus largos y finos dedos se aferran a mi cintura con delicadeza, su tacto me provoca un poco de escalofrío en la parte de mi columna.

Sinceramente jamás había imaginado que esto volviera a ocurrir, jamás imagine que estaría de nuevo en manos de Harry Styles, jamás imaginé que estaría de nuevo entre sabanas con él, jamás imaginé que él se volviera a cruzar en mi pacifica vida.

Tenía 17, ¡17 malditos años sin aparecer! Y de la nada regresa haciendo un desastre como es su costumbre.

Mi entre pierna duele a cada movimiento que realizo, me siento como la primera vez que él abuso de mí, exactamente igual. Mis pechos arden y duelen, pues estuvieron sometidos a mucha presión por parte de sus manos y también fueron acreedoras de varias mordidas debido a que "no me quedaba quieta"; Harry realmente es un imbécil

Empiezo a sentir tiernos círculos en la parte de mi pierna derecha y puedo deducir que se ha desertado, claro, él que pudo dormir.

-Todo sería más fácil si te dejas querer- dice por encima de mi cabeza

El muy imbécil se atreve a decir que esto es cariño.

No digo nada, mantengo el silencio

Sus dedos ascienden lentamente deslizándose desde mi muslo derecho hasta llegar a mi rostro y posarse en mi mejilla. Acaricia con dedicación y delicadeza esta área, sus caricias son profundas, es como si hubiera deseado hacer eso durante mucho tiempo

-No me toques- digo con voz rasposa y quebrada. Trato de juntar todas mis fuerzas para por lo menos defenderme verbalmente

-Cariño, buen día- escucho que dice que una "tierna risa"

-Ya suéltame- le digo tratando de zafarme de su agarre

Él, tomando con más fuerza mi cintura, me obliga a voltearme para quedar frente a frente.

Sus ojos color esmeralda me miran con un brillo espectacular, el verde de su iris es más claro de lo que recordaba, y sus largas pestañas castañas y risadas se cierran lentamente dejándome ver un ligero color carmín en la parte de sus parpados.

Aspirando con fuerza el olor de mi cabello se dibuja una sonrisa en sus labios y abriendo sus ojos me mira con anhelo.

-No sabes cuánto extrañaba mañanas así- la sonrisa no desaparece de sus labios

-¿Por qué volviste a estas alturas de mi vida?- le digo con mis ojos húmedos

-Cariño, no llores, por favor- me dice retirando algunas lágrimas que se empezaban a deslizar por mis mejillas

-¡No me toques!- digo tratando de alejarme de él, cosa que no consigo

Él sostiene mis muñecas por encima de mi cabeza y se monta encima de mí, cabe destacar que aún me encuentro desnuda debajo de las sabanas

-La respuesta es fácil- Me responde con semblante serio- Eres MI esposa y la madre de MIS hijos; no podía simplemente dejarlos ir así de fácil- su quijada es cerrada con fuerza

-¡17 años después! ¡¿De verdad?!- digo con coraje y frustración

-No sabes el infierno en el que tuve que vivir durante todo ese tiempo- Me dice haciendo una mueca

-Eres un egoísta- le digo con rencor

-Lo sé, pero no me importa- me dice orgulloso

Sin dejarme responder estampa sus labios con los míos, estos mismos demandan autoridad y posesión. Su beso es feroz y brusco, lo cual provoca que mis labios terminen hinchados y con algunas llagas

Mi Triste Realidad- Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora