En Secreto - [Ranma y tú]

[Cap. 11] ¡El combate!

Narra: _____________.

Pasaban los días y la desconfianza me empezaba a invadir, a pesar de que diario entrenaba sentía que no sería suficiente; también descansé mucho para que no me fallara mi energía.

—Tienes que comer bien, hija, la fruta ayuda mucho —dijo mi madre— nos iremos en dos horas, ¿bien?

—Entiendo —dije— por cierto, te ves muy preocupada, te aseguro que todo estará bien, voy a ganar.

—Lo sé, pero debes entender que no quiero que te lleve con él, no naciste para pelear por apuestas, quiero que seas feliz y tomes tus decisiones.

No imagino cómo se debe estar sintiendo, no sé si algún día tendré una hija, pero si la llego a tener no podría soportar verla en ésta situación.

—Todo estará bien —me dije a mi misma, mirándome en el espejo, ya tenía mi traje de pelea puesto.

Tengo que ganar, por mi bien y por el de mi madre, pero me pregunto si estará aquí Ranma, siendo honesta me gustaría verlo apoyándome.

—Éste enfrentamiento privado será entre el señor Deniel y ___________.

Nos presentaron a ambos, claro que ignoré eso porque estaba viendo a la poca gente que fue a ver la pelea, pero no, no veía a Ranma por ningún lado.

—El combate es a estilo libre, gana el que derrote tres veces al adversario.

—Hola, hija —dijo Deniel con cinismo, saludando de lejos, agitando su mano.

—No eres mi padre, imbécil —dije.

Nos pusimos en ambos extremos que nos indicaron, tengo que relajarme, ahora mismo no pienso con claridad.

—¡Que comience el combate!

Me acerqué para atacarlo pero él esquivó mis golpes, iba a darle un golpe en la cara pero me descuidé y pateó mis costillas con mucha fuerza, haciéndome retroceder y caer a un par de metros.

—Un punto para el señor Deniel.

Maldita sea, ahora me lleva ventaja, el enojo me empezó a invadir y fui ataque tras ataque sin detenerme, él logró cubrir casi todos mis golpes. Fui perdiendo la energía poco a poco, y ahora que él golpeaba me tocó a mí protegerme, en un descuido, me derribó de un golpe en las piernas.

—Un punto más para el señor Deniel, uno más y gana el combate.

Nos dieron un minuto de descanso, yo ya no tenía esperanza por ganar, miré de nuevo a las personas presentes y ví a mi madre, me miraba con seguridad, al parecer aún confiaba en mí.

—¿Ahora qué haré? —susurré para mí misma, la iba a decepcionar.

En ese momento sentí que alguien en específico me miraba, al mirar estaba Ranma, el hecho de verlo ahí me hizo recordar todo lo que quiero, lo que anhelo y todas esas personas que se preocupan por mi.

—Lo pagarás muy caro —dije con más seguridad, limpiando el hilo de sangre que bajaba por mis labios.

—Ya veremos —Deniel estaba riendo.

No esperé a que me atacase, corrí a él y le di un puñetazo directo al rostro, haciéndolo caer.

—¡Un punto para la joven ___________!

Ya ví su punto ciego, vino corriendo a mi para golpearme, me moví rápido causando que perdiera su equilibrio y le di una patada en la espalda, cayó.

—¡Un punto más para ella! ¡Eso los deja en un empate!

Nos permitieron tomar otro descanso, fui con mi madre y con Ranma.

—Bien hecho, hija, da lo mejor de ti, sé que podrás lograrlo.

—Estoy orgulloso de ti —me dijo Ranma sonriendo.

Los abracé a ambos, me siento mucho mejor cuando sé que confían en mi y en qué voy a lograrlo.

—¡Que empiece el combate!

Deniel me atacó con fuerza, causando que yo cayera, empezó a atacar en repetidas ocasiones mientas yo giraba por el suelo esquivando; me logré parar para cubrirme, es tan rápido y repetitivo que es difícil atacarlo.

—¡Seguir los patrones en combate es para principiantes! —recordé lo que mi madre me enseñó en China, a leer esos patrones y usarlos a mi favor.

Él siguió atacando de la misma forma, cuando estiró su brazo para pegarme, yo lo esquivé y en un movimiento le regresé el golpe en las costillas, así lo hice caer rendido al suelo.

—¡Un punto para ____________, eso la hace la ganadora del combate!

No puedo creerlo, de verdad lo había logrado, todo éste esfuerzo valió la pena, mi madre y yo éramos libres.

—¡Lo lograste! —dijo Ranma, y así abrazándome me cargó en sus brazos.

Le di un corto beso lleno de emoción, ya no tenía de qué preocuparme, por fin puedo continuar mi vida normal.
Me dirigí a mi madre, que tenía los ojos llorosos, ninguna sabía qué decir pero cuando nos abrazamos no hizo falta ni una sola palabra.

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Publicación del capítulo

Original: 09 de Agosto del 2017

Editado: 31 de Agosto del 2020