En Secreto - [Ranma y tú]

[Cap. 5] En Secreto

Narra: _____________.

Aún no puedo creer lo que Ranma me dijo, mis inseguridades me dicen que él está bromeando pero otra parte de mi quiere decirle que le correspondo.
¿Qué más da, ____________? ¡Ésta vez debes escuchar a tu corazón!

—Tú también me gustas —sonreí.

Creí que el atardecer en los momentos perfectos sólo pasaba en las películas, pero no fue así; nos estábamos viendo fijamente, a la luz del crepúsculo.

—R-Ranma, yo...

Los dos empezamos a cerrar nuestros ojos, al sentir que nuestra respiración se juntaba mi corazón se aceleró.
No razonaba lo que estaba pasando, sólo me dejé llevar cuando nuestros labios se unieron, fue un sentimiento único, jamás lo experimenté así.

—¿Eso significa que ahora estamos juntos? —dijo Ranma sonriendo, a unos centímetros de mi aún.

—Si, parece ser que si —también le sonreí y le di un fugaz beso.

Que asco me doy, ¿ahora seré cursi?
Bueno, creo que por él podré hacer ese sacrificio. Adiós, dignidad.

—¿Y tienes algo que hacer ahora?

—Si no llevo a mi casa lo que compré mi madre me matará —levanté el par de bolsas que tenía.

—Te acompañaré, y no podrás decir que no porque... —Ranma me quitó de la mano las bolsas y se fue corriendo.

—¡Hey, trenzita, ven aquí! —grité corriendo atrás de él.

Nos fuimos caminando hacia mi casa tomados de la mano, era perfecto.

—¿Y vas a querer mantener ésto en secreto? —preguntó Ranma— digo, no tengo problema con eso.

—Si, quiero ver cómo funcionan las cosas entre nosotros antes de tomar esa decisión —dije sonriéndole.

—Como usted ordene, jefa.

Me alegra que sea así de comprensivo.
A unos metros de mi casa, nos dimos un corto beso de despedida.

—Nos vemos mañana, te quiero.

—T-También te quiero, __________.

Volví a casa sonriendo como estúpida.
El lunes fui a la escuela nerviosa, debo tranquilizarme porque si lo veo ahora me va a dar un patatús.

—¡Hola, Ryoga! —le sonreí— no creí verte por aquí, ¿buscas a Ranma?

—N-No, yo quería verte a... ¡S-Si, estoy buscando a Ranma!

—Estás actuando raro —dije poniendo mi mano en su frente para ver que esté bien— tienes un poco de fiebre, debes descansar, yo le diré a Ranma que viniste a buscarlo, ¿sí?

En ese momento, alguien intentó golpear a Ryoga pero él lo esquivó.

—¡Veo que te aprovechas de lo amable que es __________, Ryoga!

—¡Ranma, no seas grosero! —exclamé y fue igual que decírselo a la pared.

Ojalá Ranma tuviera un collar y yo pudiera hacer un encantamiento para que se cayera cuando yo diga ABAJO.

—Déjalo en paz, ven, llegaremos tarde a la clase —dije trayendolo conmigo.

Estando en clase, me la pasé junto a Akane, quedamos en entrenar a la tarde luego de hacer tarea.

—¿Por qué ya no eres la entrenadora de Ranma? —me preguntó Akane.

—Sólo consistía en enseñarle ciertas cosas como usar a su favor algo que tenga de desventaja —expliqué— era fácil, por eso sólo fueron tres meses.

—¡Y al fin podremos pelear nosotras, me alegro de hacerlo! —me sonrió con ternura, y yo hice lo mismo.

—No esperaba verte aquí —me dijo Ranma, nos lo topamos en el dojo.

Pasé una tarde muy divertida junto a ellos, estuvimos hablando, peleando y jugando en todo momento.
Los tres estábamos sentados juntos, pero Kasumi le habló a Akane para que la ayudara y ella se fué.

—¿Puedo decirte algo? —me preguntó Ranma con seriedad.

—C-Claro, ¿qué pasa? —dije.

—Te quiero demasiado...

Sonreí ante lo que dijo, fue una buena decisión haber dicho lo que sentía.

—Y también quería decirte que tu pantalón tiene una mancha roja.

—¡¿QUÉ?!

De la vergüenza empujé a Ranma al estanque de agua, haciendo que se convirtiera en mujer; cuando me revisé sólo era una mancha de pintura roja que tenía en la pierna.

—Falsa alarma —dije, y me burlé de él por transformarse, aunque por dentro la que moría de vergüenza era yo.

Me alegro de tenerlo conmigo, y tengo un buen presentimiento de nosotros, algo me dice que no será pasajero.

• ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ •

Publicación del capítulo

Original: 19 de Abril del 2017

Editado: 30 de Agosto del 2020