Sin miedo a quererte.

Borrosos recuerdos.

N/A sé que había dicho que solo pondría fotos del manga pero está en especial me gustó :3 describe bien la situación de Light.
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Hasta el sonido más insignificante era percibido por sus oídos en estos momentos; como la sirena de la ambulancia que zigzagueaba de prisa a unas cuadras de distancia, o el constante movimiento de las agujas de su pequeño reloj sobre la mesita al lado de la cama, hasta los ronquidos de la persona que dormía a su lado eran la excusa perfecta para mantener la vista adherida al techo, siendo éste último el único motivo verdadero de su insomnio. Y es que en lo que iba de la noche se había mantenido inerte al lado de Elle, sosteniendo el grueso edredón sobre su pecho mientras en su mente se reproducía una y otra vez lo ocurrido hace unas horas atrás. ¿Por qué Elle lo besó?, ¡ni siquiera estaba preparado! Es decir, estaba tan nervioso que respondió de manera torpe, ¿sería que a Elle no le gustó?, ¿y si le apestaba la boca y por eso Elle dejó de besarlo...? Negó frenéticamente con la cabeza mientras llevaba una de sus manos a unos escasos centímetros de sus labios, echando un poco el aliento para percibir algún posible desagradable olor, percatándose de que todo estaba perfectamente bien con él, además no podía ser que tuviese mal aliento si Elle lo había hecho dos veces, pero entonces ¿qué había pasado?, ¿por qué Elle lo había besado dos veces? ¡Dos veces!, ¿por qué de todas las personas tenía que ser justamente Elle quien lo hiciera?, ¿por qué justo ahora cuando más confundido se sentía?, ¿confundido? No, desde hace semanas se había dado cuenta de que Elle le gustaba, y que dicha atracción se había intensificado conforme los días pasaban, de hecho cuando tuvo su cita con Shuunsuke creyó que sería una buena oportunidad para dejar de lado esa tonta confusión y estrechar los lazos con el muchacho a quien se suponía debía amar, pero Shuunsuke jamás lo amó a él, y aunque le dolía también admitía jamás haberlo amado, como también admitía que buena parte de esa cita se la había pasado pensando en su amigo, porque todo era más divertido y fácil cuando estaba con Elle. Pero también comprendía que para ser amigo del inglés debía dejar de lado cualquier atracción extraña, porque sabía que a su amigo le gustaba Misa, se la pasaba hablando de ella en algunos almuerzos, hasta le mostraba los mensajes que algunas noches antes de dormir se mandaban... ¿entonces que había sido ese beso...?

Se convenció que las mil preguntas que rondaban por su cabeza no tendrían respuestas en estos momentos, porque el único que podía dárselas yacía inconsciente a su lado, sin embargo aún podía verse la luna por su ventana, y solo le bastó girar un poco la cabeza para ver la hora en el reloj sobre su mesita; las tres de la mañana, faltaban al menos dos horas para que el sol comenzara a asomarse, y se iba a volver loco si en el tiempo que faltaba seguía pensando en lo ocurrido la noche previa, por lo que sin pensarlo tanto se quitó las cobijas de encima con lentitud antes de ponerse de pie, rodear la cama y acuclillarse frente a su mesita  para abrir despacio la gaveta superior, de dónde sacó su laptop antes de regresar a su lado del colchón, todo con sumo cuidado para no hacer algún ruido que pudiese despertar a su visita. Conectó los auriculares a un lado del aparato para evitar algún posible sonido al encenderla, y tuvo que entrecerrar incómodamente los ojos una vez que la luz de la pantalla se hizo presente. No tenía permitido utilizar Internet de noche salvo que fuese para alguna tarea, cosa que nunca ocurría porque siempre hacia sus deberes temprano, así que podría decirse que él también estaba acostumbrado a no utilizar su laptop luego de las nueve de la noche, pero en esta ocasión era necesario, necesitaba ocupar su mente en algo más para dejar de torturarse con el dulce recuerdo que aún le causaba un extraño cosquilleo en los labios.

No pudo evitar emitir un leve jadeo de sorpresa cuando al entrar a su perfil social encontró una solicitud de amistad, extrañado enarcó la ceja porque él jamás recibía alguna, pero aun así su emoción pudo más que cualquier consejo de su padre sobre no aceptar gente desconocida en la red, además no podía ser ningún extraño, en la parte inferior de la solicitud decía que tenían un amigo en común, y abrió sus ojos de par en par al ver que esa coincidencia era nadie más y nadie menos que Elle Lawliet.