¿A Quién Eliges?

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N/A: Bienvenidos a lo que creo será el último capítulo del año (?
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A veces Misa creía que la vida era un asco; los chicos 2D jamás serían reales, My chemical romance seguía sin reunirse y, lo peor de todo, Light había vuelto a la escuela. La tan sola presencia del castaño había puesto tensa la relación con su novio, la cual ni siquiera iba tan bien. Misa estaba segura que a lo mejor Elle no se daba cuenta, pero era imposible no notar que la mirada del pelinegro se mantuvo fija en Light durante casi todas las clases, provocando que la más linda animadora del colegio Daikoku comenzase a desesperarse. Es decir, ella no era de rogarle a los muchachos, los chicos debían seguirla a ella, y había tenido admiradores mucho más galantes que Elle, pero ella estaba encaprichada con el inglés, ¿por qué? Simple, ella no deseaba ser señalada como "la dejada", y si a los 17 años que tu novio te corte no es lo suficientemente trágico, que te deje por alguien de su mismo sexo debía ser el fin del mundo de cualquier adolescente, al menos de una adolescente como Misa.

—Hoy tendré práctica con las animadoras, ¿vendrás a verme? — Rompió el silencio de pronto, sonriendo de una forma tan dulce que ni ella sabía como no le clavaba el tenedor que tenía en la mano al ojeroso de su novio ahí mismo.

—Si, claro —. Respondió como acto reflejo, sin mostrar mucho interés, logrando que la chica se alejase levemente de él.

Misa volvió su vista al plato frente a ella, la hora del almuerzo jamás antes había sido tan incómoda, ninguno había tocado su plato de comida, mientras ella estaba a punto de echar espuma por la boca, Elle parecía estar en otro mundo.

—Oye, amor... — Intentó de nuevo, pasando un brazo por sobre los hombros del muchacho, casi colgándose de él —Mis padres no están en casa, podríamos ir tú y yo luego de mis prácticas y pasar un rato juntos.

Con sutileza pero determinación tomó la quijada de su novio, obligándole a ladear el rostro, uniendo sus labios al segundo siguiente. Elle apenas correspondía, Misa estaba tentada de morderle la lengua y patearle las bolas en ese momento, porque semejante rechazo era simplemente indignante, pero se contuvo, puso más esmero sabiendo que eran observados por cierto castaño de ojos miel, quien sentado casi al principio de la cafetería, se quedó helado al ver la escena.

Misa casi sonrió sobre los labios del chico cuando sintió como su beso era correspondido, pero el gusto le duró muy pocos segundos, cuando Elle al fin comenzaba a ceder se separó de forma repentina, con los ojos abiertos de par en par y una expresión asustada, como si lo que acaban de hacer era el contacto más impuro que existía. Aún alterado paseó su mirada por toda la cafetería, encontrándose con algunos ojos curiosos pero ni rastros de quien realmente le importaba.

—¿Dónde está Light? — Pensó en voz alta, lo suficiente audible para que la chica a su lado pusiera los ojos en blanco.

—¿Realmente importa? — Espetó mientras se cruzaba de brazos. La promesa que Elle le había hecho sobre poner empeño en su relación y no mencionar a Light se había ido por el caño tan pronto el susodicho cruzó el portón de la escuela esa mañana.

—Necesito hablar con él...

—¿Te gusta?

A esta altura quizá no le sorprendería que Elle fuese gay, total, no sería el primero ni el último, además ese excesivo interés no podía tener una explicación heterosexual; aunque eso no quitaba el hecho de que sería un golpe duro para su corazón, y otro directo a su dignidad. ¿¡Por qué tenía que ser justamente Light!? ¡Del muchacho de quien todos se burlaron en la fiesta de la navidad pasada cuando en el juego de la botella el castaño confesó haber creído en Santa Claus hasta los catorce años!

Sin miedo a quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora