El amigo de un amigo.

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Guess who's back, back again, Girly's back, tell a friend 🎶🎶

¡Hola, cositas!
Antes que nada, ¿me extrañaron? *saca el arma para el que conteste que no*
Bueno, la verdad que a mí si me hacía falta esto ^_^
Por si alguien lo leyó, estaba estudiando para mi examen y en el trabajo había mucho qué hacer, por lo que claramente no tenía tiempo y me estaba frustrando.
Actualmente aún tengo mucho trabajo pero ya salí del compromiso del examen, lo cual es un gran peso menos de encima. Mi idea es ponerme al día, pero de a poco, de verdad que me siento oxidada y esto que tampoco siento que lo haya abandonado por mucho, bueno, al menos yo pienso que no lo abandoné por mucho LOL ustedes sabrán y dirán si el capítulo no estuvo taaaan bueno, sigo calentando motores.
No les quito mas su tiempo, tampoco juzguen el titulo del capítulo, es pasada la media noche. Feliz noche, chichis.
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Esa mañana Soichiro se había despertado decidido, aún si su esposa le había aconsejado lo contrario tratando de convencerlo de ser paciente, él no estaba dispuesto a continuar esperando. Claro, si Light aún fuese un chiquillo sería más fácil, el señor Yagami recordaba con mucha nostalgia las tardes en las que los enormes ojos miel de su pequeño lo veían fijo mientras le relataba alguna fantástica historia; el pecho de Soichiro se hinchaba con inevitable orgullo cuando escuchaba a su primogénito alardear a los otros niños el cómo su padre se encargaba de atrapar a los malos. Pero ahora su hijo ya no era el chiquillo que solía verlo como un superhéroe, ahora en cambio era un adolescente que fingía estar enfermo para faltar a clases.

Soichiro no era ningún idiota, y le desagradaba que su esposa solapara a su hijo y a su inexistente gripe, aunque también admitía que en un principio estaba dispuesto a dejarlo pasar, darle su espacio a Light tal y como Sachiko decía, quizá a su manera quería evitar la incómoda e indeseable conversación sobre Elle Lawliet, de por sí ya era bastante malo escuchar a su hijito referirse a los muchachos de la televisión como "lindos" para ahora tener que llevar una conversación sobre el muchacho del cual claramente Light está enamorado. Porque si de algo estaba seguro el señor Yagami es que esa inexistente gripe tenía nombre y apellido, esa alborotada mata de cabellos azabaches eran la razón por la cual Light había faltado a clases los últimos dos días, pero él no podía permitirle seguir encerrado por un día más. Así que tragándose sus celos de padre se situó frente a la puerta de la habitación del menor, tocó suavemente y como ya era de esperarse, no obtuvo respuesta.

—Light, ¿estás despierto? — Preguntó luego de entreabrir la puerta, asomando la cabeza por la ranura recién hecha.

—No deberías entrar, te vas a enfermar —. Susurró mientras se cubría por completo con el edredón, intentando así ocultar la tristeza que probablemente también se reflejaba en su rostro.

Soichiro soltó el aire por la boca, cerró la puerta tras él y con cuidado se adentró a la habitación.

—Mantenerte encerrado tampoco hará que te mejores —. Con sumo cuidado se sentó al lado de la abultada silueta, atreviéndose a poner su mano sobre donde se dibujaba la cabeza del otro—Anda, además mamá preparó tu desayuno favorito —. Le frotó la espalda intentando animarlo antes de tomar el borde del edredón y apartarlo, dejando a la vista los aguanosos ojos de su hijo, provocando que su semblante cambiase a uno preocupado —¿Qué tienes, Light?

—Nada... — Contestó apenas audible, mordiéndose los labios al segundo siguiente, incapaz de mantenerle la mirada a su padre —Lo que pasa es que... estoy triste por el amigo de un amigo —. Mintió, dijo lo primero que vino a su mente, pero es que no podía ni quería que su estado de ánimo afectase a su progenitor.

Sin miedo a quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora