Being The Best At Ruining It

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Mihael "la culisuelta" Keehl está pidiendo conectarse contigo

Elle enarcó la ceja y dejó a medias el nudo de su corbata tan pronto aquella notificación saltó en la pantalla de su laptop, la cual tenía encendida y abierta esperando a que Light se conectase para al menos poder saludarlo.

Esa mañana se había levantado muy temprano, de hecho mucho antes que Watari, y eso ya era demasiado; cantó en la ducha, se dignó a peinarse y con mucha ansia revisó sus redes sociales cada dos minutos, esperando un mensaje que jamás llegó.

Jamás creyó que palabras como "quiero volver a la escuela" saldrían de su boca, de hecho aún le daba miedo y asco recordar que se las había dicho a su abuelo la noche antes durante la cena, pero así era, no veía la hora porque esos dos días de castigo pasasen. Por obvias razones Watari le había prohibido salir, jamás premiaría que se haya visto envuelto en una pelea, y quizá no hubiese sido tan malo si hubiese tenido alguien con quien hablar, y no, eso no incluía a los ingleses, se refería especifica y exclusivamente a Light, sin embargo éste aún lo tenía bloqueado.

Definitivamente Mello no era la persona con la que esperaba empezar su día, pero tampoco podía dejar a su amigo ignorado, además aún quedaba mucho para que las clases empezasen debido a lo temprano que se había levantado.

Aceptar

—¿¡Por qué tardaste tanto!? — Reprochó tan pronto inició la videollamada. Elle no pudo evitar poner los ojos en blanco.

—Porque me la estaba jalando —. Sonrió de lado y levantó una ceja, aguantándose una carcajada al notar como los ojos de Mello se abrieron de par en par.

—¿Y pensabas en Light? — Cuestionó mientras deslizaba su trasero hasta quedar al borde de la silla y colocaba ambos manos sobre la superficie del escritorio, ansioso, como si su futuro dependiera de esa respuesta. Sin embargo lo único que obtuvo fue un Elle completamente rojo, quien tardó unos segundos en contestar.

—No... — Murmuró y apartó la mirada.

Obviamente no mentía, no había pensado en Light porque realmente no se estaba masturbado, pero no podía evitar sentir sus mejillas arder al imaginar cómo sería la próxima vez que tuviese que aliviar la tensión, si en esa ocasión lo imaginaría hincado frente a él, con esa carita y ojitos que...

—¿¡Entonces pensabas en Misa!? — Farfulló con el entrecejo fruncido, sonsacando un respingo al pelinegro, quien de forma brusca fue obligado a regresar a la realidad.

—¿¡Qué!? ¡Por supuesto que no! — Contestó al instante, irguiéndose sobre su cama mientras intentaba recobrar la compostura.

Se sentía un pervertido por haber creado, aunque fuese solo por un instante, una imagen de Light en dicha situación; tan solo esperaba que sus mejillas no lo delataran.

—¿¡Entonces en quién!? — Exigió aún molesto.

—¡Joder, Mello, no me estaba masturbando! — Masculló. Le hubiese encantado gritarlo para dejarlo en claro y poder pasar a otro tema, pero su abuelo aún dormía y lo que menos quería es que Watari tuviese la certeza que las charlas que su nieto tenía con sus amigos eran todo menos productivas.

—Pero si lo hicieras si pensarías en Light, ¿verdad?— En esta ocasión sonrió, ya más aliviado se acomodó sobre su asiento. No obstante pudo notar en los ojos del pelinegro que su pregunta no le había hecho ninguna gracia —Ay, no me veas así, es lo más normal del mundo pensar en la persona que te gusta cuando te pajeas —. Elle parpadeó nervioso, apartando la mirada apenado; el tema de la masturbación no le afectaba tanto como el recordar lo que, luego de mucha insistencia, le había confesado a Mello la noche anterior —¿O acaso no te gusta? — Preguntó con un tono de voz más serio unos segundos después al notar la reacción del otro.

Sin miedo a quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora