Castillo sin Oro ni Plata

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Eric mostró su reloj en la entrada y el mismo hombre que prácticamente me había expulsado de hay (de buena forma pero echado al fin y al cabo), me miro de manera reprobatoria y yo sonreí.

"Si señor, soy la muchacha estúpida que usted había advertido para que desapareciera". Eric me miro sabiendo que entre el señor y yo mantuvimos una pequeña conversación mental, pero no pregunto.

- Última oportunidad, si aceptas esto serás mi esclava aya dentro y exijo respeto -. Suspiré y mi ya mojada entrepierna se mojo aún más y sonreí.

- Aceptó ser tu esclava, solo esta vez. -. Me beso y abrió la puerta esperando a que bajara.

Mi ropa no había cambiado, solo había quitado las ligas que se habían ensuciado y que Eric había insistido en que no llevará puestas. Bueno sus palabras justas fueron:

"No podría estar contigo hay y dejar que miraras nada si llevas eso puesto, además conozco a muchos que les gustaría tomar las ligas y romperlas"

Así que definitivamente no había llevado ligas, aunque era bueno saber que le exitaba mi yo erótico.

- Acércate -. Lo hice y el puso una cadena en mi collar. -. Así sabrán que eres mía antes de mirar demasiado, aún no quiero compartir.

Claro que se me había pasado por la cabeza el estar con más de un hombre, los libros decían que era lo más fabuloso del universo y quería probarlo, ojalá sin dolor, pero me exitaba el pensarlo.

- Eric? -. Eric miro a su espalda y una mujer alta caminaba directamente a donde nos encontrábamos, a su lado un muchacho con la cabeza agachada caminaba rápidamente para mantener su paso.

- Úrsula -. Comenzabanmos mal, Úrsula era una bruja del mar muy mala por lo cierto, maldito Disney y su manera de matar los nombres de viejas feas.

Levanté la cabeza para mirar a Úrsula, pero la cadena donde me traía Eric me tiro la cabeza haciendo que bajara la vista.

- Traes una sumisa, no es común en ti -. Eric al parecer sonrió, no me atrevía a levantar la vista.

- Supe que su cumpleaños será una maravilla -. La mujer parecía maravillada con lo que Eric le decía y me sorprendí con una conversación casual, solo que dos personas permanecíamos en un octavo plano si se podía decir que estábamos hay. - Úrsula, me tendra que disculpar, pero iré al vestíbulo para ver a Garret. -. La mujer parecía feliz de todo lo que Eric hiciera y besando su rostro se alejó con el muchacho que parecía un niño tras de ella.

- Lo reconociste? -. Mire a Eric, esta vez no tiro de la cadena. Negué y el sonrió. -. Era Glenn, ella es su ama desde hace un año.

Me sorprendió que ese joven que se había mostrado tan ardiente cuando se habían abalanzado sobre mi fuese un sumiso.

- De ahora hasta que nos vallamos me llamaras Amo, si tiro de la cadena bajarás la cabeza de inmediato, solo podrás hablar si te doy autorización o deberás hacerlo en susurros, si te hablo fuerte no puedes contestar solo mover la cabeza -. Lo mire y sonrei. -. Has entendido?

- Si amo -. El se sentía orgulloso, ni por un minuto sería mi dueño, pero si me gustaria jugar y mucho.

- Bien muñeca, vamos.

A pesar del frío que hacía fuera, este lugar era placentero, tanto que Eric tomo mi chaqueta dejándome solo con el vestido negro que me había solicitado.

- Te vez hermosa. -. Beso mi cabeza y avanzamos.

Una muchacha apareció rápidamente en busca de los abrigos y los llevo a una sala continua donde al parecer tenían un orden, Eric tomo un papel que la muchacha le daba.

Erick me condujo por un pasillo muy oscuro lleno de telas a su alrededor, hasta una habitación circular con puertas a su alrededor, era un lugar mágico, no estaba obscuro como lo imaginaba y en el centro se podía ver bien una tarima.

- Llegamos temprano -. A nuestro alrededor había ya mucha gente, aunque la mayoría con máscaras observando. - Mirones, la mayoría llega rápido.

Habían solo algunas chicas en el suelo al lado de sus amos, también habían hombres que parecían felices de que sus amas estuviesen sentadas obre ellos.

- Bien venidos!! -. Un hombre apareció en la tarima junto a dos mujeres vestidas de látex. -. Les presento a Amanda y a Francis, ellas nos servirán el día de hoy, así que sientanse en la facultad de hacer de ellas lo que quieran.

- Siéntate -. Me arrodille en el piso mientras observaba a las chicas que bajaban del escenario.

- Vamos muchachas!! -. Las chicas bajaron y uno de los hombres abrió el cierre de sus pechos y estos salieron al aire, eran grandes, muy grandes. Los trajes solo venían sujetos en la espalda por unos lazos dejando al descubierto sus exsuberantes traceros. Un calor comenzó a invadirme cuando las personas comenzaban a golpear esos traceros o a tirar de sus pezones. Las muchachas llevaban bandejas con canapés.

- Quieres comer algo? -. Mire a Eric quién parecía tan exitado como yo.

Recordé sus palabras y asentí.

- Bien -. Eric levantó una mano y una de las muchachas corrió con una bandeja, tenía los pies atados y parecía pingüino mientras lo hacía.

- Señor -. Dijo ofreciéndole de la bandeja. Eric tomo un pequeño plato lleno de pequeños bocadillos y la muchacha parecía esperar algo, Eric me dio el plato.

- Muéstrame tu tracero -. Respire asustada, si me ordenaba eso no se que aria.

Pero la muchacha muy gustosa se dio vuelta dejando al descubierto su tracero. Ella tenía puesto un tapón anal que llevaba una gema al final y un dildo en su vagina, la muchacha tenía líquido corriendo por sus piernas.

El golpe llego antes de predecirlo, el tracero de la muchacha estaba completamente rojo y Eric tenía un tipo paleta en su mano con la que había golpeado a la muchacha.

- Gracias señor -. La muchacha parecía jadear del dolor, pero aún así parecía feliz.

- Tu, come en el piso y sin usar manos -. Asentí, al mirar a mi alrededor todos los que al parecer eran tratados de la misma forma.

Era una forma incómoda, pero Eric estaba pendiente si me manchaba y cuidaba de mi en todo momento.

Según pasaban los minutos todo iba subiendo de tono, la mayoría de los sumisos ya no llevaban ropa y algunos estaban siendo golpeados por sus amos por simple divercion​.

Un muchacho en particular llamo mi atención. Era algo amorfo para mi agrado y su cabello estaba tintado de un extraño verde, su amo lo había golpeado desde que había llegado y en algunas ocasiones había votado una lágrima mientras lo hacía.

El amo subió a la tarima con el a rastras, creo que era sangre lo que corría por sus piernas producto de los golpes.

- Es un abandono -. Eric explico cuando me vio interesada en lo que veía. -. Por una razón u otra hay veces en las que los amos se deshacen de sus sumisos, cuando esto ocurre se hace público.

"- Señoras y señores, por un problema mucho más aya de las que puedo solucionar debo dejar a Esteban-. El muchacho se acercó llorando d una manera desconsolada y por primera vez vi como el imponente hombre que era su dueño lo tomaba con dulzura. -. Es un excelente sumiso y ara todo lo que ustedes deseen, lo dejo a disposición".

La cara de Eric se ensombreció.

- Que significa eso amo -. Lo dije lo más despacio que pude y Eric me miro al parecer molestó.

- Es una forma e decir que cualquiera lo puede tomar mientras encuentre un nuevo amo, en cierto modo es el mayor castigo al que puede ser sometido un sumiso. -. Lo mire asustada.

- Por que hizo eso? -. Eric no contesto y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

- Ya basta de mirar... -. Mire a Eric quién me miraba de forma malévola. -. Quiero beber de ti pequeña.

Zimmerman O Grey?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora