Tome un sorbo de vino blanco antes de enviar el contrato.
Lo había leído varias veces y hasta que estuve completamente convencida lo envié, entre mis exigencias estaba que si yo era su parejas de juegos jugáramos juntos... Yo lo respetaría y el a mí, llegaríamos a acuerdos y si quería ser sumisa me sometería a el bajo mis propias normas y no unas impuestas.
"Estoy deacuerdo"
Sonreí viendo su mensaje, este hombre hacia que mi corazón diera vuelcos. Y me sorprendió que no tuviese nada que decir, había puesto algunas clausuras abusivas como que todo debía ser cancelado por el y que yo decidiría siempre que comer.
"Tienes tiempo hoy"
Sonreí terminando de beber mi copa de vino y acercándome a la pantalla.
"Qué tienes en mente?"
Estaba espectante y sonreí tontamente. Realmente me gustaba este juego.
"Quiero que juguemos con otra chica y que lleves el control... Qué te la folles duro..."
Trague fuerte y la puerta de mi habitación se abrió.
Cerré el computador rápidamente y mi hermano estaba muy serio mirándome.
- A ti no te enseñaron a golpear? -. Se veía pensativo y furioso.
- Quiero que salgamos...
- Tengo planes.
Se acercó rápidamente a mi computador y lo abrió supongo que leyendo mis mensajes, no alcance a quitárselo.
- No lo verás... Me escuchaste!! -. Lo miré furiosa mientras sentía como la sangre inundaba mis mejillas.
- Y tu quien mierda te crees... -. El golpe llego de pleno en mi rostro haciendo que mi boca se llenada de sangre mucho antes de pensar que llegaría. Theodoro jamás se había comportado así.
- Tu no te convertirás en su prostituta barata, me escuchaste?-. Tiro del cable de mi computador y se llevó mi teléfono que estaba en mis piernas -. No me interesaba que tenga que hacer, pero no dejaré que el te convierta en una puta.
Yo aún estaba perpleja, que demonios había sido todo esto. Entre al baño y mi labio comenzaba a hincharse poniéndose muy rojo.
Dios... Mi correo y mi contrato estaban hay.
Tome el teléfono de casa y llamé a la casa de Graciela.
- Residencia Welsh? -. Suspiré obligando a mi voz a sonar normal.
- Con Graciela Welsh -. Sentí los pasos y la voz de Graciela que parecía dormir. - Graciela, operación roja.
Sentí como se levantó corriendo.
- Hace cuanto?
- 2 min, se demorará un poco en ingresar lo alcance a cerrar
La operación Roja era un código en donde si alguien robaba mi computador Graciela haría explotar un microchip a control remoto que destruía el disco duro y con el todos mis registros.
- Dispositivo eliminado -. Respire y cubrí mi rostro, toda la tensión de estos escasos minutos había desaparecido dejando mi cuerpo extraño. - Phoboe, estás bien?
Asentí como si ella pudiese verme y sonreí, creo que estaba con un ataque de pánico.
- Necesitas algo más? -. Trague saliva que dolió más de lo pensé, mi garganta estaba apretada.
- Si, necesito un teléfono celular.
- En camino.
- Gracias Welsh.
No sé cuánto tiempo estuve sentada en el piso, pero llore. Quizás por el dolor que de mi rostro o por lo que había dicho Theodoro o no sé por qué...
Debía hablar con Eric y explicar que nada de esto había sido mi culpa, que mi hermano había decidido ser un héroe, aunque si lo pensamos cierta culpa la tenía el por haber dicho lo que había dicho.
Tocaron a la puerta y entró Graciela.
- Señorita Grey, lo que me solicito -. Tome el celular mostrándole una sonrisa -. Espero que no le moleste que haya venido yo, pero quería asegurarme que estuviese bien.
Abrace a Graciela llorando y agradeciendo que estuviese aquí, la necesitaba. Nunca había visto a Graciela cómo una amiga, ella era mi trabajadora y le pagaba por sus servicios, pero al parecer era mucho más que eso.
Graciela era un desastre vistiéndose. Una jardinera gigante que supongo era de alguno de sus hermanos, en la parte alta tenía una blusa cuadrille y su cabello era como si un pájaro viviera en el.
- Pho... -. Theodoro entro mirando fijamente a Graciela. -. Supongo que por eso tú computador exploto.
- Supones bien Grey. -. Me miro y acarició mi mejilla. -. Y supongo que tú eres el culpable de que su rostro se vea así.
- No te metas en esto Welsh -. Graciela sonrió acercándose y supongo que si pudiese morderlo lo aria.
- Tu... Sabes bien que también te he ocultado información y te he ayudado, así que termina con esto Grey. -. Ted me miro y miro a la muchacha menuda furioso, pero salió de la habitación.
- Tu nuevo teléfono, llama a Eric que ha llamado varias veces en estos minutos.
Tome el teléfono y una llamada entrante de Eric estaba sonando.
- Eric... -. Suspiro, al parecer aliviado.
- Que demonios ocurrió, me contestó una muchacha diciendo que no estabas disponible en tu teléfono celular -. Suspiré sentándome en la cama.
- Tuve una discusión con mi hermano y todo se salió de control... Él no quiere que te vea. -. Sentí como sus dientes crugir.
- No te preocupes de nada, yo hablaré con el...
- No... Quiero evitar cualquier discusión, además Graciela se ocupó de el.
- Graciela? -. Sonreí.
- Mi jefe de seguridad...
- Graciela Welsh? -. Arrugue la frente pensando de donde la conocía.
- Si...
- Este mundo es muy pequeño... Graciela era la chica que nos acompañaría está noche. -. Mire a Graciela, ella en ese momento entraba con dos copas de vino -. Ella es una sumisa estupenda.
No cabía en mi asombro y Graciela al comprender lo que mis labios no podían decir sonrió sentándose en el suelo y apoyándose en mis rodillas.
- Ahora que la conoces quieres jugar con ella? -. Mire a Graciela que parecía un gatito en busca de cobijo.
- Déjame hablar con ella...
Colgué el teléfono y Graciela no se movía del lugar.
- Graciela... Tú...
- Pertenezco al club del castillo en el cielo desde los 15 años -. Graciela tenía 18 recién cumplidos -. Era la época donde todo me parecía aburrido inclusive programar y sacar de apuros a tu hermano, por eso llegue a ese lugar y es realmente gratificante.
- Quieres que sea tu ama?
- Solo por esta noche, yo no tengo un amo fijo. El único amo que tuve me dio en una subasta y con ello se llevó mis ganas de pertenecer a cualquier lugar más que a mí misma... Contacte con Eric hace algunos días después de que te vi en el club y cuando me ofreció esto acepte... También quiero probar tu sexo...
Sentí como si mis mejillas fuesen a estallar.
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Zimmerman O Grey?
FanfictionNos conocimos y fue como si la lluvia parara y nuestros cuerpos se llamarán. Su cabello rubio y mi cabello oscuro bailaban mientras nuestros cuerpos comenzaban a encontrarse lentamente ante la mirada de ellos que quisieran mirar.