El cuarto del sacrificio

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Mi hermoso vestido de seda rojo se había manchado y Eric parecía muy contento con que solo fuese con ropa interior por los pasillos.

Eran cerca de las 12 de la noche y estábamos en el momento del descontrol total dentro del local. En el hall central habían gran cantidad de sumisos como la vez anterior, colgados, amarrados y siendo follados y golpeados de maneras brutales.

- Amo, su novia se encuentra aquí? -. No sé por qué pregunté o por que importaba, pero necesitaba saberlo.

- Supongo que si, su amo debió quitarle el castigo -. Asentí sin saber que más hacer, si Eric y ella se encontraban aquí, se follarían? -. Quieres tomar algo?

Asentí y el me guío con la correa al bar.

Pedí un mojito y me sorprendió que en el lugar conocieran el trago. Me lo sirvieron en un vaso que más bien parecía plato y Eric lo puso en el suelo.

Me arrodille a su lado y bebí mientras Eric sonreía.

- Quieres ver a blondie? -. Lo miré unos segundos y asentí.

Era masoquista con migo misma, y sabía lo que me esperaba.

Caminamos por un pasillo muy oscuro con muchas puertas que decían privado y otras que tenían un logo de puede pasar.

- Hay parejas que se exitan en el Hall y después vienen a privados, y este es el que ocupa Bondie.

Mire como un gran letrero estaba en la entrada invitando a todo el que quiciera participar. El lugar parecía atestado de gente, en su mayoría hombres.

Entramos y mis entrañas se apretaron. Blondie estaba en el centro atada de pies y manos, su cabeza sobresalía por una mesa y en su boca un anillo que no deja que se cerrará.

Un hombre mayor, muy mayor, estaba sentado en una esquina solo observando mientras hombres y mujeres flajelaban el cuerpo de la chica. De su boca escurría líquido blanco que supongo era semen y los hombres hacían fila para poder acabar en ella.

- A ella le gusta esto... Y claro lo que va a pasar ahora. -. Las luces se oscurecieron, era como si ya fuese su presentación planeada.

Entraron unas chicas con fierros que parecían grandes alfileres. Blondie sonrió tomando uno de ellos y traspasando lo sin ningún esfuerzo por su brazo, un hilo de sangre comenzó a correr por su brazo y era como si erizara su piel.

Cubrí mi boca no siendo consciente de ello. Ella bailaba con alfileres perforándole sus brazos de un lado a otro.

La muchedumbre aplaudía mientras sus movimientos se hacían más sensuales y termino en el pantalón del hombre mayor quien sonreía tontamente, en los pechos de Blondie lo que pensé eran pinzas para pesones realmente eran aretes que los cruzaban.

- Mi querido Eric -. Baje la mirada de inmediato sintiéndome una intrusa en ese lugar. Sentía la mirada de todo el mundo en mí y como inclusive Blondie me miraba molesta. -. Una preciosa criatura... -. Hablaba de mi...

- Si, y es mía -. Sentí esas palabras tan fuertes y con tanto significado que el nivel de protección fue increíble.

- Puede que algún día la dejes jugar con mi puerca -. Eric sonrió sin responder nada y el hombre golpeó fuertemente a Blondie en los pechos. -. Tú continua, el show aún no ha terminado.

Eric tiro de mi Correa y salimos.

- Por que, por que la trata así? -. Eric me miro sin entender y sonrió.

- A ella le gusta... Mira Blondie paso por mucho antes de llegar a este lugar y ese amo al que vez es el único que le ha dado la protección que ella requería. -. Me sentía extraña, me gustaba jugar pero hasta el punto en que te pusieren rojo el tracero pero la sangre era algo que no soportaba.

- Te gusta eso? Algo más cruel, por que te juro que si es así saldré en este momento. -. El sonrió besándome de una manera posesiva y rompiendo mi labio en el proceso.

- No me gusta, pero si disfruto con la sangre que sale de los labios en un beso violento... O aquella que perdiste cuando te tome por primera vez... Jamás te aria algo que dejara marca, tienes un cuerpo hermoso.

Sonreí.

- Que es lo más terrible que se hace aquí? -. Él me miro y negó.

- Hay muchas cosas, pero quiero que sepas que siempre será tu descicion si participamos o no. -. Me sentí empoderada y sonreí.

- Eso no contesta mi pregunta.

- Salirofilia, jamás aria eso -. Qué? Qué era eso -. Existe internet no te lo explicaré, coprofilia... Son dos cosas en las que jamás he participado.

Revisaría mi celular en cuanto pudiese.

- Quieres volver a jugar? -. Asentí entusiasmada. - Bien pequeña, te llevaré a jugar.

Como si se tratara de una mala broma estaba sobre un columpio.

Mis manos estaban sujetas con cuerdas, mi boca cubierta con una amordaza y el asiento del balancín era como el de los acróbatas, tu vagina quedaba a disposición de quien la quiciera.

Eric desapareció dejándome hay a vista del que quiciera pasar. Era invisible a quien pasara aunque algunos se detenían a observar mi vagina. Sentía como mi cara ardía con mi imagen reflejada en un gran espejo delante de mí

- Ofreceré tu cuerpo a ese hombre, estás deacuerdo? -. Era un tipo mayor, apuesto, pero con una marca en su rostro. Aún así era el hombre por la que uno daría la vuelta en la calle.

Asentí y Eric lo miro indicándole que se podía acercar.

- Solo su vagina -. Mi cuerpo se contrajo con la exitacion.

El hombre bajo y abrió mis piernas y con unas cuerdas que había en el balancín las amarró dejándome completamente abierta.

- Disfruta pequeña, yo tomaré a alguien. -. Eric se acercó a una dominatriz que golpeaba a una muchacha muy joven en el tracero.

- Tu amo vendrá en un momento y yo no aguanto por este manjar. -. Bajo hasta quedar con la cabeza entre mis piernas y su lengua estaba en mi clítoris.

Era increíble... Dios...

- Lame su ano -. A mí lado estaba Eric con la correa de la muchacha a mi lado -. Déjalo bien mojado.

Mire a Eric asustada y el se acercó a mi oído.

- No pienses, siente, piensa en su lengua... -. Sentí como la muchacha se acomodaba en mi tracero y lo abría para que su lengua entrara donde le habían ordenado. -. Tú déjate llevar pequeña.

Su voz, era todo lo que necesitaba para que se sintiera todo aún mejor...

Tenía la lengua del tipo en mi clítoris y vagina mientras la de la chica se movía en círculos lentamente en mi tracero. Y a pesar de todos mis tabúes se sentía bien, muy bien.

Eric bajo mi sostén u comenzó a succionar uno de mis pechos haciendo milagros... Dios... Dios... Dios...

Un gritó opacado por mi amordaza y todo mi cuerpo explotaba.

- Sal... -. Eric golpeó el tracero de la muchacha y se arrodilló. -. Si duele, avísame.

Cómo se supone que le avisaría... Sentí como mi vagina era invadida por el sujeto a mi lado y mi orgasmo comenzaba a aparecer nuevamente. Sentí como algo se introducía a mi ano, pero no dolió, estaba tan caliente que no dolió en lo más mínimo.

- Tu, Lamela -. Al parecer la muchacha estaba solo para lamer y se introdujo el pene de Eric en la boca.

La mujer se acercó con una correa y penetró a la muchacha, mi tracero comenzó a vibrar mientras la cara del hombre que me tomaba comenzó a distorsionarse.

Un nuevo orgasmo mucho más fuerte que el anterior me invadió y tras un nuevo gritó mi cuerpo parecía colpasar y un beso en mi frente me mostraba que Eric Zimmermman era muy feliz.

.....

Chicas, lamento mucho la tardanza pero no quiero escribir capítulos sin sentido.

Un beso y espero actualizar pronto. Nos leemos

Zimmerman O Grey?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora