Contrato

855 63 2
                                    

Bajo mis bragas en cuanto vio que comenzaba a levantar mi falda y con ello le daba el chance a que comenzáramos el juego.

- Quiero que recuerdes donde estamos... levanta tu pierna y ponla sobre mi hombro -. Lo hice mientras su boca comenzaba a dar pequeños mordiscos en mi vagina. Dios no había dimensionado lo que echaba de menos estos juegos -. Quiero que te corras Phoboe, y que no grites, no puedes hacerlo en este lugar.

Su boca era lo mejor que me podía pasar, comenzó lentamente a dibujar con su lengua los bordes de mi  vagina y llegando al punto exacto donde era más sensibles todo esto  unido a la situación era completamente diferente a lo que había vivido y probado, la adrenalina de que alguien nos descubriera paraba mi orgasmo y lo hacía todo más intenso.

- Es bueno que te resistas, pero no tenemos tiempo -. Mi respiración estaba agitada y juro que yo no tenía intención de deterne más... De echo ansiaba la liberación.

Me introdujo dos dedos haciendo que un gritó escapara de mis labios y con su lengua comenzó a hacer movimientos circulares en mi clítoris mientras sus dedos entraban y salían provocando un orgasmo indescriptible... Si el cielo existía probablemente era este... Yo con las piernas abiertas y con la vista de un cabello rubio entre ellas que provocaba maravillas.

- Ho dios... -. Una última embestida con sus dedos y mi liberación estaba completa.

Bajo mi pierna lentamente y sujeto mi cintura, yo aun trataba de recomponerme en sus brazos.

- Aremos esto a tu manera, te espero mañana en mi oficina, te enviaré mi dirección -. Me beso mientras yo trataba de ganar respiración y se llevó mi última reserva de aire. -. Me llevaré esto...

Tomo mis bragas de mis manos sin que yo le hiciera ningún tipo de resistencia y las metió en su saco.

Sentimos como la puerta de nuestro lado se abría y una pareja entro sonriendo y besándose. Se supone que las salidas de emergencia se utilizaban para eso, para salidas de emergencia, no para una follada de emergencia.

Ambas parejas nos miramos sabiendo por que estábamos ahí y asentímos nosotros dejando el lugar disponible para un nuevo asalto.

Eric Pov

Manejaba al hotel donde me estaba hospedando, y veía sus bragas en el asiento del copiloto y no podía entender como yo iba a ceder a sus exigencias, exactamente le había dicho que lo "ariamos a su manera"... Qué demonios me pasaba? Y en que terminaría todo esto?

Su olor, su sabor me llamaban así como a cualquier borracho lo llamaba el alcohol, o a un drogadicto la droga, había probado muchas drogas y ninguna había sido tan dañina cómo está mujer.

En cuanto llegue me conecte a la empresa, Müller seguía funcionando estuviese yo o no y aunque quiciera desconectarme de todo mi padre me necesitaba.

Revise varios documentos y espere a que me respondiesen algunos administradoras con respecto a los gastos producidos por la cuenta "varios" en los libros contables de la empresa.

Una video llamada apareció y sonreí viendo la cara de ese hombre que siempre había sido mi ejemplo a seguir.

- Hola anciano... Cómo estás? -. Sonrió tomando de un baso de agua a su lado.

- Cabreado como no tienes idea -. El gran Eric Zimmermman se veía tan diferente con bata y acostado en esa cama de hospital, debajo de esas vendas aún podías ver los moretones en sus ojos.

- Está bien, fue una operación complicada -. La enfermedad de papá había empeorado estos últimos años y hace dos semanas lo habían operado después de que unos de sus ojos presentará un derrame.

- Tu madre me quiere matar -. Sonreí recordando a esa pequeña mujercita que se hacía llamar mi madre, era un demonio cuando quería serlo.

- Que hizo ahora? -. Su sonrisa se agrandaba solo de pensar en ella.

- Quiere que me operé de inmediato de ambos ojos, dice que es para aprovechar la cama del hospital. -. Sonreí, mamá lo estaba molestando con esa operación hace más de 2 años.

- Creí que solo quiere lo mejor para ti, además que le ocultadas que tus jaquecas se estaban incrementándose la tuvo que haber molestado.

- No que lo digas, es un fastidio que mi hermana tenga el registro médico -. La loca de mi tía y sus intromisiones hacían que papá perdiera los estribos, sobre todo cuando se trataba de su salud.

Mire tras la cama y no pude aguantar la carcajada.

- Que ocurre?

- Papá, el letrero de tu nombre, quien lo escribió? -. Papá estaba sin entender y sin saber a qué me refería -. Creo que tu nombre ha cambiado... Por que hasta donde yo sé no te llamas "Gran gilipollas Zimmermman"

- Con un demonio -. Tocaba como desquiciado el timbre diciendo improperios en alemán.

Entro corriendo Hanna quién comenzó a oír los descargos de papá sin aguantar la risa.

- Mira papito, yo te quiero mucho y todo eso, pero no puedes estar armando un escándalo así por esto.

- Hija...

- Hay no papi, solo fue una bromita inofensiva, créeme todo es hospital sabe cómo te llamas y jamás te dirían esa palabra con g -. Hanna siempre podía con el y sonreí al ver como Hanna se sentaba a su lado y dirigía las manos de papá a su rostro -. Tú solo debes ponerte bien.

Le dio un beso en la mejilla y se acurrucó en sus piernas para que papá la acariciara.

Si había alguien que podía manipular a Eric Zimmermman era Hanna.

- Hola rubito, cuando vuelves? -. Dijo cuando se dio cuenta de que me encontraba en la pantalla.

- Debo terminar algunos asuntos con la empresa, pero yo creo que me demorare más de lo planeado. -. Mi padre se tenso y sonreí sabiendo lo que se venía.

- Lo siento hijo, se que no tienes ninguna responsabilidad...

- Ya papá, no empecemos, además soy rico gracias a esta empresa y es responsabilidad de todos, además tío Björn me está ayudando mucho al igual que Petter y Samantha. -. Papá se sentía culpable, mamá ni ninguno de la familia le había permitido trabajar cuando había perdido la visión de un ojo casi al 90% y entre todos nos habíamos organizado para que la empresa funcionará.

- Hola rubito -. Tía Mel venía con una tarta que se veía deliciosa.

- Hola tía Mel... Qué rico se ve. -. Ella la acercó a la cámara. -. Lamentablemente estás muy lejos y solo puedes ver... Judith... -. Mamá entro en ese momento sonriendo con una enfermera que parecía regalarla. -. Ten dale a tu esposo.

Le dio un trozo de torta que papá disfruto riendo.

- Oye, que ese es mi lado -. Le dijo a Hanna quién se acomodaba.

- Hijo, cuando vuelves? -. Mire a mamá quién a pesar de sus años se veía muy joven.

- Supongo que dentro de unos días.

Un mensaje en mi correo y un contrato apareció sonreí eso hizo que me olvidará de todo y volviera a mi mente esa morena que me enloquecía... Bien Grey también estás impaciente.

Zimmerman O Grey?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora