Graciela (pov Eric)

853 61 6
                                    

Pov Eric

Estaba furioso y lo lamentaba por Graciela, pero Phoboe me había sacado de casillas.

- Con tres golpes serán suficiente -. Por lo menos para que se me quitara un poco el enfado.

- Si amo...

- No quiero que grites -. Su cuerpo se estremeció y asintió silenciosamente.

El primer golpe hizo que se moviera del lugar y que su piel blanca se tornará azul. Me había pasado... Maldición.

- Cual es tu palabra de seguridad? -. No la recordaba y supongo que Phoboe también la necesitaría.

- Switch señor -. Su voz entrecortada me hacia saber que había sido un golpe muy fuerte y que le había causado daños.

Una línea gruesa azul ahora cruzaba justo en el pliegue de su tracero y su pierna.

- Phoboe, recuerda su palabra de seguridad... Aunque jamás te e escuchado decirla -. Le dije en forma de alago y Graciela sonrió sintiéndose satisfecha con ella misma.

Los golpes siguientes calculé mejor mi fuerza y no dejaron una marca tan fuerte como el primero. Aunque las lágrimas de Graciela no tardaron en aparecer.

Su tracero se había tornado de un hermoso carmesí. Y mi rabia había disminuido un poco, aunque sabía que ver nuevamente esa marca en el rostro de Phoboe no calmaría las cosas.

- Phoboe, tu turno -. Phoboe me miro furiosa, no sé de qué estaba molesta, era ella la que había puesto las reglas.

Se levantó y tomo un dildo pasando muy cerca de mí y llegando a donde Graciela continuaba estática.

- Te recompensare, lo prometo -. Le dijo cerca del oído. -. Toca tus tobillos y abre bien las piernas.

Adoraba a las chicas elásticas y Graciela era muy elástica. Phoboe dejo el dildo a un lado y se arrodilló con su cabeza en el sexo de Graciela.

Comenzó a besar cada marca de una manera exitante, lentamente, saboreando cada parte de su tracero y dejando pequeñas mordidas y languetazos.

Vaya, si que estás dos me llevarían a varios orgasmos está noche.

Graciela comenzó a emitir pequeños sonidos de satisfacción que alentaban a Phoboe a acercarse más a su sexo.

- Lame su vagina... -. Dije sin proponérmelo, estaba ansioso Phoboe sonrió tocando con la punta de la lengua el clítoris de Graciela, quien no pudo evitar emitir un gemido.

- Te gusta zorrita? -. Su boca... Adoraba a esa pequeña.

- Si... -. Una nalgada que hizo que la sonrisa de Graciela se borrará de inmediato.

- Si que zorrita? -. Bien Pho.

- Si ama.

- Abre la boca -. Graciela lo hizo.

Phoboe se acercó a la mesa en búsqueda de un vosal con un anillo al medio que no dejaria que Graciela cerrará la boca.

Me preguntó cuanto tiempo llevaba está muchacha planeando esto, y cuántas películas para adultos había visto.

- Te gusta el sexo anal -. Mi polla se endureció casi de inmediato mientras Graciela asentía.

- Bien.

Tomo un poco de lubricante y metió el dildo en la boca de la muchacha para que lo lubricara.

- Eric... Necesito un pene -. Sonreí y me acerque.

- Todo tuyo pequeña -. Me quito el pantalón y vi como sus mejillas estaban completamente rojas.

Mi pene estaba tan duro como siempre.

- Quiero que te endurezca aun más y que me penetres a mí -. Asentí acercándome a la boca de Graciela quien parecía espectante. Quite el dildo que estaba bastante mojado y se lo entregue a Phoboe.

Sujete con ambas manos su cara y metí mi pene en lo más profundo de su garganta haciendo que se ahogara un poco y con ello su saliva se intensificará.

Graciela presiono un poco cuando Phoboe le introdujo hasta el fondo del ano el dildo que hace poco había preparado.

- Sostenlo. Si lo botas te golpeare -. Graciela asintió mientras yo comenzaba a mover su cabeza en mi polla -. Abre las piernas sin botar nada.

Graciela obedeció mientras Phoboe metía su rostro entre sus piernas y comenzaba a lamer su vagina. La muchacha estaba incómoda en esa posición pero a mí me proporcionaba una vista realmente hermosa.

- Quítate la ropa Phoboe. -. Ella me miro sonriendo mientras lamia nuevamente la vagina de Graciela que no aguantaba más.

Phoboe se quitó la blusa y solo quedo con sostenes y falda, debajo de esta traía porta ligas y ligas... Esta mujer realmente Pedía a gritos que la follaran.

Solté el arnés de Graciela para que pudiésemos disfrutar los tres. Y limpie su boca que estaba llena de saliva al no poder tragar.

- Ven aquí Phoboe... -. Ella sonrió acercándose y besándome. -. Quiero follarte. -. Saqué mi pene de la boca de Graciela y está comenzó a respirar agitada mente.

Me dirigí a la cama y Graciela seguía donde estaba.

- Graciela, ven -. Ella se levantó y se acercó a mí. -. Quítate esa blusa y recueste en la cama boca arriba.

La muchacha obedeció acostándose completamente desnuda.

- Phoboe, quiero que ella nos chupe mientras follamos. -. Phoboe asintió mientras se ponía sobre la muchacha invertida a ella, sus pechos se rozaron mientras se acomodaban. -. Ven.

Tome del cabello a Phoboe y está no se enfadó aún cuando mi acción fue brusca. La sente sobre el rostro de Graciela mientras está comenzaba a lamer.

Yo comencé a besar su cuello y a desabrochar su brasier para liberar sus hermosos pechos. Me metí uno rápidamente a la boca mientras los gemidos de Phoboe no se hicieron esperar.

- Bien pequeña, hay algo que nos estorba.

Rompi su calzón haciendo que ella gritara con la tela rozando su piel.

Estaba tan duro y tan listo.

- Quiero oírte gritar Grey -. La solté para que quedara en 4 frente a mi y metí mi polla en la boca de Graciela para que la humedeciera por última vez, aunque con lo mojada que estaba Phoboe no lo necesite. Me metí tan adentro que creí desfallecer.

Las embestidas comenzaron lentas, pero Phoboe no se podía quedar quieta y metió sus dedos en la vagina de Graciela y está ultima comenzó a aumentar sus lamidas entre mis testículos y la vagina de Phoboe.

Abrí las nalgas de Phoboe y vi su ano que me invitaba a que lo hiciera participar, moje mi dedo meñique comenzando a pasarlo lentamente por ese lugar tan prohibido. Phoboe estaba en éxtasis y cuando le intrudije el meñique su gritó y su orgasmo no se hicieron esperar y con el explote llenándola por completo, y muy ajena a nosotros Graciela también lograba su orgasmo personal entre nuestras piernas.

Vi el espejo de la habitación, uno que estaba en nuestro costado derecho y era una gran imagen de nosotros envueltos en la lujuria.

Zimmerman O Grey?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora