Un beso con sabor a tristeza

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Maicol me miraba expectante, necesitaba esa respuesta para sentirse tranquilo.

-No- dije con voz inaudible. Él relajó su cara. -Él simplemente es mi amigo- dije haciendo una mueca.

-Luz, mirame- levante mi mirada hacia él. Miré sus ojos, su nariz, su boca. ¡Es tan lindo!

-Tengo algo importante que decirte- tomó mi mano.

-¿Qué cosa?-

-Bueno, es que estuve hablando con Brandon y...-

-¿Se peleó con mi hermana?-

El negó con su cabeza. -No. No es eso- suspiró.

-¿Qué pasó entonces?-

-Brandon me dijo que estuvo con mis padres, allá en Victoria.

Sus padres... Creo que es la primera ves que habla de ellos.

-¿Tu... Tus padres?- le pregunté. Y él asintió. -Jamás hablaste de ellos- él bajó su mirada.

-Lo que pasa es que...-

-Luz- la voz de mi papá nos interrumpe. Enseguida solté las manos de Maicol y me paré del banco, él hizo lo mismo. Mi papá tenía la frente arrugada y el ceño fruncido. -¿Qué está pasando acá?-

-Señor, yo...- dijo Maicol.

-Andate a dentro Luz. Necesito hablar con este muchacho- yo lo miré confundida y luego miré a Maicol, él me miró tranquilo y volví a mirar a mi papá.

-Andá Luz- dijo papá haciéndome seña para que entre. Apreté mi mandíbula como diciéndole muchas cosas sin hablar y entré enojada, los miré por última vez y cerré la puerta.

-¿Qué pasa? Hija- habló mamá.

-Mi papá salió, me vio con Maicol y me pidió que entrara y los dejara solos-

-Te vio con Maicol, ¿Haciendo qué?- la miré fruncido el ceño.

-Hablando, mamá ¿Qué... Qué más puede ser?- me senté de golpe en un sillón. Y ella se sentó frente a mi, mientras sebaba un mate.

-No sé, nena. Ya estás en la edad de tener novio y todo eso...- La miré aburrida. -¿Querés un mate?-

-¿Es dulce? Pregunté. Mamá asintió y estiré el brazo para agarrarlo.- No estábamos haciendo nada, sólo... Hablábamos y él me agarró de las manos- tomé un sorbo de mate. Mi mamá abrió los ojos como plato.

-¿Estaban de las manos y tu padre los vio?- yo Asentí rodando los ojos. ¡Ay nena, estás muerta!- Me dijo parándose para chismear por la ventana.

-Gracias por tus palabras de aliento, madre- le dije dejando el mate arriba de la mesa ratona.

-Tu padre le debe estar martirizando la cabeza a ese pobre chico- Agarré mi frente mientras negaba y mordía mis labios algo nerviosa. Mamá cerró la cortina y corrió hacía donde estaba sentada. -Tu padre está entrando. Vos tranquila- en cuanto me dijo eso, me puse aún más nerviosa y sentí mi corazón latir muy rápido.

Papá entró, cerró la puerta y me miró. Yo tragué saliva y tape mi boca con un almohadón.

Papá se acercó y se sentó al lado de mamá. Yo me senté como china arriba del sillón. Mamá agarró el mate y siguió sebando. Papá tomó una galletita con dulce de arriba de la mesa y la metió en su boca mientras me miraba. Yo estaba tensa, pero él parecía relajado, su mirada está tan tranquila que me inquietaba.

Papá relamió sus labios, aclaró su garganta y se apronto para hablar. -Yo se que no son amigos como él dijo.- miré a mamá. -Eso es lo que los adolescentes dicen para que no descubran su noviazgo- intenté hablar, pero me interrumpió. -le di una semana para presentarse formalmente como se debe- yo abrí mis ojos sorprendida.

"Fear To love"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora