Te Amo

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¿Esta diciendo que me ama?

¡OMG! Siento que me va a dar algo.

Decir que sus palabras causaron estragos en mi corazón, sería poco. La verdad es que sus palabras me dejaron sin aliento.

Me alejo unos centímetros para mirar esos ojos celestes que me deslumbran y abro mi boca en un intento de contestar a su confesión. Él me mira expectante, pero las palabras quedan atoradas en mi garganta y frunzo el ceño con frustración porque me muero por decirle tantas cosas, todo lo que él me hace sentir, pero me cuesta demasiado y no se porqué.

Él parece notar mi nerviosismo porque me regala una sonrisa tierna y acaricia mi mejilla -tranquila, no te estoy presionando a nada, solo necesitaba decirte lo que siento por vos-

Agacho mi mirada y cierro los ojos ante su tacto, tal vez si no lo miro me sería más fácil hablar e hice el intento -Maicol yo...-

-Shhh- siseó rosando nuestras narices -No tienes que hacerlo de verdad, sé como sos y quiero darte tu tiempo-

-Pero necesito decirte...- hablé casi en un susurro, aún sin abrir mis ojos -Vos sos muy importante para mí y quisiera que nunca me faltaras, me haces mucho bien y...-

-Siempre voy a estar para vos, pase lo que pase- me interrumpió -Lo prometo-

Abrí mis ojos y miré las facciones de su rostro, es realmente perfecto.

¿Como podía gustarme tanto?

¿Por qué no puedo decírselo?

Él siguió acariciando mi rostro con dulzura, mientras su mirada hacía un vaivén entre mis ojos y mis labios.

Desea besarme, lo sé y me muero porque lo haga.

Poco a poco se fue acercando más a mí y los latidos de mi corazón se aceleraron. Lamió sus labios y sin pensarlo más me besó dulcemente. Mis ojos se cerraron inconscientemente disfrutando de ese beso húmedo y tierno, su lengua se entrelazó con la mía y no sabía si lo hacia bien, sólo se que mientras más tiraba de mis labios más ansiaba de él, así que imité sus movimientos y tomé con mi boca su labio inferior, ese labio carnoso y suave.

Maicol pone su mano en mi cuello e intensifica su agarre, me aprieta pero no es molesto si no que me agrada y ahí me da valor para poner mi mano en su cabeza y enredar su pelo en mis dedos.

Nuestro beso sigue fluyendo cada vez con más intensidad, no se que es lo que estoy sintiendo pero esta sensación es nueva, mi cuerpo se contrae y ansia más de él. Mi respiración es irregular, pero algo no me deja soltarlo y siento que a él le pasa lo mismo.

Pone su otra mano en la parte baja de mi espalda y presiona para que esté más cerca de él, la cercanía entre nuestros cuerpos hacen que sienta tantas cosas en mi estómago.

¿Será que esto es deseo?

El beso que empezó suave ahora se intensifica cada vez más y sin darme cuenta mis brazos están enredados en su cuello. Maicol puso sus dos manos en mi espalda, como en un abrazo y aprieta de mí haciéndome sentir una sensación muy agradable, de pronto un gemido leve sale de su boca y empiezo a darme cuenta todas las cosas que estamos sintiendo, el calor sube a mis mejillas y me obligo a soltarlo antes de que esto se salga de control.

Me separo de él un poco avergonzada, y nuestras manos aflojaron el agarre. Nuestra respiración esta agitada e intento aclarar mi garganta para disimular la vergüenza, no me atrevo a mirarlo a los ojos y él lo nota porque toma de mi mentón para que lo mire y así encontrarme con un brillo especial en sus ojos.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2018 ⏰

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