La hija de Niklaus Mikaelson [Damon y tú]. Actualizada

15.

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Dalia y Jonathan eran hermanos ambos nacidos con los poderes de los Blackwood, el linaje de brujas más poderoso en Inglaterra y por lo que me habían dicho quizás eran el más poderoso de todos
-¿Cómo nos ayudaran?-dijo Freya viéndolos, todos habían bajado y se sorprendieron al ver a los nuevos recién llegados, era como si ninguno quisiera verse en realidad, pero sus diferencias no importaban en ese momento.
-De la misma forma en la que nuestra familia lo hizo antes-respondió Jonathan de manera irónica, me sentí un poco apenada por el comportamiento de Jonathan pero no era ningún secreto que alguno de los Blackwood no estaban de acuerdo con la existencia de los vampiros que amenazaba la de los brujos y la de los humanos. Dalia por otra parte solo se limito a mirar de manera reprobatoria a su hermano mayor
Ambos preparaban las cosas en la mesa mientras los demás se dedicaban a observar sin hablar.

Baje al sótano porque había recordado que ya no tenía suficiente sangre en mi organismo, abrí la nevera y tome una bolsa cuando me di la vuelta Jonathan estaba ahí.
-¿Qué haces?-dijo caminado hacia mí, parecía un tanto alterado, jamás me había visto tomar sangre y yo jamás había dejado que ninguno de ellos me viera hacerlo
-Sabes que la necesito-dije viendo la bolsa.
-Me refiero a esto-dijo levantando los brazos-Ayudarlos-susurró.
-Son mi familia-dije mirándolo.
-Te abandonó durante años-se refería a mi padre.
-No es así, mamá lo dejó y él paso todo el tiempo buscándonos, eso es algo que nunca me dijo mi abuela-lo defendí.
-¿Cómo sabes que no te mintió?-dijo molesto-No lo conoces y ya te puso en peligro.
-Yo decidí venir, están en peligro por mí, sé que no te agradan...-dije y él sonrió.
-¿No me agradan?, los odio por alimentarse de personas inocentes, por pretender ser humanos mientras las personas buenas mueren a cada rato-contestó molesto, sabia exactamente que lo decía por su abuela
-Entonces también me odias a mí-puse la bolsa en sus manos y subí las escaleras de nuevo. Me encontré con Damon lo mire sabía que debía tener los ojos rojos porque me miró, me acerque a él y lo abracé por la cintura, él recargo su barbilla en mi cabeza.
-Klaus no está-dijo Elijah preocupado, en ese momento sentí mi corazón latir muy rápido.

Klaus:

-Me alegró que despertarás-oí esa voz pero no sabía de dónde venía.
Me acostumbre a la luz del lugar pero no vi a nadie conmigo, la voz se oía lejana, trate de moverme y me di cuenta de que estaba atado de manos y pies. No recordaba como era que había llegado a ese lugar, todo estaba borroso en mi mente.
-No trates de soltarte, no podrás-Silas apareció junto con un gran libro, parecía un grimorio pero no estaba seguro de eso-¿Sabes? me sorprendí al descubrir que el Dampir era tu hija-sonrió-Pobre se quedara sin familia de nuevo.
-No la lastimes-dije tratando de levantarme cuando sentí un fuerte dolor.
-Lo lamento olvide decirte que estas bajo un fuerte hechizo, lo más divertido es que si tratas de moverte solo te haces más daño-dijo irónico-¿Qué te parece si hacemos un trato?, la vida del Dampir por la tuya y la de tu familia.
-No-dije negando-Mátame si quieres, pero no lastimes a mi familia y mucho menos a mi hija-rodó los ojos.
-No necesito otro sacrificio que no sea el de ella, pero creo que tendré que presionarlos, esa es la forma en la que todos reaccionan de manera positiva
Se alejo y desapareció por el pasillo, estaba inmovilizado y mi familia corría peligro y yo no podía hacer nada para detenerlo.

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-¿Cómo que no está?-dijo Damon acercándose a él.
-Lo he buscado y no está, además no contesta las llamadas-iba a decir algo cuando Jonathan apareció.
-Lo vi cuando salía-dijo viéndome antes de que alguien le dijera que pasaba.
-¿No lo detuviste?-él bajo la vista, camine hacia la salida y abrí la puerta, pero la mano de Damon me detuvo antes de salir-Debo ir a buscarlo.
-No te dejaré ir sola, Silas esta por ahí esperando a que lo hagas-lo mire mientras me alejaba de la puerta-Quizás sea una trampa y eso es lo que espera que hagas
-Kol irá con nosotros, Elijah llámame en cuanto sepas algo-dijo Damon y en un instante Kol ya estaba en la sala frente a nosotros.
Los tres salimos, pero ninguno sabía por dónde empezar a buscar, el cielo aun estaba claro, pero no había duda de que pronto se oscurecería, así era el clima en Mystic Falls
-¿Crees que la conexión funcione aun?-dijo Kol viéndome, habíamos pasado ya un rato tratando de encontrar a mi padre sin ningún resultado positivo
-No sé, no lo he intentado-dije deteniéndome.
-Trata de concentrarte-dijo Damon, asentí y cerré los ojos tratando de que el dolor apareciera o al menos una imágenes que nos guiaran hasta donde él estaba.
-Ya sé dónde está-dije abriendo los ojos de golpe, las imagénes habían sido muy claras.