28.

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________:

Comencé a abrir mis ojos lentamente, había una luz blanca demasiado cegadora cuando me acostumbre pude mirar mejor el lugar, las paredes eran todas blancas y me encontraba en el piso de aquel extraño lugar, me puse cuidadosamente de pie y note que la herida que Katherine me había causado ya no estaba ahí ahora solo había una cicatriz, el lugar se extendía a un enorme pasillo comencé a caminar pero parecía no tener fin, no sabía donde estaba o si eso era lo que pasaba cuando alguien sobrenatural moría o solo a mí, me senía tranquila no estaba asustada por alguna extraña razón, pero sentía soledad, si iba a quedarme ahí para siempre no quería hacerlo sola.
-¡Hola!-dije pero sólo recibí un eco como respuesta, me sentía sola y frustrada, antes de que todo se volviera negro había escuchado a Damon llorar y suplicar porque me quedara, queía escuchar su voz una vez más y ver su sonrisa que iluminaba sus ojos, era algo que iba a extrañar.
Varias de las puertas estaban cerradas y me hacían caminar directamente al final del pasillo que parecía no tener fin me hizo dudar si en realidad estaba caminando o solo yendo en círculos, antes de que pudiera llegar al otro lado alguien apareció frente a mí, no tuve que mirarla dos veces reconocía ese rostro por las fotos que mi abuela guardaba.
-Mamá-dije y ella asintió, la abrace con fuerza.
-Sabía que te vería algún día-toco mi mejilla-Aunque no sabía de qué forma, estoy tan orgullosa de ti, eres todo lo bueno que siempre imagine-mis ojos se cristalizaron.
-¿Qué es este lugar?-dije viendo todo el pasillo.
-Es el lugar en donde las personas que mueren pero aún tienen algo que hacer se quedan, por ejemplo yo-dijo tomándome de la mano.
-La abuela-dije pero ella negó.
-Ella quería protegerte y verte crecer lo consiguió, te amo más que a nada en este mundo y te dejo para que buscaras a tu padre
-Entonces no es cuestión de tiempo para que también me vaya-dije y ella me miró-Lo único que quería era encontrar a mi padre y lo hice.
-Querida tienes algo más para quedarte, Damon-sonrió.
-Ya no puedo regresar-dije recordando la tristeza de Damon.
-Eres un Dampir eso es lo impresionante, juntan las dos mitades a la perfección.
-Ella me asesinó-dije y ella negó.
-Asesinó a la __________ humana-dijo acomodando un cabello por detrás de mi oreja-Aún queda una más-la miré, eso significaba volver siendo vampiro.
-Seré un vampiro-ella asintió.
-Pero no serás como los demás, tú tienes una familia que te ama y a Damon, ellos te ayudaran a no perderte, sea lo que decidas hacer estaré orgullosa de ti
-Pero si despierto te perderé-dije sujetando su mano con fuerza, era la primera vez que la veía en realidad y me decía a mí misma que podía tratarse de un sueño y de mi deseo de verla.
-Siempre estaré ahí para ti-miro el brazalete que mi padre había puesto en mi muñeca-Te amo _________, siempre te he amado-besó mi frente y después se desvaneció.

Me quede sola hasta que escuche que alguien me llamaba era una voz conocida, me di la vuelta y me encontré con Stefan caminando hacia mí, tenia una sonrisa en su rotro.
-Stefan-dije y lo abracé, él tenía algo que hacer antes de irse como mamá había dicho.
-Me da gusto verte, aunque sea la última vez-dijo quitándose su anillo-Necesito que se lo des a mi hermano tendrá algo de mí después de todo-sonrió cuando me lo entregó, me sorprendía que en verdad sentía el anillo en mi mano
-Lamento lo que pasó-dije y él negó.
-Tenía que hacerlo, ahora puedo irme en paz, dile a Damon que siempre estaré ahí con él aunque no pueda verme-dijo alejándose de mí, lo vi desvanecerse al igual que mi madre y mire su anillo en la palma de mi mano. Me quedé pensando en lo que había dicho mi madre y lo que Stefan acababa de pedirme, si quería hacerlo tenía que regresar y decirle a Damon que Stefan estaba bien y entregarle el único recuerdo que tendrá de él.
Estaba a punto de regresar cuando un pensamiento llego a mi mente: Elena. Ella no estaba muerta pero tenía que estar aquí en alguna parte y debía encontrarla.
Empecé a correr y a llamar a Elena por todo el lugar, pero sólo recibía mi eco como respuesta.
-¡Elena!-dije y una luz ilumino una gran puerta al final del pasillo. Fui hasta allá y mire la habitación estaba oscura y había alguien en medio, me acerque y lo vi, era Elena que se encontraba encadenada a un ataúd.
Sabía que tenía que salvarla y para eso Katherine debía morir y yo ayudaría a Elena.
Regrese al pasillo pero no sabía cómo despertar, hasta que escuche mi nombre pero la voz no la conocía.
-______-repitió no sabía de quien era esa voz pero estaba segura de que trataba de guíarme y yo trate de seguirla cuando una luz me cegó.
Abrí mis ojos lentamente y note que me encontraba en una habitación y que era de noche, me dolía la cabeza pero cuando trate de buscar mi herida esta se había vuelto una cicatriz, había empezado a cambiar podía sentirlo, el latido de mi corazón había desaparecido y era algo que siempre iba a extrañar, me levante pero esta vez lo hice muy rápido.
Mi mano estaba cerrada en forma de puño y cuando la abrí el anillo de Stefan estaba ahí todavía no podía creer cómo era posible, sonreí y salí de la habitación.

Damon:

Estaba abajo con Rebekah, Marcel y Vincent se habían ido en busca de Davina y las demás, las palabras de Vincent me habían dejado con la duda, "alguien como ella no muere tan fácil".
Un ruido me distrajo y miré hacia las escaleras, mi respiración se detuvo cuando la vi parada al final de las escaleras tenía la mirada sobre mí, Rebekah también se había puesto de pie nos quedamos inmóviles como si se tratara de un truco de nuestra mente, pero era ella quería que fuera ella, en el fondo esperaba que aquellas palabras de Vincent tuvieran sentido, la quería viva.

La hija de Niklaus Mikaelson [Damon y tú]. ActualizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora