𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗼 𝗻𝗮𝗱𝗮 !¡!

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Oliver se levantó agitado causando que la chica se despertase.

- ¿Qué haces aquí?-Preguntó Laura frotándose los ojos.
- Anoche bebiste demasiado, me quedé a vigilarte por si te encontrabas mal o me necesitabas.-Explicó Oliver.

Ella asintió, no muy contenta y preguntó por la hora.

- Descansa, por la mañana tienes que repetir un examen importante.
- Algo que no debería hacer si no fuese por ti. Buenas noches.-Se dio media vuelta y volvió a dormir.

Los rayos de luz despertaron a la castaña. Abrió sus ojos con lentitud y pudo comprobar que el mago ya no se encontraba en la habitación, miró el reloj y ya eran las ocho y media de la mañana. Su mejor amiga entró al dormitorio, ya se encontraba vestida y sonrió al visualizar a la francesa.

- Hola.-Saludó dándole una de sus típicas sonrisas.
- Hey.-Se frotó los ojos.
- Levanta, tienes un examen.-Le recordó la rubia.
- Odio a tu hermano.-Volvió a tumbarse para después taparse la cara con su almohada.
- Yo también.-Rió.
- Hola estúpidas, llegó vuestro dios.-Dijo Blaise con un tono divo irrumpiendo en el cuarto

Las brujas empezaron a reír y él también, era raro ver al moreno sacar su lado divertido o divo, era un chico gracioso pero tenía un límite.

- ¿Has estudiado?-Sonrió Laura.
- Por raro que pueda parecer, sí, lo he hecho.-Afirmó Zabini.

El trío fue a desayunar a la mesa de las serpientes y fueron recibidos por sus mejores amigos. Era raro ver a dos leonas siendo más serpientes que los propios Slytherin. Quién sabe, la gente comete errores, el sombrero seleccionador no era excepción.

- Señorita Delacour, Señor Zabini, acompáñenme.-Se acercó a ellos la profesora de Transformaciones.

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- ¿Qué tal el examen?-Preguntó Oliver, el cual se encontraba esperando a la joven al lado de la puerta de clase.
- Muy bien.
- Hay entrenamiento.-Soltó con rapidez.
- Lo sabía.
- ¿Qué?
- Es raro que me esperes sin motivo aparente.-Se encogió Laura de hombros.
- Mhm esta bien, bueno ve a cambiarte, te veo en el campo en media hora.-Se alejó caminando.
- ¡Pero en media hora tengo clase!-Exclamó ella.

Oliver ni si quiera se dignó a contestar, simplemente caminó en dirección al campo de quidditch.

- Estoy harta.-Murmuró sentándose al lado de Theo.
- ¿De tu novio?-Se sentó Draco a su derecha.
- Del imbécil al que llamo novio.-Corrigió la metamorfomaga.
- No me extraña.-Dijo Sophie.
- ¿Nunca tenéis clase?-Alzó el profesor Snape una ceja.
- Hemos terminado los exámenes y las vacaciones de navidad están cerca.-Respondió Laura.
- ¿Vais a uniros a la brigada inquisitorial?-Cuestionó nuevamente.

Todos asintieron y Severus asintió para después marcharse.

- ¿Vas a ir al entrenamiento?-Habló Draco.
- Lamentablemente. No quiero que me echen del equipo, pero preferiría estar en Slytherin.-Suspiró con frustración.
- Llegas tarde.-Exclamó Fred pasando por su lado corriendo.
- Tú también .-Rió Laura levantándose para imitar la acción del joven.

Ambos leones se apresuraron para llegar a la torre de Gryffindor, vestirse y bajar al campo de quidditch. Entraron al vestuario y pudieron divisar a sus compañeros medio dormidos mientras Oliver daba su soporífera charla de siempre.

- Habéis llegado tarde, arreglad eso o marchaos del equipo.-Dijo Oliver con molestia.
- Me dormí.-Se excusó Fred.
- Tenía tutoría con Grengrass, la cual tuve que cancelar para poder venir.-Respondió Laura.
- Que no vuelva a suceder.-Advirtió el capitán.

Ambos asintieron y se quedaron callados atendiendo a la explicación. Draco volvía a estar en la cabeza de la joven bruja, estaba confundida, no sabía si debía dejar al león para irse con la serpiente. Dejarlo significaría romper su amistad y continuar con él sería mentirlo. Perdía sentimientos por minutos, ella solo quería estar con Malfoy.

- Bien, ya está.-Anunció Oliver.

El equipo salió de los vestuarios y se prepararon. El entrenamiento fue muy duro, el chico no tenía compasión con ellos, solo le preocupaba ganar, cuando los jóvenes magos apenas podían volar debido al cansancio.

- ¡Cuidado, Delacour!-Gritó Oliver al ver una bludger dirigirse a la cara de su novia.

Una bludger descontrolada golpeó con fuerza a la castaña en la nariz, por lo que cayó al suelo. Los gemelos se acercaron con rapidez para disculparse, el sueño causó que ellos lanzasen la pelota en la dirección que no era, y que ella no la viera.

- El entrenamiento ha terminado, ¿estás bien?-Se bajó George de su escoba.
- De eso nada.-Replicó Wood.
- Estoy perfectamente, ya lo habéis oído, volvamos arriba.-Sonrió la francesa cínicamente después de limpiarse la sangre.

𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝 {[ oliver wood y tu ]}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora