𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝 {[ oliver wood y tu ]}

𝗋𝖾𝗏𝖾𝗅𝖺𝖽𝗈

HOLA PRIMERO QUE NADA QUIERO MANDAR UN SALUDO A arujasmin1 POR CIERTO,SI OD GUSTAN LAS HISTORIAS DE TERROR SEGUIR A MI PRIMO javiNUX en su historia de Skype maldito soy protagonista junto a mis primos y amigos

NARRA LAURA:

Llegamos a la enfermería y yo trataba de buscar excusas para no ir, estos sitios me deprimen. La señora Pomfrey amenazó a Oliver y ambos se marcharon un momento al pasillo. Me senté en la camilla dando la espalda a la puerta y jugué con una cadenita de plata que llevaba en la muñeca, siempre ha significado mucho para mi, pero nunca pude recordar por qué o quién me la regaló. Escuché la puerta abriéndose pero hice caso omiso, mi pulsera era más importante en ese momento. Un frío suspiro en mi nuca activó todas mis alertas , mi pelo lucía un tono morado oscuro y me debatía entre quedarme quieta o atacar. Me giré con cierta brusquedad y vi a Alicia, mi pelo volvió a ser castaño y rodé mis ojos. Por un momento pensé que iba a ser algo importante.

- Hola serpiente.-Sonrió de manera psicópata.
- ¿Cómo demonios lo haces?-Pregunté frunciendo el ceño.

Ella me miró confundida por un momento y se rascó la cabeza.

- La sonrisa esa, ¿cómo la haces? Yo también quiero hacerla.-Me burlé volviendo a darle la espalda.
- Dulces sueños, desmaius.- Murmuró antes de irse.

A esa chavala se le iba la olla muy a menudo, lamentablemente no pude pararla, tampoco me importó mucho, no había mucha diferencia entre eso y dormir.

NARRA OLIVER:

Junto a Madame Pomfrey, volví a entrar a la enfermería, Laura estaba dormida, algo que nos parecía bastante raro. Nos acercamos a ella y tratamos de despertarla pero no había manera. La enfermera lanzó un hechizo que cancelaba todos los que se hubiesen realizado y mi francesa comenzó a despertar.

-Cariño, ¿estás bien? ¿Quién te a hecho el maleficio?-Le preguntó amablemente la señora Pomfrey.
- Estoy bien, solo algo mareada, necesito volver a mi habitación cuánto antes.-Ignoró una de sus preguntas.
- Pero debes descansar aquí.-Se opuso la mujer.

Laura con cansancio le suplicó ir a su habitación y al final accedió. Caminamos hasta nuestra sala común y tuve que guiarla un poco, cuando me despiste un poco por el camino me di cuenta de que estábamos yendo a la sala común de slytherin.

- Siento lo de las serpientes , estoy algo confundido.-Se disculpó cuando entramos a nuestra sala.
- No tienes de que preocuparte pequeña, deberías ir a dormir, buenas noches.-Sonreí.

Cada uno nos fuimos a nuestra habitación pero a medio noche ella entró a la mía, otra vez estaba teniendo pesadillas. Cuando la vi entrar, la metí en la cama, la atraje hacia mi y la abracé. Acaricié todos y cada uno de los rincones de su cara, ella sonreía ante el tacto pero trataba de dormir.

- Me gusta verte rubia, te queda muy bien ese color.-Susurré provocando que se sonrojara.

- Y adoro verte pareciendo un tomate.-Añadí entre risas.
- Oliver ya me halagarás mañana, ahora hay que dormir.-Bufó ella con una sonrisa y dándome la espalda.

Aun teniendo los ojos cerrados puedo apostar algo a que los rodó.

Narrador exterior:

A la mañana siguiente, Laura se preparó con rapidez y llegó 20 minutos antes de que empezara su clase para hablar con Severus. Oliver estaba confundido, no entendía porque tanto revuelo por una clase de pociones.

NARRA LAURA

Hoy era el primer día de clases y quería contarle a mi padre lo sucedido con Alicia la noche anterior. Mientras bajaba a las mazmorras, escuché unas voces a mi alrededor, parecían estar alejadas ya que no lograba entender ni una palabra. Esas voces no cesaron y comenzaban a darme ansiedad, necesitaba saber que decían.

- Expelliermus.-Susurró Alicia pasando por mi lado.

¿Era en serio? ¡Venga ya! ¿Cuándo demonios iba a aprender a lanzar bien los hechizos? Mi brazo ardía como el infierno y mi única solución fue hacerme la inocente y llegar al despacho de mi padre.

Él estaba dándome la espalda, parecía muy enfrascado en la búsqueda de una poción, por lo que me senté en su mesa y esperé una reacción por su parte, la cual nunca llegó. Rodé mis ojos y me crucé de brazos.

- ¿Sigues buscando tu pequeño cerebro?-Rió con burla mi padre sin mirarme.
- Más bien tu gracia.-Murmuré para mis adentros.
- ¿Qué demonios...? ¡Por Merlín, Laura!-Exclamó mi padre cuando me vio.
- Papá, por favor, para ya.-Lo aparté con suavidad. Estaba inspeccionándome la cara y brazos, resulta que heredé todo tipo de enfermedades muggles que "odian" a la magia.

Mis mejillas parecían las de una ardilla y mi nariz roja como la de un reno, estúpida leona con complejo de Voldemort. Al fin y al cabo, mi rostro volvió a la normalidad con un simple brebaje que poseía mi padre.

Ya era la hora de la clase, lo sabía porque podía escuchar a los alumnos charlando en los pasillos. Salí del despacho y me abrí camino hacia la clase, en el cual me encontré a Oliver y a mi amiga Emily Blake, una alumna slytherin que conocí hace dos años en las tres escobas.

- Mi bebé va a venir esta noche al bosque prohibido conmigo, va a ser una cita romántica.-Comentó Alicia a Parvati y Lavender.

Una sonrisa se formó en mi cara cuando la oí, ¿su bebé? ¿En serio?

- Cariño, ¿cuántos bebés tienes?-Me metí en la conversación riéndome.
- ¿A qué te refieres...?-Cuestionó avergonzada al ver que todos los presentes tenían sus vistas clavadas en nosotras.
- Mi amor, tal vez me quede callada, pero ciega no soy.-Le guiñé un ojo.
- Habló una simple zorrita de papi que no tiene mami porque está bajo custodia de Azkaban.-Atacó ella.

¿Sabes? Creo que todos cometemos errores en nuestras vidas, tal vez el mío sea siempre meterme en problemas o ser borde para ocultar que puedo ser vulnerable, pero el de Alícia Spinnet había sido meterse con los padres de la bruja equivocada.

- Mira... Querida, yo no soy una zorra, yo soy la zorra y para ti, la zorra jefe, ¿entendido? Me da igual todo lo que puedas decir de mi, ¿y sabes qué? Que a nadie le importa, tienes una actitud tan estúpidamente estúpida que agota. No nos importan los chismes o los tíos con los que has estado, crees que por crear rumores sobre la gente serás más popular, pero en vez de dejar a esa persona mal, te estás dejando muy mal a ti misma. Estás sola, aunque no lo creas o lo notes, lo estás, tus amigas son tan falsas que hasta Barbie está celosa. Solías darme mucha pena, pero me he dado cuenta de el tipo de persona que eres, así que hazme un favor, si vas a ser falsa, al menos haz una de tus caras bonitas.-La aparté con brusquedad para entrar a la clase.

Nadie hizo ni un solo comentario, estaban muy sorprendidos por lo recien sucedido.

- ¿El profesor Snape es tu padre?-Se sentó Oliver a mi lado mirándome con los ojos como platos.