𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝 {[ oliver wood y tu ]}

𝗋𝗈𝗆𝗉𝗂𝖾𝗇𝖽𝗈 𝗇𝗈𝗋𝗆𝖺𝗌

« Draco » gemía la francesa una y otra vez, la respiración entrecortada de ambos jovenes y sus propios nombres era lo único que se escuchaba en la habitación. Ella arañaba su espalda y él dejaba marcas por todo su cuerpo, anhelaba hacer saber a todos que Laura Anne Delacour había sido suya.

- Princesa, grita todo lo que quieras, paredes insonorizadas.-Habló entre suspiros el rubio.

Un fuerte golpeteó en la puerta hizo despertar a Draco, el cual ignoró para continuar durmiendo. No notó a la gryffindor y buscó su tacto con rapidez, tras encontrarla, la apegó a su pecho y volvió a descansar.

- ¡Tio despierta que ten-...!-Entró Marcus a la habitación.

Draco siguió ignorándolo y disfrutando del silencio que se había formado en el cuarto hasta que Flint empezó a gritar.

- ¡Tú y Laura habéis tenido sexo!-Cerró la puerta con fuerza y miró a su amigo atónito.
- Marcus en caso de que no te hayas dado cuenta, hay gente durmiendo, por lo que no tiene que enterarse todo el castillo de esto, y hemos hecho el amor, no tenido sexo.-Murmuró lo último.

Marcus se disculpó y bajó el tono mientras observaba el desnudo cuerpo de su amiga, el cual estaba tapado por una sabana. Su rostro emanaba paz y su pelo estaba alborotado, por no olvidar que el color rosado de sus mejillas contrastaban perfectamente con la palidez de su cara.

- ¿Piensas dejar de comerte a mi chica con la mirada o no?-Interrumpió Draco sus pensamientos.
- Lo siento, el profesor Snape se dirigía hacia aquí.-Advirtió Marcus.

Los ojos de Malfoy se abrieron con rapidez y se levantó para buscar sus pantalones.

- Podrías haber empezado por ahí, ¿no crees? Iré a segunda hora.-Gruño Draco después de ponerse su camiseta.

Flint salió del habitáculo tras escuchar a su profesor en el exterior, por lo que el rubio, con preocupación, zarandeó con cuidado a Laura.

- Papi déjame dormir estoy cansada.-Murmuró la castaña con el ceño fruncido, confundiendolo con su padre.
- Bueno, si a partir de ahora quieres llamarme papi por mi no hay problema.-Se burló Draco haciendo que Laura le pegase con la almohada.
- Rubio idiota dame cinco minutos más.-Pidió la chica.

El mago apartó el cabello de su cara y besó sus labios con lentitud para ser apartado por la joven.

- Draco no hagas eso, mi aliento es horrible por la mañana.-Se quejó la castaña abriendo los ojos con pesadez.

Malfoy rió y no le hizo mucho caso ya que volvió a besarla un par de veces más hasta que esta se dejó llevar.

- Podríamos saltarnos las clases, inventarnos algo y repetir lo de ayer.-Sonrió Laura.
- Sería genial si no fuese porque tu padre viene de camino.-Hundió su rostro en el cuello de la adolescente.

Justo cuando Delacour fue a preguntar, un golpeteó en la puerta la interrumpió.

- Flint ya te he dicho que voy a saltarme primera hora.-Exclamó Draco.
- Señor Malfoy, ¿sería usted tan amable de abrirme la puerta?-Cuestionó Severus.

Los rostros de los chicos palidecieron y Laura se pusó una camiseta de la serpiente junto a unos calzoncillos del mismo a gran velocidad para después entrar al baño.
Draco abrió la puerta y trató de tapar el desastre que se encontraba en la habitación.

- A mis oidos ha llegado que un mago de mi casa trajo a una jovencita de otra casa a su habitación para hacer cosas que en este colegio no están permitidas, señor Malfoy, ¿le importaría apartarse?-Informó el profesor.

El rubio lo dejó pasar con ansiedad y el mayor inspeccionó la sala con atención y alzó una ceja al encontrar ropa interior de chica en el suelo.

- Se-Señor puedo explicarlo.-Rió con nerviosismo.
- No me interesa, cuidado con lo que haces, y más te vale que el pequeño Draco no entre en la pequeña Laura.-Lo avisó Snape para desaparecer después.

Laura salió del baño y se tumbó nuevamente en la cama mientras se quejaba de lo cansada que se encontraba.

- Puedo asegurarte que tu padre iba a matarme.-Dijo Draco buscando su uniforme.
- Que va, mi padre te adora, ¿vas a clase?-Miró el desnudo abdomen del chico.
- Princesa mis ojos están aquí arriba y sí, voy a clase.-Rió Malfoy.

Laura apartó la mirada y rodó sus ojos, se incorporó nuevamente y buscó su ropa.

- Nada va a cambiar entre nosotros, ¿cierto?-Cuestionó el platinado.
- Draco llevamos haciendo esto todo el verano, sabes que no.-Sonrió la metamorfomaga y besó sus labios.

Él asintió aliviado y ella se marchó para ir a su habitación a cambiarse ya que se encontraba con la ropa del día anterior. Malfoy se sentía afortunado de tener los privilegios que tenía, ¿quién sabe cuando su vida podría cambiar?