𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝 {[ oliver wood y tu ]}

𝗠𝗮𝗻𝘁𝗲́𝗻 𝗺𝗶 𝗯𝗼𝗻𝗶𝘁𝗼 𝗻𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗳𝘂𝗲𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝘁𝘂 𝗯𝗼𝗰𝗮

— ¿Vas a convertirte en un mortifago tú también?-Preguntó Oliver posicionándose a su lado al verla entrando en clase.-¿Es lo que pretendéis hacer tú y tus amigos? Me parece muy lament...
— Para.-Lo interrumpió y lo miró.-¿De qué coño estás hablando?-Alzó una ceja tratando de hacerse la tonta ante las curiosas miradas de sus compañeros.
— Oh Laura, sabes bi...
— Mantén mi bonito nombre fuera de tu boca.-No lo dejó terminar.
— Pensé que estarías de nuestro lado, tú y yo hemos estado en el mismo bando por mucho tiempo.
— Tú y yo no somos iguales.
— Debe de sentirse horrible eso de tener padres asesinos.-Rió haciendo que varios alumnos de Slytherin lo miraran mal.-Y más aún que tú novio te plante después de ser expuesta, es una vergüenza.
— Ay Oli eres tan gracioso.-Rió Alicia escandalosamente.

Laura rodó sus ojos, cuando se había olvidado de ella, vuelve perralicia, más pesada que nunca.

— No hables de mí como si supieras como me siento, pero adelante, diviértete, realmente no podría importarme menos, simplemente me das más popularidad. Yo solo sé que no soy tu amiga, ni nada, ahora mueve tu culo de escoba a tu sitio y deja a Crabbe sentarse.-Sonrió con cinismo.
— ¿Ocurre algo?-Se transformó la profesora McGonagall en humana.
— Solo pedía a Wood que dejara espacio para Crabbe.-Respondió con inocencia. No sabía porque tenía que actuar así, realmente, ella no había hecho nada, aunque fuera raro, esta vez había sido él quien había comenzado la pelea.
— Terminad vuestros trabajos alumnos, las clases terminan en menos de una semana.-Avisó Minerva.

— Crabbe deja de hacer el estúpido, vas a conseguir que.-Y una explosión levantó el cabello de ambos y puso sus caras perdidas de mejunje morado.-Te lo dije.-Murmuró entre dientes.
— Dijiste que hiciera el hechizo Herbifors.-Se defendió él.
— ¡Avifors! ¡Dije Avifors! Y aunque hubiese dicho Herbifors ni siquiera lo has hecho bien, ¡No hay flores en ningún lado! Incompétent stupide.-De prontó su pequeña estatuilla comenzó a crecer y a convertirse en un enorme pajaro carpintero.
— Muy bien parece que habéis sido los primeros en conseguirlos, sabréis vuestra calificación esta tarde, estará en el tablón de notas. Podéis marcharos.

Ambos asintieron y recogieron sus cosas, iban hechos un cuadro, no esperaban conseguir terminar tan pronto, pero la torpeza de Crabbe y la impaciencia de Laura les llevó al éxito.

— Mueve el culo, tenemos entrenamiento.-Lo agarró del brazo y caminó con él hacia el campo de quidditch.
— Pero nuestras caras...
— Eso se arregla rápido con magia, pero ahora no tenemos tiempo.-Lo interrumpió.
— ¿Por qué estás tan alterada?
— No lo estoy.
— Tienes miedo, ¿verdad?
— Para, no sé de qué demonios hablas.
— Nuestras familias.
— Sí Crabbe, tengo miedo, y mucho además, pero no debes contárselo a nadie.
— Yo también tengo miedo Lau, no quiero que nos maten.

La castaña le dedicó una sonrisa sincera y esto calmó en cierta manera al muchacho.

Desde que Delacour y Wood lo dejaron, él dejó de obligar a sus jugadores a levantarse a las cinco de la mañana, trató de buscar nuevas maneras de gastar el tiempo, maneras que no fueran pensar en ella, pero al ser el quidditch lo único que le quedaba, se obsesionó de nuevo con el juego. Algo que ella nunca sabría y él nunca le contaría fue la razón de su amor por el deporte, Oliver Wood si amaba a la joven francesa, pero su temor a que Laura solo jugara con sus sentimientos o el temor a que él la agobiase hizo que las horas que debía pasar con ella las pasase con el quidditch.

El equipo de quidditch de leones salió en dirección al campo y los ojos de ambos capitanes se abrieron con fuerza al ver al otro equipo en el mismo lugar.

— ¿Qué hacéis aquí, Flint? Gryffindor tenía el campo reservado.-Habló Oliver.
— Tranquilo Wood, tenemos permiso del profesor Snape, gracias a los encantos de mi preciosa novia.-Dijo Draco con satisfacción.