𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝 {[ oliver wood y tu ]}

¿𝗾𝘂𝗶𝗲́𝗻 𝘁𝗲 𝗰𝗿𝗲𝗲𝘀?

-¿Estás bien?-Preguntó Oliver preocupado.
- No sabía que te importaba.-Respondió esta.
- No quiero discutir.
- Bien, porque yo tampoco.
- Genial.

En ese mismo instante, Lavender pasó por su lado caminando y le sonrió al joven. El mago le devolvió el gesto y ella le guiñó un ojo.

- Ya veo que no quieres discutir.-Rió cínicamente la castaña mirando sus zapatos.
- ¿Qué pasa? ¿No puedo saludar a una amiga?
- Oh lo siento mi amor, no sabía que eras su amigo desde hace 23 segundos. Lo siento, fallo mío.
- Deja de actuar así.
- Hey.-Le envió un beso en el aire a un slytherin que caminaba por allí.

El joven le sonrió de vuelta y un sentimiento de ira comenzó a florecer en el pecho del gryffindor.

- ¿Qué demonios estás haciendo? ¡Estoy aquí!-Exclamó Oliver.
- Lo sé, simplemente hago lo mismo que tú-Sonrió ella.

Esta vez dejaron de caminar para mirar cara a cara al otro. Y en el momento más inoportuno, Percy irrumpió en la escena.

- Estoy harta de tu actitud y lo poco que me prestas atención.-Gritaba la francesa a su novio.
- ¿Ah sí? Yo ya estoy cansado de tu chulería y tus aires de superioridad, eres frío y mala, más mala que una falta en el quidditch.-Contestó él en el mismo tono.
- ¡Cómo no! El estúpido quidditch no podía faltar en esta conversación.
- Huh... Hola Laura, ¿podemos hablar un segundo?-Saludó tímidamente Percy.
- ¡Vete!-Respondió Wood.
- ¿Quien te crees que eres para hablarle en ese tono? Percy, quédate.-Ordenó Laura.
- Perfecto, ¿quién falta? ¿Quieres ir a llamar a Draco también?

El pelirrojo no sabía qué hacer en ese momento, era una situación muy violenta e incómoda para él, por lo que decidió disculparse y marcharse del lugar.

- Te hace falta una nueva jugadora en el equipo.
- ¿Qué?-Preguntó confundido.

Laura se quitó la capa con su nombre y se la entregó.

- Y una nueva novia también.-Añadió antes de irse.

Oliver estaba devastado, nunca creyó que realmente llegarían a ese punto y no sabía que podía hacer. Ella corrió tras Percy y él simplemente se quedó ahí, en la misma posición en la que se encontraba cuando la francesa rompió su corazón. Ir tras ella como un perro no era una opción, pero perderla tampoco.

* Después de dos meses*
Cada día que pasaba las dos hermanas siamesas, el apodo que Laura y Sophie habían recibido por parte de los profesores, parecían más serpientes que leones. Draco y la castaña se distanciaron un poco en cuanto a relación ya que él había empezado a quedar con otra chica. Delacour sabía que había perdido su oportunidad con el rubio, pero eso no hizo que ellos dejaran de ser íntimos. Oliver salía con alguien, una gryffindor un año mayor que ellos que había venido de la antigua academia de Laura, la detestaba, sobre todo porque descubrió que justo antes de romper, Oliver había engañado a Laura con ella. La amistad entre los dos protagonistas había muerto hacía mucho tiempo y la joven había dejado el equipo con tal de verlo menos. Los exámenes TIMO se acercaban y sinceramente no tenían mucho tiempo para pensar en otra cosa, salvo estudiar y montar fiestas.

- Hey.-Sonrió Laura entrando a la sala común.
- Hola.Respondió Chloe con sequedad.
- Contigo no hablaba barbie falsa.-La miró con desagrado.
- No le hables así a mi novia.-Intervino Oliver.
- La hablaré como me de la gana.-Respondió la castaña.

Sus amigos los miraron algo incómodos, era de las primeras veces que se dirigían la palabra y sabían que cuando lo hacían, nunca acababa bien. La novia de Wood se hizo la ofendida y le pidió al capitán subir a su habitación, cosa que él hizo sin siquiera rechistar.

- ¿Lau puedes subir a mi cuarto y coger unas cervezas de mantequilla? Vamos a hacer una fiesta.-Anunció Fred tratando de calmar la tensión en el ambiente.
- Claro, ¿y si la hacemos en el gran comedor?, podríamos preguntar a mi padre.-Aceptó Laura.
- Suena bien, voy contigo.-Se levantó Sophie.
- Nosotros iremos a por la comida.-Dijeron los gemelos junto a Lee.
- No tardéis mucho, en media hora debemos estar aquí.-Pidió George.
- Sí, papá.-Rieron las brujas.

Los jóvenes imitaron su acción y salieron por el retrato de la dama gorda. Todos pusieron de su parte e hicieron su trabajo, consiguiendo que los profesores aceptaran hacer la fiesta con el precio de que era para todas las casas.

- Hola, ¿podemos hablar?-La paró Blaise.
- Por supuesto, Soph vuelvo enseguida, ¿ocurre algo?-Preguntó la castaña alejándose un poco de su mejor amiga.
- Mi padre... Ha llegado una carta.-Se la extendió.

Ella alzó una ceja para después cogerla con cierta confusión. Él le indicó que debía abrirla antes de ir al gran comedor, cuando estuviese sola.

- Me das miedo, Zabini.-Rió Laura.
- Eso espero, Delacour.-Sonrió él antes de marcharse.