𝘀𝗲𝗿𝗽𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀

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- Alumnos fuera de sus dormitorios en mitad de la noche, interesante, volver a la cama y 20 puntos menos para Slytherin y 20 menos para Gryffindor.-Murmuró el profesor Snape.

Ambos magos hicieron una mueca y caminaron en la dirección ordenada.

- ¿Qué significa esto, Laura?-La agarró del brazo cuando vio que se disponía a subir a su sala común.
- ¿El qué?-Frunció el ceño.
- Nos hemos besado , me has dicho que te gusto.
- Buenas noches.-Resopló la castaña abandonándolo al pie de la escalera.

Las clases habían sido canceladas tras las inesperadas noticias, o quizá no tan inesperadas, de la huida en Azkaban por varios de los mayores mortífagos.

-Blaise, ¿podemos hablar?-Preguntó la bruja al divisar al chico sentado en su mesa del gran comedor.
- Claro, ¿qué ocurre?-Habló el moreno.
- El plan está ya en marcha, necesito ir a ver a Dumbledore.
- Iré contigo, vamos.

Los dos magos fueron al despacho del director pero no lo encontraron. Curiosearon los extraños artilugios que poseía el mago y Laura encontró el sombrero seleccionador, lo cual llamó aún más su atención.

- Buenos días señorita Delacour.-Saludó el sombrero.

La vista del moreno se centró en el trozo de tela y la joven castaña sonrió de lado.

- Pensaba que solo hablabas cuando te colocaban en una cabeza.
- Está preocupada, ¿cierto?, no debe estarlo, haga lo correcto y no se deje llevar por sus raíces francesas.
- ¿Cómo sé que no se equivoca?-Alzó una ceja con algo de molestia.
- Nunca me equivoco, solo lo he hecho 7 veces en mi larga y aburrida existencia. Entre esos errores están usted y la señorita Wood...

Los adolescentes se miraron y una sensación de alivio inundó el cuerpo de la más pequeña.

- Yo cuidaría las palabras que está usando para referirse a mi.
- Mis disculpas, señorita Delacour, su padre quiso cambiar la historia, usted es una Slytherin.-Se lamentó el sombrero.

- Es usted una Slytherin en toda regla, señorita Snape, astuta, fría, calculadora y arrogante.-Habló el director tomando asiento en su escritorio.
- Señorita Delacour, señor.-Le corrigió a la par que imitaba la acción del hombre.
- Creo que yo...-Trató Blaise de escapar de la situación.

Laura lo agarró de la mano con fuerza y Zabini se sentó a su lado.

- ¿Cuáles son sus planes?-Cuestionó el anciano.
- ¿Disculpe?
- Los del señor tenebroso, sé que sus padres e incluso ustedes, están involucrados.
- Quiero el traslado de casa, esta noche quiero estar ya en Slytherin, no me gusta el color rojo, y Sophia lo detesta.-Abandonó la habitación con el pelo del mismo color que había mencionado.

- Yo uh...
- Marchese, señor Zabini.

El moreno asintió y salió del despacho con rapidez. Se alegraba de la noticia pero a la vez estaba asustado, no sabía de que manera podría afectar eso a su amistad con la francesa o como le afectaría a ella.

- ¿Qué ocurre?-Preguntó Sophie al ver a Laura entrando a la habitación con tanta energía.
- Recoge tus cosas.
- ¿Qué?
- Recoge tus cosas, serpiente.

Una sonrisa iluminó el rostro de la rubia quien pegó un salto de su cama y abrazó con fuerza a su amiga.

- ¿Es una broma?
- El sombrero seleccionador nos cambió de casa, éramos Slytherin, nuestros padres no querían que lo fuéramos.
- Recojamos nuestras cosas entonces.

(XXX)

La noche había llegado, las cosas de las siamesas desaparecieron de su antigua habitación y aparecieron en una de las mazmorras, junto a la de Pansy y Daphne Greengrass. Ambas chicas caminaron rumbo a la sala común de Slytherin con algo de nerviosismo, no era su primera vez allí pero sí su primera vez como serpientes.

- ¡No sabes cuánto nos alegra saber que eres una serpiente! -Exclamó Theo abrazándolas una vez entraron.
- Mis chicas favoritas.-Se unió Blaise.
- Las mejores.-Dijo esta vez Marcus.

Las brujas sonrieron y les abrazaron con fuerza, sin duda tenían a los mejores amigos, o eso creían ellas. Pasaron el resto de la noche sentados en los sillones junto al fuego, hablando sobre temas aleatorios a la vez que contaban chistes.

- ¿Entrarás al equipo de Quidditch?-Preguntó Flint con esperanza refiriéndose a Laura.
- Por supuesto que sí, debo hacer ganar a mi casa.-Contestó ella.
- ¿Dónde está Malfoy?-Frunció Sophie el ceño con extrañeza.

Un silencio algo incómodo se formó a su alrededor, la verdad es que no tenían ni la menor idea de donde se encontraban el platinado.

- Creemos que está en su habitación, bebiendo.-Murmuró Blaise lo último.
- ¿No puede beber aquí?-Rió Laura sin entender a lo que se refería.
- Bebiendo alcohol.
- Oh.-Fue lo único que pudo comentar Delacour.
- ¿Sabíais que el que no debe ser nombrado está a punto de atacar?-Trató de cambiar de tema Theo.
-Sí y la verdad estamos asustados, además, mis padres son muy fieles al señor tenebroso y a mi...A mi eso no me gusta...-Respondió Marcus.
- Lo mismo digo.-Añadió Laura.
- Tengo suerte de que mis padres no sean mortífagos.-Se puso la rubia una mano en el pecho.
- Y que lo digas, ¿cómo es que te juntas con nosotros?-Preguntó Blaise.
- Que mis padres no sean mortífagos no significa que yo no pueda ser mala o rebelde.-Se tomó una pausa para reír.-No apoyo al señor tenebroso, pero sé cuáles son mis prioridades y además, Laur es mi mejor amiga.

La chica mencionada sonrió ante el comentario de su amiga, sin duda, estar en Slytherin haría a las chicas comportarse como realmente eran. Podían dejar de aparentar ser las chicas perfectas, ya tenían cierta fama de serpientes, ¿pero ahora? Ahora eran Slytherin. Desde el momento en el que la metamorfomaga entró a la sala común se convirtió en la princesa de la casa verde, no había ni un solo alumno que no la temía.

𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝 {[ oliver wood y tu ]}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora