Imperfecta (Golden Freddy x Freddy)

Imperfecta: Día 26

Boda.

– Auch –se quejó el castaño cuando sintió un jalón en su pelo, en esos momentos Joy lo estaba peinando.

– Deja de quejarte por todo –le dijo Bonnie mirándolo con una sonrisa, mientras comía unas gomitas.

– Como a ti no te están torturando el cabello –respondió el chico para después volver a quejarse.

– Lo siento –pidió Joy sonriendo nerviosa.

– Está bien, yo te pedí el favor –contesto en un suspiro.

– Si te cortaras esas greñas las cosas serían diferentes –comento Patricia quien jugaba con el cabello de Abby.

– Pareciera que fue ayer cuando llegaste a mi oficina a pedirme consejos para declararte a tu seme –murmuro con voz soñadora la pelirroja– y hoy te veo aquí, apunto de atarte a uno solo... sin que me hayas dado un trio GoldenxFreddyxBonnie... –el recordarlo lo último, un aura deprimente la rodeo.

– ¡Deja de llamarme uke! –chillo el castaño.

– No gracias, soy hetero –le contesto el peli morado, ladeando la cabeza de un lado al otro.

– Yo decía lo mismo, y mírame –menciono Joy sonriendo de lado, recordando a su nada dulce, pero hermosa novia.

– Como me destruiste las ilusiones de BxB, al menos búscate pareja ¿no? –pidió Abby acercándose al castaño para echarle perfume, aunque se pasó un poco y provoco que todos en la sala terminaran tosiendo y cubriendo sus narices y bocas.

– Bueno... –murmuro el peli morado cuando pudo parar de toser, miro a su alrededor hasta que lo vio, se inclinó extendiendo una de sus manos, como si recitara un poema–. ¿Te gustaría ser mi novio y amante de aquí hasta el final de nuestras vidas?

– Eh... eso es un espejo –murmuro la rubia alzando una ceja extrañada, el castaño solo puso una sonrisa torcida.

– Lo sé, que mejor amante que yo –respondió abrazándose a sí mismo.

– Nota mental, este muere virgen –murmuro Patricia comiéndose las gomitas del oji rojo, que volteo a verla como si fuera la niña del exorcista.

Mientras esos dos comenzaban a forcejear por los dulces, a la habitación entro Fredbear, el cual tenia su corbatín como vestimenta, el castaño sonrío al verlo palmeando sus rodillas, el perrito se lanzo encima de él lamiéndole la cara.

– ¿Tú también estas feliz, verdad? –pregunto acariciando su cabeza, ganando un ladrido de respuesta.

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Mientras tanto con el otro novio, que mantenía en su habitación un ambiente más tranquilo y pacífico.

– ¿¡Cómo que no vas a llegar hijo de tu puta madre!? –grito Sharon al teléfono, haciendo estremecer a un joven peli turquesa que ayudaba al rubio a ponerse la corbata.

– Esta tipa es peor que Mangle en sus días –pensó mirando a la pelinegra gritonear y mandar maldiciones al padre de Golden, regreso la mirada al novio quien simplemente suspiro con resignación.

– Gracias –murmuro antes de ir donde la histérica Sharon y quitarle el teléfono–. Déjalo, no es como si contase con él de todas formas –le dijo antes de colgar; los presentes, que eran los antes mencionados, Chica y Foxy, le miraron con algo de pena.

– Venga, anímate, deberías estar feliz este día –animo el pelirrojo–, digo, el día de la boda es el único día feliz en un matrimonio.

– ¿Disculpa? –pregunto su esposa, cruzándose de brazos, el oji ámbar rio tenso.