A medida que vamos creciendo hacemos nuestra propia vida, nuestro propio futuro... Creamos nuestra propia historia, sin embargo, para algunos eso no consta. Por más que lo intentan cambiar... su destino siempre será el mismo.
Porque al fin y al cabo...
Black, sin fuerzas cayó al piso tocando su pecho. Sentía un nuevo poder correr por sus venas. Era algo... extasiante. En sí, la sensación de volverse poderoso lo era.
Nala había ido en su "ayuda", cosa de la que al instante se arrepintió. Debía matarlo mientras pudiera; vengar su mundo.
Con su mano derecha apuntó una esfera de ki hacia él, quien seguía de cuclillas en el piso. Pero... no pudo hacerlo, algo se lo impedía, y ese algo le hizo gruñir frustrada.
La Saiyajin le da la espalda. Necesitaba escapar de allí lo más rápido posible. Aunque no pudo pensar mucho en las rutas de salida, una respiración en su nuca le hizo enderezar en su lugar.
—¿Eres idiota? Has perdido tu oportunidad linda, ahora viene la mía.
Una bola de ki fue formada por Black. No andaba con rodeos, acabaría con aquella entrometida a como dé lugar. Apuntó a su espalda, y Nala vió la muerte venir, pero algo ocurrió.
Más bien, algo ocurrió a Black. Un recuerdo, algo como un flash hizo click en su cabeza, desconcertándole...
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Aquella chica le tenía hasta la coronilla. Nunca dejaba de hincharle las pelotas, y eso le tenía sumamente cabreado.
¡Era irritante! Pero ese día se había excedido. De una u otra forma aquella Saiyajin había descubierto sus planes de extinguir a la raza humana. ¡No sabía cómo! Pero sintió el corazón en la garganta al oírla dándole "pistas" a Gowasu.
¡Si ese viejo descubría sus planes estaría en problemas! ¡¡Y en unos muy graves!!
Debía deshacerse de ella a como dé lugar. Y eso iba a hacer.
Se encontraba tras de ella, poseía una esfera de ki en mano con el poder suficiente para volverla nada más que polvo.
—Así que... ¿me piensas matar?—preguntó aquella chica sin siquiera un deje de temor. Absolutamente nada.
—Después de todo, del polvo venimos y hacia el polvo vamos—había sido su única respuesta.
Ella sonrió. Zamasu no veía venir lo que haría a continuación...
—Se me ocurre algo mejor.—La peli negra se volteó, y sin darle oportunidad de reaccionar juntó sus labios a los suyos.
El futuro Kaio shin sólo se dejó llevar...
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Black reaccionó con un fuerte dolor de cabeza. Ambos se encontraban en la misma posición.
No sabía cómo había pasado "aquello" por su mente, pero dudaba que fuera un recuerdo ¡No recordaba haber pasado por aquello! Aunque como consecuencia a tal cuerpo, no recordaba bien muchas cosas vividas en su verdadero cuerpo.
Pero tomaría aquello como una fantasía. Quizás, al ver a una chica tan linda, su mente había decidido jugar con él ¡o que sabía!
«Debo de estar loco», pensó al golpear la nuca de Nala, y sin dejarla caer la sostuvo para así subirla a su hombro.
«Completamente loco», se dijo a sí mismo, y emprendió vuelo hacia la cabaña en la que residía.
