Dieciocho.

453 70 20
                                    


—¡Ay, Ren! ¡Fue un gusto brindarte hospedaje!

—Señor Gowasu... el gusto es mío.

La chica miró a Zamasu despidiéndose con la mirada. Gowasu no sabía nada de lo de ellos, así que eran cautelosos.

—Zamasu ¿Podrías llevarla de vuelta a su universo?—El joven aspirante asistió y se acercó a la chica.
No tardó en tomar su hombro y transportarse.

«De todas formas, podremos despedirnos igual que anoche», pensó sonriendo. Sonrisa que su maestro no alcanzó a notar.

Todo pasó como un flash, en un abrir y cerrar los ojos aquel recuerdo atacó su mente, mareándole

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todo pasó como un flash, en un abrir y cerrar los ojos aquel recuerdo atacó su mente, mareándole. Pero Nala no le tomó relevancia y optó por responder al "sujeto verde". 

—No, no sucede nada. Sólo... me molesta la presencia de ese idiota—Respondió Nala rascando, por inercia, su nuca. Al notar lo que hacía, se detuvo al instante, colocando ambas manos a los costados de su cintura.

«Me sentí tan... Goku», pensó divertida.

—Recuerdo haberte oído decir que querías hablar conmigo.

—Ah, sí... jeje—Rió nerviosa, a lo que Zamasu alzó una ceja.

—¿Entonces...?

«De todas formas... Es mi momento de sacar información, aunque no deba preguntar de mi "pasado", tengo otras dudas», pensó la chica mordiendo su labio inferior.

—Tengo una duda...—Zamasu le miró esperando que continuara, y así lo hizo—¿Quién mierda es Black?

El sujeto sonrió como si estuviera esperando tal interrogante por parte de la chica.

—Soy yo—Es lo único que contestó.

Y bien, ella al instante frunció las cejas.

«¿Black es él?».

Debido a la cara de ésta, Zamasu ríe y le invita a tomar asiento, cosa que ambos hacen.

—Creo que ya sabes que existe un dragón que puede pedir deseos ¿no?—Nala asiste con su cabeza, y Zamasu se apresura a contar.

Mientras tanto, dentro de la casa, un sujeto de cabellos parados caminaba de un lado a otro con malestar.

«¡Estúpida humana!», pensó recordando el como su "aliado" le corría para poder hablar con ésta.

—Ahora sólo falta que estén tomando el té—Se dijo con ironía.

[...]


Nala entró a la casa totalmente pálida. Black le vió, y no tardó en acercarse con intenciones de descargar su enfado. Pero como si fuese invisible, ésta le pasó de largo caminando a "su habitación".

Tenía cosas en las que pensar...

¿Zamasu había pedido cambiar el cuerpo de Goku con el suyo? ¿Le había matado tanto a él como a Milk?

¿Así comenzó a matar a todos?

«¡Pobre de Goku! ¡Menudo trauma que se habrá llevado al verse a sí mismo como un ser verde!». 

Al cerrar la puerta tras de sí, no notó -sino hasta que Black habló- que alguien aparte de ella había quedado dentro.

—¿Te atreves a ignorar a un Dios?—Recriminó, a lo que Nala se voltea a su dirección. Sin que éste se lo esperara, camina hacia él dejando la distancia entre ambos casi nula.

—¿Qué te hicieron?—Black pudo notar los ojos vidriosos de la chica. Totalmente anonadado se quedó paralizado en su lugar.

«Da la impresión de estar hablando conmigo, pero no lo siento así», pensó éste extrañado.

Un roce en su mejilla le otorgó más de un escalofrío. La mano de Nala le acariciaba el rostro sin dejar de mirarle a los ojos.

«¿Qué demonios?», pensaba más que confuso. A simple vista es como si le hablara a él, pero... la chica se concentraba en su cuerpo... como si le hablara a éste.

«Como si hablara con el tal Goku», pensó atando cabos.

—¿Habrás sufrido?—Preguntó Nala ahora acariciándole con ambas manos el rostro. La chica parecía estar shockeada, y lo estaba.

Black no tardó en entender la situación y posó sus manos sobre las de la chica para detenerle en sus caricias.

«Cómo se atreve a tratarme como si fuera él...», pensó éste con enfado. Una cosa es que le llamaran "Black Goku", nombre -a su criterio- totalmente ridículo. Y otra, era que ella le tratara como si fuera ese Saiyaidiota.

Pero el chico no vio venir lo que pasaría a continuación​, sólo pudo notarlo al sentir un peso en sus labios.
Ella le estaba besando, Black no tardó en abrir sus ojos más de lo normal debido a la sorpresa, pero tampoco tardó en corresponderle.

«Quizás de todas formas sacaré provecho. No me hace mal divertirme un poco», pensó sosteniendo la  cintura de ésta para dirigirle a la cama.

—Goku...—Suspiró Nala entre besos, tras sentirse chocar contra la blanda superficie.

—Nala...—Espetó Black, siguiéndole el juego, riendo internamente, y acostándole para seguido de ello hacerlo sobre ésta.

«Sólo por hoy seré quien quieras que sea, humana».

BLACK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora