Veinticinco.

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No sé el porqué de la separación de Vegetto. Eso le tocaba a Zamasu ¿no?
Lo peor de todo es que no quedan semillas ¡Dios! ¿Qué haremos ahora? Miro a Trunks, y una idea se cruza por mi cabeza.

—Eh... Trunks ¿esa técnica...?—Al instante su cara se ilumina.

—La perfeccioné. Quizás pueda hacerla, pero... necesitamos distraer a Zamasu.

—Cúrame

—¿Qué?

—Sólo hazlo, ¡ya!—Sus manos se posaron sobre mí, sin tocarme. Un resplandor salió de éstas y poco a poco sentí como las heridas se sanaban y mi ki de restauraba por completo.

Increíble.

—Ve por ellos. Yo distraigo al monstruo.

—¡¡Pe..pero Nala!!

—Trunks, estaré bien... ahora es tu turno de confiar en mí.—Trunks asiste con su cabeza y no tardé en entrar en escena con un puñetazo hacia Zamasu.

Por el impulso de mi "golpe sorpresa" éste suelta a Goku y Vegeta quienes en tales momentos estaban siendo estrangulados, pero la cabeza de Zamasu ni se movió... Ahora pensándolo bien quizás los soltó para tan sólo golpearme mejor.

—Miren a quien tenemos aquí... a la perra traicionera.

—Miren a quien tenemos aquí... al verde que se cree Dios, y ni siquiera logró ser Kaio sh...—Su agarre en mi cuello interrumpe mi amado insulto, y un rodillazo en mi estómago no tardó en hacerse presente haciendo que suelte el aire retenido.

Mierda...

Zamasu me suelta, pero no por mucho... Apenas logré tomar una bocanada de aire cuando sentí un dolor punzante esta vez en mi mejilla.

Diablos, eso se pondrá morado...

No sé cómo fue que lo hizo, pero una especie de pequeña apertura en el cielo se hizo presente causando que tragara en seco. Zamasu de una patada en mi espalda baja me lanzó a éste, y sentí unas intensas ganas de vomitar.

Otro puñetazo llegó a mi rostro en cuanto aparecí... ¿nuevamente allí?

Esto no me gusta para nada...

Ya comenzaba a ver borroso... el no poder respirar con normalidad aumentaba mi sensibilidad al mareo; sobretodo cuando el verde me volvió a lanzar a otra "apertura", y como lo suponía volví con Zamasu, pero éste no hizo más que recibirme de brazos abiertos así que choqué con su pecho.

—Eres una sucia humana...—susurra y me abraza con fuerza. No con una fuerza cariñosa o algo por el estilo... Enserio estaba doliendo ello, poco a poco sentía como mis fuerzas decaían mientras el sonido de mis huesos aumentaba.

Ya iba a desmayarme, quería vomitar, pero... simplemente el verde se detuvo. Comencé a toser, juro que vi algo de sangre escurrir de mi boca... Un brazo se aferró a mi garganta y  quise desmayarme de una vez por todas.

—¡¡Mira a esos humanos, Ren!! ¡¡Mira en lo que te has convertido!!

Y le sigue con Ren...

La posición me hacía mirar en dirección a todos, y me enfoqué especialmente en Goku que trataba de ponerse de pie, pero Vegeta le sostenía para que le terminaran de curar.

—¡¡Padre, ayúdala!!—Veo como el nombrado se coloca de pie y comienza a volar hacia nosotros, pero unas series de bloques comenzaron a volar y caer en dirección a éste que comenzó a esquivar y quebrar unas cuantas que estaban por caer en Goku y Trunks.

—Eso lo mantendrá ocupado—susurra Zamasu: autor de tales bloques—. Mientras que tú, Ren...—Siento como su agarre se intensifica—... ¡¡Traicionaste tus ideales y fornicaste con ese asqueroso Saiyajin!!

No... no puedo... respirar... Mi... mis pulmones arden...

—¡¡Te dije que serías la única humana que dejaría con vida y aún así cuando te volví a encontrar estabas con él, pecando, cayendo en burdo!!

Pequeñas imágenes se hicieron presentes, tan fugaces que... no pude discernir nada...

—¡¡Has traicionado a un Dios, Ren!! ¡¡Te has convertido en una asquerosa humana pecadora!!

—¡Listo!—Escuché a Trunks a lo lejos... mis ojos comenzaban a cerrarse...

—¡¡Y morirás como una!!—Y ya está, el agarre se desvaneció, y el resto fue como si estuviera flotando hasta que unos brazos me rodearon.

—No te atrevas a morir, Nala. Lo has prometido—. Pero no escuché más, lo borroso se convirtió en nada más que oscuridad.

BLACK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora