Capítulo 3. "El verdadero Goku".

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El cielo se volvió opaco, pareciera como si hubiese una tormenta próxima, pero no... No era por aquello. Una nave extraña había hecho su aparición fuera de la famosa Corporación Cápsula, y un chiquillo se elevó a la altura de ésta para lograr ver el interior​.

Sin embargo, Bulma reconoció la nave al instante. Sobretodo la palabra que llevaba grabada:

Hope

Mientras tanto, en el mismo lugar, pero en distinto tiempo. Un sujeto con ceño fruncido buscaba sin resultados a los dueños de tal máquina.

—Los encontraré, Saiyajins...



—¡Esto es una emergencia!—Ambos viajeros del tiempo se encontraban recostados en una cama por separado

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—¡Esto es una emergencia!—Ambos viajeros del tiempo se encontraban recostados en una cama por separado. La chica se desangraba, tenía cortes profundos, y Trunks no se quedaba atrás—. ¡Vengan rápido!

Bulma mostró el rostro de Mirai Trunks. Aunque no el de la chica —ya que jamás la había visto en su vida—, y cortó la comunicación con Goku y Vegeta. Claro, sin antes pedirles semillas.

Todo ocurrió tan rápido... El Dios de la destrucción con su ángel llevándolos, Goku desviando su camino para ir por las semillas, pero finalmente todos estuvieron reunidos alrededor de tales sujetos.

Bulma no tardó en dar una semilla a Trunks. Aunque no a Nala. Había que comprenderla ¿Y si era una enemiga?
¿Y si sólo se había colado en la nave de Trunks? Su rostro no le era conocido en lo absoluto. Mejor esperaría la autorización de su hijo del futuro.

—Mal... maldito.—Bulma se giró hacia su hijo y éste se había lanzado hacia Goku. De un golpe le hizo reaccionar. ¿¿Acaso el viaje en el tiempo le había podrido las neuronas??

—Tranquilo Trunks, soy yo... Goku.

—Creía que estaba muerto, perdón señor.

Pero aquella burbuja de reconcilio se rompió. Un vago pero importante recuerdo invadió a Trunks.

—¡Nala!

—¡¿Nala?!—preguntaron todos no entendiendo nada. Trunks corrió a la cama donde estaba su amiga, y no tardó en darle a comer una de las semillas.

—Por favor... traga—susurró oyendo el sonido de la semilla siendo mordida. Cuando la tragó, sus ojos se abrieron de golpe.

Miró a Trunks, pero se congeló al ver a quien estaba tras de él... Goku

La chica Saiyajin se había acabado de escapar de casa de Goku

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La chica Saiyajin se había acabado de escapar de casa de Goku. No es que la hubiera tratado mal o algo por el estilo, sólo es que le había oído discutir con su esposa al parecer por su propia culpa. Así que... aquello era lo mejor. Pero algo malo sucedió. No midió la gravedad de sus heridas, pues sin más cayó desmayada en medio del Monte Paoz.

Al abrir sus ojos, lo primero que​ vio fue a un gran grupo de sujetos quienes la miraban extrañados, bueno, miraban más su cola...
Se preguntó que tenían todos contra su colita. Pues para ella sólo era una cola.

Entre el gran grupo de sujetos uno destacaba. Uno de cabellos parados.
Nala se sorprendió, más bien se puso feliz. Al menos podría confiar en que esos extraños no le harían daño.

Trató de colocarse de pie, pero una mano en su clavícula la detuvo.
Era una chica de cabello celeste quien miraba mal al de cabellos parados: Goku.

—¿No ves su estado? ¡¿Cómo no pudiste llevarla a un hospital?!

—Ay Bulma, sabes que los hospitales no me gustan. ¿Y cómo sabes que no le gustan a ella? Quise prevenir...

—Tchk... ¡¡idiota!!

Nala no entendía nada, pero Goku estaba allí, y aquello le brindaba la confianza suficiente para no correr como desquiciada. Aunque en esas condiciones tampoco se podría decir que hubiera podido llegar tan lejos...

 Aunque en esas condiciones tampoco se podría decir que hubiera podido llegar tan lejos

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Nala sólo bajó la mirada. No quería mirarle a los ojos, no creía poder soportar ver los del verdadero Goku.
Al contrario de éste último. Aquella chica le daba curiosidad, demasiada.

Ya tendría oportunidad para conocerla más a fondo.

—Nala ¿estás bien?—le susurra Trunks sabiendo por lo que pasaba. Volver a ver a Goku no parecía ser un golpe suave.

—Sí ¿Puedo ir a un baño? Necesito tomar aire.

—Tranquila, ya le digo a mi madre.

Trunks caminó hacia la nombrada y le susurró algo al oído. Bulma le miró interrogante, pero Trunks prometió explicarle en algún momento.

Bulma asistió, y Trunks se volvió hacia Nala asistiendo con su cabeza.
Ésta se puso de pie, y bajo la mirada de todos caminó en silencio hacia el interior de la casa. Pero algo se le pasó por alto.

Su cola se movía de un lado a otro, cosa que impresionó a más de uno.
Goku sólo la siguió con la mirada.

¿Era Saiyajin?
Eso aumentaba aún más su curiosidad y ganas de conocerla a fondo.

—Señor Goku...

El nombrado se volteó hacia Trunks quien le notó mirando a Nala.

«¡Que tonto! ¡Quizás ella era su novia y yo mirándole de esa forma!», se reclamó el nombrado a sí mismo.

Pero Trunks sólo sonrió.

—Quisiera probar su poder...

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