Dieciséis.

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Goku

Pensando.
Eso hacíamos, o tratábamos de hacer todos sentados en los sillones de la Corporación.
¿Cómo matar a un inmortal? Está de locos ¿no?

Ay, Nala se negó a venir con nosotros, y nuevamente la culpa me carcome. ¡Que malo es Vegeta! ¡Me dejó inconsciente!

Miro a Trunks hacer una señalética a mi dirección, y sin tratar de llamar la atención, me coloco de pie. Pero aquello no resulta... Todos me miran esperando mi próximo paso, sin embargo, sólo salgo al patio.

Siento a Trunks a mis espaldas, y volteo para mirarle.

—Agradezco que se preocupe por Nala—Es lo primero que dice, y niego con la cabeza.

—Es mi culpa que se encuentre en aquel lugar, con tales villanos, sufriendo no sé qué cosas—Un escalofrío me recorrió al recordar las palabras de Black

«Qué no le hice».

—No es su culpa señor Goku. El hecho de que Nala le hubiera tratado de proteger aquel día, es porque le aprecia mucho—De un momento a otro ya sentía mis mejillas arder «Fuimos más que eso», palabras de Nala que no me hicieron más que cohibir.

—Trunks... Nala y yo, en el pasado, ¿fuimos...?

—Sí, lo fueron... Ella se sintió destrozada por su muerte, aún le es duro verle a la cara—Más rojo me sentía, pero las últimas palabras de parte​ de Trunks me hicieron sentir una clase de ¿tristeza?

—Y... ¿cómo la conocí?—El sentimiento de culpa cada vez desaparecía más. Ahora tenía curiosidad por Nala y yo. Nuestro "posible" futuro ¿Por qué ella no existe en este tiempo?

—Yo era un recién nacido cuando usted murió, señor. Pero... Nala me lo contó todo, bueno... todo lo que recordaba desde llegar a la Tierra, y todo lo que usted le había contado en aquel tiempo.

—Cuéntame—Trunks me mira con asombro, pero termina por sonreír.

—Todo comenzó cuando usted, señor Goku...

El Saiyajin había acabado de aterrizar, y salió de su nave ya listo para volver a casa

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El Saiyajin había acabado de aterrizar, y salió de su nave ya listo para volver a casa. Moría de hambre.

Pero un ki cerca llamó su atención. Era un ki extraño, uno que nunca antes había sentido.

Y allí el sujeto puso en práctica la técnica que aprendió en aquel planeta lejano.

La tele transportación.

Frente a éste había una nave ¡Era enorme! La curiosidad le comenzaba a consumir. Ni cuenta se dió cuando fue que entró, pero estaba explorando cada rincón de aquel artefacto.

Una melena negra llama su atención.
¡Había alguien! Claro... que clase de nave avanza sola por el espacio para aterrizar donde se le plazca.
Pero hablaban de Goku que por la nave, claramente había olvidado aquel ki.

El chico se queda escondido tras una pared. Al tratar de volver a mirar, nota que la figura no mueve músculo alguno. Cosa bastante extraña...

Al volverse a asomar -esta vez con más confianza- ve una... ¿¡cola!?

Éste, asombrado el doble se asoma por completo. La figura se trataba de una hermosa chica cuales ojos cerrados, y rasgos delicados, le hacían parecer un auténtico ángel.

Goku quedó algo embobado. No por mucho, notó un hilo de sangre bajar por la cabeza de la chica, y pasó a la desesperación.

¡Diablos!

Como pudo, la tomó con toda delicadeza entre sus brazos, y con dos dedos en su frente se tele transportó a su hogar.

Como pudo, la tomó con toda delicadeza entre sus brazos, y con dos dedos en su frente se tele transportó a su hogar

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—¡Espera un poco!—Interrumpo a Trunks. Entonces, en ese tiempo ustedes no me recibieron, sino que llegué por mi cuenta a casa.

—Exacto

—Sigue contando...—Con ambas manos en mis mejillas me acomodo para oírle atentamente...

—Con ambas manos en mis mejillas me acomodo para oírle atentamente

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Había pasado bastante y aquella chica aún no despertaba. Goku estaba preocupado...

Pero algo extraño para él era el olor de ésta. Para su criterio era... delicioso. No lo podría definir con palabras exactas. Un aroma único.

Le hacía sentir extraño...

[...]

Se había quedado dormido, pero no pensó mucho en ello. Sorpresa es lo que le asalta al ver a la chica frente de sí, despierta.

—¡Has despertado!—Grita reprendiéndose al instante. La podría asustar de esa manera... primero debía ordenar su cabeza.

«Bien, como me enseñó mi abuelito:
Con una señorita linda hay que tener modales. Primero, presentarse, y luego de ello, "atacar"».

Pero... ¿Acaso debía atacarla? Goku no quería hacerlo, no se veía para nada "malvada".

Así que se optó por sólo presentar.

—¡Hola!—Llamó su atención colocándose de pie—¡Soy Goku!—Terminó de decir con una bella sonrisa.

«¡Ha despertado! ¡Urra!»

—Mi nombre es...

Goku le mira expectante.
¿Cómo se llamaría? ¿Sancha? ¿Luisa? ¿Andrea?

—Yo soy...

Sin embargo, su cara se lo dice todo. Y allí recordó la herida en su cabeza.

—¿Quién soy?—Se pregunta haciendo una mueca. Debió haber sufrido un golpe muy fuerte como para no recordar nada, se confirma Goku.

«Igual que yo cuando niño»

No pudo evitar mirarle con compasión. Ella lo nota.

BLACK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora