A medida que vamos creciendo hacemos nuestra propia vida, nuestro propio futuro... Creamos nuestra propia historia, sin embargo, para algunos eso no consta. Por más que lo intentan cambiar... su destino siempre será el mismo.
Porque al fin y al cabo...
—¿Y quién me obligará? ¿tú?—Le miro con desprecio, y éste no rompe lo amenazante de su postura.
—No tengo cómo obligarte, si fuera por mí ya estarías amordazada pero no hay tiempo. Si te veo allí, te arrepentirás tú y tus seres queridos.
Black sale a gran velocidad y no tardo en sentarme en la cama para cerrar mis ojos y concentrarme en la pelea. Si la cosa se sale de control, voy a intervenir. Me valdrá menos que nada la reacción de esa copia.
(...)
Trunks... está algo lejos del campo de batalla.
Hay un ki que baja, y luego vuelve a subir como si nada. Ese es de Zamasu, pues es inmortal. Éste se siente junto a Goku.
Vegeta está al parecer contra Black, va ganando.
Muerdo mi labio sintiendo todo en el campo de batalla. Pero de la nada siento como el ki de Black sube, a tal punto que hace que pierda la conexión total. Me coloco de pie tratando de sentir sus ki, pero... al parecer algo se interpone.
«Debo ir»
(...)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Gohan!—grito tomando su mano, y al instante comienzo a correr en dirección al ki que cada vez bajaba más y más.
Debo apresurarme... debo llegar. Esto no puede estar pasando...
Al ver la casa a lo lejos apresuro el paso y me detengo con la respiración agitada frente a nuestros amigos. Sus caras no me gustan para nada.
Suelto a Gohan y entro de golpe a la casa importándome bien poco la presencia de Milk dentro. Mi vista sólo se enfoca en una persona... Goku.
No, por Dios, por favor no...
Me arrodillo frente a éste sintiendo las lágrimas salir de mis ojos y las veo caer a su gi naranja.
Duele... La presión en mi pecho duele.
—Goku—susurro suave, con voz temblorosa. ¡Demonios!
Goku no responde... no respira. He llegado tarde.
—No me dejes...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ver nuevamente a Goku en su estado débil no ayudaba para nada en tales momentos. Los recuerdos más tristes de Nala la azotaban con fuerza mientras veía como éste recibía una paliza de bastantes copias de la copia de éste mismo. Sonaba raro, se sabe.
La Saiyajin se elevó y de un golpe hacia la copia principal, entró en acción.
«No dejaré que Goku muera, no otra vez».
La batalla que definiría el destino de todos, había comenzado, y pobre de Vegeta quien también era golpeado, pero ignorado...
—¿¡Qué haces aquí!?—El enojo de Black era bastante notorio, tal así que llamó la atención de los Saiyajins. Aunque ya lo había hecho la presencia de cierta chica.
—¡Vengo a luchar!—La mano de Black se posó en el cuello de la chica, cosa que llamó la atención principalmente de un chico.
—¡Suéltala!
Una sonrisa apareció en el rostro de Black mientras apretaba su agarre... pero a la chica sólo le bastó volverse rubia para separarse de él.
Vegeta veía todo impactado. Ella no parecía ser la misma a la que mató hace años en su tiempo, pero definitivamente era ella, sólo que... diferente.
La mano de Black ahora se aferró a los cabellos ahora rubios de la chica y tiró con fuerza.
—¡¡Te había dicho que no vengas!!—gritó Black. Goku se veía agitado. Se sentía impotente mientras oía como aquella Saiyajin gritaba de dolor—. ¡¿No puedes seguir una simple orden!?
Un rodillazo fue dirigido al rostro de ésta, y sólo eso hizo que su labio se rompiera.
—¡Te he dicho que la sueltes!—Goku volvió a golpear a las copias, las que se hicieron humo, sin embargo, volvieron a tomar forma. ¡Más que ello! ¡¡Aparecieron más!!—¡Vegeta, ayúdame!
—Kakarotto, no confío en ella.—Goku le miró impactado. Él sí confiaba, y ciegamente. ¿Por qué Vegeta no?
—Pero...
—Veamos que sucede.
Ambos miraron a Nala, quien sangraba de su labio inferior. Sus ojos estaban cerrados, y estaba siendo sujetada fuertemente del cabello. La mirada de Black hizo contacto con la de Goku...
Una de sus manos se posó con descaro en la cintura de la chica, y sus labios se movieron al cuello de ésta. Le besó, lamió, todo ello bajo la vista de Goku y Vegeta, quienes estaban estupefactos.
El peli palmera apretó sus puños con enfado, pero Black se detuvo. Con dos dedos en su frente desapareció junto a la chica de allí.
Esta vez le tocó a Vegeta hacer reaccionar al chico, quien con dos dedos en su frente también se tele transportó.
