Capítulo 8. "Algo raro sucede aquí".

551 88 9
                                    


Para aquel sujeto todo era un simple juego. Si la atrapaba la llevaría a su cabaña y ya vería que hacer con ella.
¡Ni siquiera tenía razón lógica para mantenerla con vida!

Nala corría con desespero. Sabía de lo que Black era capaz, era un jodido monstruo.

«Debí haberle matado cuando tuve oportunidad», pensó ésta con amargura.

No estaría en aprietos si le hubiera matado antes...
Durante un instante pensó en hacerle frente, de todas maneras podía transformarse en Super Saiyajin.
No era tan fuerte como Trunks, pero la estrategia era lo suyo.

De hecho, no solía usar esa transformación, pues prefería atacar en su "forma original".

Pero Black era un gran enemigo. Por más que intentara, ni en Super Saiyajin veía la posibilidad de mantener una batalla a su ritmo.

«Sólo me queda correr hasta la ciudad», pensó sin parar de correr. Sabía que Black la debía estar buscando, y eso la inquietaba.

Una cueva a lo lejos llamó su atención. ¿Y si se escondía allí?



 ¿Y si se escondía allí?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Seguía buscando a Nala. Esa Saiyajin se encontraba brindándole bastante diversión. Se sentía vivo... Pero algo extraño, una sensación "familiar", inundó su mente.

Se encontraba enfadado ¡Más que eso! ¡Furioso! Una humana había llegado a parar al planeta sagrado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se encontraba enfadado ¡Más que eso! ¡Furioso! Una humana había llegado a parar al planeta sagrado. ¡No sabía cómo! ¡Y ni siquiera pertenecía a aquel universo!

Zamasu suspiró tratando de relajarse. Quizás era obra de Gowasu, pero... ¿Por qué?

Removió su cabeza y se acercó con el té a aquella chica y a su maestro quienes reían como si fueran los mejores amigos. ¡Argh!

—Zamasu, ella se quedará durante esta semana.—Lo dicho por el mayor, prácticamente creó un tic en el ojo del joven aspirante a Kaio Shin.  

Se tragó su odio, y sonrió.

—Buena suerte—dijo con una máscara de amabilidad que Gowasu creyó al instante. Al contrario de la chica. Ella conocía bastante bien esa "máscara", porque ella era de las que usaba una.

Black paró en seco ¿Qué había sido aquello? ¿Por qué de nuevo aparecía esa misma chica en su mente? ¡Rayos! ¡Tenía un parecido irrefutable a aquella Saiyajin! ¡Debía tratarse de una broma!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Black paró en seco ¿Qué había sido aquello? ¿Por qué de nuevo aparecía esa misma chica en su mente?
¡Rayos! ¡Tenía un parecido irrefutable a aquella Saiyajin! ¡Debía tratarse de una broma!

Se sentó en una roca, de repente sintiéndose mareado.

«Crack»

Y de la nada, el sonido de una rama le hizo levantarse de su lugar. Miró a su alrededor, no había ningún jodido animal. ¿De dónde provenía tal sonido? ¿Acaso...?

Una sonrisa se instaló en su rostro al ver una cueva no tan lejos de su posición original. Comenzó a caminar en dirección a ésta sin borrar su sonrisa. Tenía una corazonada de lo que habría de estar dentro... o de quién...

Al dar un paso al interior, el mareo volvió, y con ello, otra nublada de mente...

Era el segundo día de residencia de aquella chica, y Gowasu había insistido en que acompañara al chico de tez verde a otro planeta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era el segundo día de residencia de aquella chica, y Gowasu había insistido en que acompañara al chico de tez verde a otro planeta.

¿Para qué acompañarle? ¡Sólo debía observar! ¡No necesitaba ayuda en eso! Tenía tantas ganas de gritar aquello, pero solo se volvió a tragar el odio, y sonrió asistiendo con su cabeza.

Y ahora... pues sabía que era mala idea. La chica estaba tan aburrida, que dijo una especie de juego de escondidas, y había desaparecido por completo.
¡Aquello no era un juego! ¡Y ella se comportaba de aquella manera!

Zamasu estaba sumamente encabronado, una cueva llamó su atención, y al entrar... No había nada. Antes de irse, optó por mirar el techo, y grande fue su sorpresa al ver a la humana trepada allí ¡Parecía araña!

Ella sonrió inocente, y se soltó para caer de pie como si nada.

—Me encontraste, ahora vámonos.—Sin esperar respuesta, la chica optó por salir de la cueva, pero antes...dio un pequeño beso en la comisura de los labios del Kaio Shin—. ¡Vamos!—gritó con una sonrisa arrogante al notar el sonrojo y mirada incrédula  del sujeto.

Éste gruñó y sostuvo su hombro.

—Kai kai

¡Argh! ¡Su mente volvía a darle una mala jugada!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Argh! ¡Su mente volvía a darle una mala jugada!

Soltó un suspiro, y se adentró a la jodida cueva. Bien, no había nadie.

Black sólo optó por dar la vuelta para irse, pero no podía dejar pasar por alto aquel recuerdo, fantasía, o cómo se llame.

Entonces miró hacia arriba sintiendo una clase de deja vú.

«Okay, esto ya no se trata de alguna coincidencia. Algo raro sucede aquí», pensó el peli negro al ver a la humana en el techo, tal y como había aparecido en su mente momentos atrás.

BLACK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora