A Good Reason To Go; Camren G!P

Capítulo 35.

W A R N I N G; Aquí también hay SMUT so, si eres una persona sensible saltátelo. 😂

Camila POV.

Nos quedamos tumbadas, abrazándonos durante un rato. Seque las lágrimas de Lauren con besos.

Sentí sus manos acariciando mi espalda y, al sentir como le latía el corazón, tomé su cara entre mis manos y la besé con suavidad. Quería acariciarle y besarle todo el cuerpo, pero me sentía insegura; no sabía que esperaba Lauren.

Deslicé mis dedos por sus pechos y le acaricié un pezón, rosa claro. Lauren se estremeció.

En un arrebato la hice quedarse así, acostada boca arriba y, cuando la escuché suspirar dispuesta a dejarme hacer lo que quisiera, se me aceleró el corazón.

Empecé por besarle el cuello, los hombros, los pechos. Su piel parecía de seda bajo mi lengua. Con lentitud me sitúe entre sus piernas y sentí su semi erección presionada contra mi estómago.
Baje lentamente, trazando una línea de besos y me detuve al llegar a sus caderas.

Quería seguir, tener la relación más íntima posible; quería besarla entre los muslos y acariciarla con la lengua. Pero tenía miedo. Aunque sabía y daba por sentado que le iba a gustar que lo hiciera (porque ya lo había hecho muchas veces antes), esta vez en particular no sabía por donde empezar y no quería decepcionarla. Primero que nada le retire el condón tirándolo en la papelera que estaba al lado de la mesilla de noche.

Lauren comenzó a respirar entrecortadamente y cada exhalación era un leve gemido. Me acarició la cara y el pelo, su contacto fue tranquilizador; al parecer ella podía leer mis pensamientos.

Con timidez pase mi lengua por toda la longitud de su piel sensible desde la base hasta la punta. Las caderas de Lauren se sacudieron y soltó un gemido de placer. Ese fue el estímulo que necesitaba.
Acerqué mi boca, me deje embriagar por el olor de su sexo que aún tenía algunos rastros de su orgasmo anterior. Lamí una vez más fascinada con ese peculiar sabor agridulce e indescriptible, acariciandola con mi lengua. Lauren gimió.

Abrumada por la pasión, me estremecí mientras introducía a mi boca la cálida y dura fuente de deseo de mi amada. Los dedos de Lauren se entrelazaron en mi pelo, me sujetaba la cabeza y me guiaba, hasta que establecimos un ritmo y me lancé a devorarla.

La línea divisora entre el dar y el recibir se había desdibujado. Darle placer a Lauren era casi un gesto de egoísmo. Gemí al pensarlo, las vibraciones contra su piel sensible casi la hicieron llegar al límite y, mientras me llenaba la boca con su líquido pre-seminal; mi preocupación previa sobre mi capacidad de satisfacerla había desaparecido. Tuve la sensación de que había estado esperando toda mi vida por este momento, en ese instante así parecía.

Me abrace a sus caderas, aumentando la velocidad de mis labios, noté como se le tensaba el cuerpo y me estremecí con un torrente de deseo al sentir las fuertes palpitaciones de su pene contra mi boca.

Cuando Lauren gimió y arqueó las caderas, me sentí atravesada por su potente clímax.
La limpie lo más que pude, subí por su cuerpo una vez más y me abrace a ella compartiendo un último beso de buenas noches. Me quedé dormida entre sus brazos sabiendo que estaba completamente enamorada de ella.

***
A la mañana siguiente, Lauren estaba dormida a mi lado. El deseo se reavivó y me sentí dominada por una deliciosa languidez. Me sentía absolutamente feliz.

Mire el reloj de la mesilla y me di cuenta de que eran las ocho treinta, Lana probablemente se levantaría como a las diez.

Lauren parecía tan relajada que me daba pena despertarla, me levante sin hacer ruido y sonreí al ver el estado en el que había quedado la cama. Las sábanas estaban revueltas, las mantas y las almohadas habían caído al suelo. El trasero de Lauren sólo estaba tapado con una esquina de la sábana y estaba durmiendo sin almohada.