Capítulo 13.

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Camila POV.

24 de Noviembre, Puerto Vallarta.

Estaba cansada, mis pies dolían y se hinchaban, me sentía gorda y fea, siempre tenía sueño y hambre, estaba muy sensible, todo me daba ganas de llorar. Y cuando mi hija se estiraba sentía que iba a fracturarme una costilla.
Por las noches no podía dormir, nunca encontraba una posición cómoda y cuando lo hacía a mi hija parecía no gustarle.

Tenía 8 meses de embarazo, en dos semanas cumpliría los nueve. La cesárea estaba programada para el 1 de diciembre.

Ese día me sentía más incómoda que de costumbre, no había podido dormir en toda la noche, Lana (como había decidido llamarla) no había parado de moverse. Me levante de la cama y tome una ducha.

Al salir me mire en el espejo. Mi gran barriga sobresalía ante todo, me observe detenidamente. No me gustaban esas estrías pero ellas serian un recordatorio de que había llevado una vida tan especial dentro de mi y eso bastaba para no hacerlas tan feas. Era una batalla y en una batalla siempre quedan marcas.

Subí mi vista, mis senos no estaban tan mal, habían crecido un poco, me reí. Siempre había querido pechos más grandes, ahora los tenía, pero eran muy sensibles y aveces me dolían.
Suspiré y me seque con cuidado, me vestí con uno de esos vestidos pre-maternos. Quería algo ligero, estos días el clima estaba descontrolado. Por la mañana y tarde hacia un calor insoportable, por las noches hacia un frío abrumador.

Cepille mi cabello y mire fijamente mis ojos a través del espejo. Ya no se veían sin vida ni oscuros, se veían brillantes y cómodos.
Hace tiempo hacia comenzado a sentirme bien y cómoda conmigo misma, ahora sabía lo mucho que yo valía y estaba agusto en mi propia piel.

Aun seguía siendo cobarde para contactar a mi familia, pero supongo que lo haría después. Odiaba esa palabra. Siempre habia creído que el "Después" es un estúpido invento hecho por los humanos para retrasar o posponer lo importante, eso siempre trae consecuencias y estaba consciente de eso, pero aún no me sentía preparada para enfrentar cara a cara mi pasado.

Baje las escaleras lentamente y me dirigí a la cocina, tenía hambre. Al entrar ahí estaba Dinah cocinando.
Mi rubia amiga había decidido mudarse con nosotras, el apartamento era bastante espacioso. Contaba con 6 habitaciones, 2 en la parte baja y 4 en la de arriba. Tenía 3 baños, cocina, comedor y el living. En la planta de arriba estaba la habitación principal que era de Ally, enfrente la habitación de la bebé, al lado de ésta mi habitación y frente a la mía estaba la habitación de Dinah.
Abajo teníamos una habitación de invitados para cualquier emergencia y un pequeño estudio.

Aunque mi amiga tuviese su propia habitación ella seguía durmiendo conmigo. Excepto cuando traía una que otra de sus aventuras, no la culpaba, todos tenían necesidades.

-Buenos días DJ.

-Hola Mila, buenos días para ti también Lana -se acercó y acarició mi barriga.

-¿Donde está Ally?

-Tuvo que salir, Troy viene esta noche y tienen que arreglar algunas cosas del antro. ¿Quieres desayunar?

Asentí y ella me sirvió huevos revueltos con tocino y un poco de jugo. El doctor me había prohibido tomar café y eso me hacía estar más estresada y ansiosa.

Dinah se sentó a mi lado y por accidente su tenedor cayó al suelo. Se agacho para tomarlo.

-Camila -un golpe se escucho- oh mierda.

Me reí y ella salio de abajo de la mesa con mirada asustada mientras se sobaba la nuca.

-¿Qué sucede?

A Good Reason To Go; Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora