El Arte De Las Pociones

Capítulo 21

Harry:
Me desperté después de al parecer un largo rato, vi que estaba tirado en el suelo, me levante lentamente y recordé la carta de Severus, aún no sabía que contarle pero una cosa era segura, le contaría sobre el dolor en mi cicatriz. Así que comencé a escribir unas cuantas lineas:

Amor yo también te extraño demasiado, no puedo no pensar en ti, te amo demasiado como para no pensarte, yo siempre responderé a tus cartas.
Te quiero contar lo que me paso, estaba a punto de escribirte cuando de repente me dolió horriblemente la cicatriz a tal grado que me desmaye, no se que pasa pero realmente se que Voldemort tiene algo que ver. No quiero preocuparte, ahora ya estoy bien. Te amo

Siempre tuyo Harry Potter

Dicho esto, tome la lechuza que me había traído la carta "Llevasela a Severus Snape" le dije y vi como esta se perdía en el cielo.

Pasaron los días y diariamente recibía una carta de Severus y yo le enviaba respuesta.

Pasaron así aproximadamente seis semanas, hasta que un día me asome por la ventana puesto que sentía que debía asomarme y ahí estaba él, parado en la acera de enfrente.

Baje las escaleras y fui directamente a la puerta.

¿A donde vas muchacho? - dijo Tío Vernon.

Afuera esta un profesor que ha venido a verme - dije

Ya te había dicho - dijo Tío Vernon - que no quería que trajeras a tus amigos anormales a Privet Drive.

Ooh callate Tío Vernon - dije molesto - ya me tienes harto, son más anormales ustedes.

Salí furioso de la casa y fui hacia Severus.

Hola amor - dije en tono cariñoso desconociéndome - ¿Como estas amor?

Feliz cumpleaños - dijo lanzándome una sonrisa - ven dejame abrazarte.

Estaba tan desorientado que yo mismo había olvidado mi propio cumpleaños.

Me acerque a él y lo abrace, le plante un beso en los labios, aún sabiendo que él odiaba demostrar su cariño en público.

Vine - dijo Severus - porque realmente quería verte y sobre todo sorprenderte en tu día.

Tu - dije tocándole la mejilla - me sorprendes con el simple hecho de existir.

Sus ojos negros se posaron sobre los mios, haciéndome ver que unas lágrimas que estaban a punto de salir.

No llores amor - le dije - tu sabes cuanto te amo, eres mío, solamente mío.