Shooting Stars

III

—Esto es genial, no te das cuenta? Yoosung no tiene ni idea de que eres tú! —Zen y Seven se encontraban en el estacionamiento situado a unos veinte metros del parque. —Sabes todo el provecho que podrías sacar de la situación?

—Apuesto que, a menos que le digamos algo al respecto, va a seguir pensando que soy una amiga tuya.

—Eso crees? Y si se da cuenta antes? —Zen sonrió de forma pícara.

—Pues... Si en todo lo que queda de día no se da cuenta, te compraré lo que quieras. Un nuevo móvil con una cámara interna que haga las mejores selfies, si quieres. Qué me darás tú si Yoosung no se entera?

—Si no te reconoce, rellenaré el depósito de gasolina de tu coche.

—Sólo de uno? Eso sería más barato que lo mío y no sería justo! —Seven se recolocó la peluca roja y peinó un mechón de esta usando los dedos. —De los cuatro, o no hay trato.

—Los cuatro coches?! —Zen exclamó sobresaltado, y el pelirrojo se limitó a asentir con una sonrisa triunfante dibujada en sus labios.

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—Hey, Yoosung! Hemos vuelto! —Zen saludó amistosamente al chico rubio, el cuál se había acomodado en un banco y se encontraba jugando a una consola portátil. —Creo que debería presentaros más formalmente, no? Yoosung, esta es...

- Lucy! Un placer —Seven hizo una graciosa reverencia y miró al rubio a los ojos. Ya que el diseño de sus gafas era muy peculiar y sería reconocido muy facilmente, había decidido dar uso a las lentillas prácticamente nuevas que le había regalado Vanderwood hacía un par de días. —Zen me ha hablado mucho de ti.

—E-En serio te ha hablado de mi? —Yoosung tartamudeó sorprendido.

—Sí, sí! Le he contado lo bueno que eres jugando al LoLoL, y estaba muy emocionada por conocerte. Dijo varias veces que le pareces un chico formidable y que quería hablar contigo cuanto antes. —Zen sonrió y dió un ligero empujón a Luciel, haciendo que la distancia entre él y Yoosung se acortase aún más.

—Bueno... Me preguntaba si te gustaría dar un paseo para que nos podamos conocer mejor. —El pelirrojo intentó hacer su voz ligeramente más aguda y femenina.

—Un paseo conmigo? —Las mejillas del rubio se tiñeron de rojo, haciendo que Seven intentase ocultar una sonrisa burlona.

—Venga, Yoosung, por qué no? Al fin y al cabo, te quejas siempre de que nunca has tenido una cita. Será divertido, seguro. —Zen sonrió amistosamente.

—Claro! Y yo estaré encantada de salir contigo. —Las manos de Seven envolvieron las de Yoosung, causando que un leve escalofrío recorriese su espalda al notar la templada piel del inocente y crédulo muchacho de ojos morados.

Y sin decir ni una palabra más, ambos chicos partieron rumbo a la heladería más cercana. La risa ahogada del muchacho de pelo blanco pudo oírse a unos metros de ellos, pero Yoosung estaba demasiado concentrado en no apretar demasiado las manos de la preciosa amiga pelirroja de Zen como para poder oírla.