XLV

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La situación era bastante rara.
Tu mejor amigo, que trabaja con ordenadores en una agencia un poco cuestionable, está vestido de mujer mientras maquilla a tu otro amigo, que es actor y se ve más sexy con vestido de lo que esperabas.

Y ninguno de los dos lo encuentra raro.

O a lo mejor el raro eres tú. A lo mejor que tus dos amigos se pongan vestidos y pelucas es totalmente normal, pero eres tú el que lo está haciendo raro al prestar tanta atención a lo jodidamente bien que se ven ambos.

O quizás eso tampoco es tan raro.

O sí?

Yoosung agitó la cabeza ligeramente, intentando aclarar un poco el barullo que se estaba formando en su cabeza. 

No, no. Nada de cuestionarse cosas raras en esos momentos.

—Casi me metes el pincel en el ojo! —Zen chilló, sacando al rubio de sus pensamientos.

—Porque te estás moviendo! Quédate quieto! —El hacker agarró el rostro del albino con una mano y comenzó a hacerle la raya del ojo con cuidado. Zen refunfuñó al notar el frío pincel en su párpado, pero hizo caso y permaneció lo más inmóvil posible.

Tras haberle puesto un poco de sombra de ojos y haberle hecho el eyeliner, Seven contorneó un poco las mejillas de Zen usando una mezcla de bronceador e iluminador. Una vez hecho esto, aplicó algo de colorete para intentar crear una apariencia más femenina, y terminó con un poco de gloss transparente en los labios.

—Quieres que te ponga pestañas postizas? —Preguntó Seven, pero Zen negó con la cabeza. —Vale, pues entonces estás listo.

Yoosung se giró con curiosidad para admirar el resultado. El rostro de Zen era bastante masculino, pero Seven había hecho todo lo posible por suavizar sus facciones y hacerlas más dulces.

—Te ves bien. —Concluyó el rubio.

—Bien? Estoy buenísima, Yoosung. Yo me daba. —Zen acarició su propio muslo de forma seductora.

—Eh! No ligues con mi hombre! —Gritó Seven, vacilón.

—Desde cuándo es tu hombre? Hasta donde yo se está más solo que la una.

—Oye! —Yoosung enrojeció.

—Desde ahora mismo. —Dijo el hacker y se dejó caer encima del rubio. La cara de Yoosung se volvió de un rojo aún más oscuro al notar el cuerpo de su amigo sobre el suyo.

"OH, NO"

—Ah, sí? —Zen hizo un gesto de sorpresa sumamente exagerado.

—Pues sí. —Seven se recolocó para estar sentado en las piernas del rubio, cara a cara con él. Una vez en esta postura, se abrazó con fuerza a Yoosung y giró la cabeza hasta hacer contacto visual con Zen.—Muérete de envidia, perra.

El rubio tragó saliva al notar el rostro de su amigo tan cerca del suyo, y durante unos segundos su estúpido cerebro recordó la sensación de haber besado aquellos labios que tan pícaramente sonreían en dirección a Zen.

—Joder, pobre Yoosung. Le estás agobiando. —Rió Zen. Al oír esto, Seven se levantó de las piernas de Yoosung y se dejó caer a su lado en el sofá.

—Perdón, Yoosungie. —El hacker revolvió el pelo del rubio con su mano y recibió un "Oye!" como respuesta. —Espero que mi enorme culo no te haya aplastado demasiado las piernas.

—Tu culo no es enorme. —Señaló Zen. —Es de tamaño normal.

El hacker soltó una carcajada.

—No sabía que le prestabas tanta atención a mi culo. De haberlo sabido me hubiese puesto una falda más corta.

—Tienes faldas más cortas aún?? —Yoosung intervino de pronto.

—Efectivamente. Quieres verlas? —Seven guiñó un ojo.

—Ya estás incomodando otra vez al niño?—Zen golpeó suavemente al hacker en la cabeza.

—No soy un niño! Y no estoy incómodo! Solo era una duda! 

—Y si no estás incómodo, por qué estás tan rojo?—Zen levantó una ceja.

—Porque tengo calor, vale? Vosotros estáis muy... Muy... Descubiertos, sabes? Obviamente estáis mucho más fresquitos, pero yo me estoy asando! —Mintió Yoosung.

Seven se levantó de pronto del sofá, corrió hacia su habitación, y volvió con algo en las manos.

—No! —Yoosung chilló, horrorizado. —No me vas a convencer de que me ponga un vestido! Aléjate de mi!

—Aw, pero por qué noooo? Te verías super adorable! Y si tu problema era tener calor, con esto vas a estar mucho más cómodo.

El rubio negó con la cabeza repetidas veces.

—Bueno, bueno, entendido. No eres muy fan del travestismo, lo respeto.

Tras un larguísimo e incómodo minuto de silencio, Zen habló.

—Sabéis que sería gracioso? Mandarle fotos a MC de nuestras pintas ahora mismo.

—Yo os las hago, si queréis. —Yoosung sacó su móvil del bolsillo. —Eeeeh, podéis posar o algo.

Zen se agarró a la cintura de Seven mientras este guiñaba un ojo y ambos hicieron un corazón con la mano.

—Espera, espera, tengo una idea. —Seven agarró la cara de Zen con una mano y posó sus labios en una de sus mejillas. El albino rió al entender lo que estaba pasando, y puso un gesto sorprendido.

Yoosung asintió e hizo un par de fotos más.

—Hey, Bizcochito. Qué te parecería hacerte una selfie en la que te estamos dando un beso en la mejilla los dos? Tipo, cada uno a un lado.

—Sándwich de Yoosung. —Zen rió.

—Sí, sándwich de Yoosung.—El hacker hizo un gesto para que el rubio se acercase. 

Tras pensárselo un par de segundos, Yoosung accedió. 

"Vale" Pensó el rubio. "No pasa nada. Zen y Seven van a darte un beso y quedará documentado, pero no pasa nada." 

—Vale. Lo hago por vosotros, que quede claro. —Yoosung procuró no sonar más emocionado de lo debido.

Tras un par de emocionadas palmaditas y aplausos, Zen y Seven se colocaron cada uno a un lado del individuo en cuestión. Yoosung cerró los ojos al notar los labios de sus dos amigos en su cara, y pulsó a ciegas el botón para hacer una foto. Afortunadamente, atinó a la primera.

Por mucho que le costase admitirlo a Yoosung, la foto era bastante graciosa. Él estaba rojo como un tomate, con un gesto muy tenso y los ojos cerrados, pero Zen y Seven salían bastante bien.

—Parezco gilipollas. —Susurró Yoosung.

—Qué dices! No pareces gilipollas, pareces un tomatito avergonzado. —Seven le acarició una mejilla. — Y muy adorable, he de añadir.

El rubio le pegó un codazo a Seven intentando ocultar lo rojo que se había puesto, y cambió inmediatamente de tema.

—Os voy a pasar las fotos. Os agradecería que no subáis a ningún sitio la última en la que salgo yo.

—Confía en ello. Aquí respetamos la privacidad. —Zen le dió unas palmaditas en la espalda a Yoosung. —Oye, yo igual debería irme. No por nada personal, sino porque ahora que lo pienso mañana tengo ensayo y mejor ir preparándome.

—Bueno , pues si os vais los dos puedo llevaros en coche a vuestras casas. Te dejo a ti primero, Zen, y luego ya llevo a Yoosung. Os ahorráis el precio de un taxi.

—Pues perfecto. —Dijo el albino mientras se quitaba la peluca y el vestido. —Deja que me desmaquille y ahora salimos.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2020 ⏰

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