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— Lo siento. — El rubio susurró. — Si fuese más responsable y me hubiese acordado de la fecha, nada de esto habría pasado...

— Ya. Pero está todo arreglado, tienes una semana más para estudiar.

— Sí, eso es cierto... — Yoosung se removió en su asiento. — Oye, Seven.

— Dime.

— Gracias. Muchas gracias, en serio. No se qué hubiese sido de mi si no me hubieses ayudado.

— La idea fue de Jaehee. Ella lo ideó todo, yo solo vine a traer el justificante.

— Pero lo tuyo también tiene mérito, conseguiste engañar al director! Y eso no es algo fácil!

— Gracias, gracias. — El pelirrojo sonrió de forma pícara. Llevaba la misma peluca roja que la otra vez, pero esta vez acompañada por una diadema negra, y el conjunto también era diferente; lucía un vestido corto de color azul marino y con un cinturón blanco ceñido a la cintura. Todo esto estaba acompañado por unas medias de blancas hasta el muslo y unos tacones negros.

— A dónde vamos? - Preguntó Yoosung de pronto.

— Al edificio del C&R. Jaehee me ha pedido que vayamos allí a verla, aunque no se muy bien la razón.

— Crees que Jaehee va a regañarme otra vez?

— Es... Probable, sí. Pero bueno, a lo mejor no pasa nada. Entra al coche, anda.

Yoosung hizo caso a las instrucciones de su amigo y se sentó en la parte delantera del coche. Seven se dirigió a la otra puerta, y colocó su pierna derecha dentro del vehículo mientras activaba el GPS de su móvil. La falda se deslizó ligeramente hacia su muslo, dejando a la vista el liguero que sujetaba sus medias.

El rubio enrojeció al encontrarse con semejante imagen, e intentó apartar su vista repitiéndose una y otra vez que aquello no era normal. O quizás normal sí, pero no en un hombre totalmente heterosexual.

— Bizcochito! — Seven se rió y dió una fuerte palmada que asustó a su amigo. — Tanto te gustan mis medias que no paras de mirarlas?

— Lo siento, lo siento!

— No solo son bonitas, también son suaves, mira! — El pelirrojo agarró la mano del rubio y la colocó en su muslo. Yoosung se estremeció ante el repentino gesto del hacker, y durante unos segundos se cuestionó el apartar la mano y gritarle a Seven que era un perturbado.

Pero no lo hizo.

Los dedos de Yoosung comenzaron a dibujar espirales en la tela blanca lentamente. La textura del material era suave, efectivamente, y parecía ser de muy buena calidad.

— No son maravillosas? Si quieres puedes probártelas algún día.

— Yo? Pero si es ropa de chica!

— Y? Yo tampoco soy una chica y mírame, me veo tan bien que me he ligado a la mitad de los chicos de tu universidad.

— Te lo tienes muy creído...

Seven se rió y apartó lentamente la pierna para poder sentarse, dejando a Yoosung con los brazos extendidos. El rubio parpadeó un par de veces, y apartó su vista lleno de vergüenza al darse cuenta de lo raro que había sido aquello.

Shooting StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora