Shooting Stars

XXXIX

— Te pareces mucho a tu prima... — El hombre sonrió de forma cálida. — Lo siento mucho por tu pérdida. Rika era una gran persona.

— Gracias... — El rubio susurró sin saber muy bien qué decir. El técnico de sonido le dió una palmada en la espalda, y acto seguido continuó hablando con Zen. Visto que parecía que aquella corta conversación había llegado a su fin, Yoosung dió media vuelta y se dispuso a buscar algo que hacer.

La brevedad de aquel intercambio de palabras no le había molestado, sino más bien al contrario; tener que seguir respondiendo "gracias" una y otra vez mientras aquel hombre seguía disculpándose de que su prima estuviese muerta hubiese sido sumamente incómodo.

Los ojos del rubio recorrieron el terreno, hasta que la mesa llena de comida y copas llamó su atención. MC estaba sentada allí, así que Yoosung se acercó a hablar un poco más con ella.

El rubio tocó ligeramente el hombro de la muchacha para llamar su atención, pero justo cuando estaba pensando en cómo el vestido de MC no era del mismo color que antes, la chica se giró con un gesto lleno de confusión.

— Perdón! Te he confundido con alguien, perdón! Mis disculpas!

Tras aquel embarazoso encuentro Yoosung se vió obligado a caminar en otra dirección, con la esperanza de que a aquella desconocida le diese un brote de anmesia y olvidase lo que acababa de pasar. No tardó demasiado en llegar hasta Jaehee, que estaba sentada en una mesa cerca al escenario. Sus delicadas manos estaban sujetando una taza de café, y sus ojos marrones parecían estar clavados en un punto fijo.

— No te parece que el vestido de MC favorece mucho su figura? — Comentó la asistente mientras Yoosung se sentaba en una silla a su lado.

— Supongo..?

Jaehee sonrió de forma nostálgica, y tras dar un sorbo más a su café giró su cuerpo hacia el rubio.

— Te lo estás pasando bien, Yoosung?

Yoosung miró a Jaehee a los ojos, y tras meditar unos segundos sobre qué respuesta dar se resignó a admitir que "No, no mucho".

— Debe ser duro que todo el mundo te hable de Rika, verdad? Es normal que no te sientas cómodo, yo estaría igual que tú. — La asistente le dió un par de palmaditas en la espalda. Su voz sonaba dulce y comprensiva, cosa que hizo que a Yoosung le diesen ganas de llorar.

— Gracias... No se muy bien como reaccionar cuando la gente viene y me dicen "Eh! Tú eres el de la prima muerta, no?"

— Por qué no te vas a dar una vuelta por aquí cerca? Ya sabes, para depejarte un poco y eso. Si alguien pregunta por ti puedo decir que volverás más tarde.

— Eso suena bien. Gracias... Jaehee. — Yoosung intentó disimular que una lágrima acababa de deslizarse por su mejilla, y acto seguido abrazó a la chica de pelo corto. Jaehee podía llegar a ser algo fría y a veces actuaba de forma poco empática, pero no cabía duda de que tenía un gran corazón.

— No hay de qué, Yoosung.