Shooting Stars

II

—Para ya de toquetearte la peluca, me estás poniendo nervioso. —Zen encendió el tercer cigarrillo desde que habían llegado al parque. Esperar a Yoosung era especialmente tedioso, sobre todo porque, por muchas veces que le llamasen, no contestaba el teléfono.

—Va a tardar mucho más? Estas medias tan finas no ayudan a parar el frío y se me están congelando las piernas. —Luciel, también conocido por el nombre de "Seven", comenzó a juguetear de nuevo con la peluca que llevaba puesta, la cuál era de un color muy similar a su cabello, y empezó a pegar pequeños saltitos para intentar entrar en calor.

Zen echó un vistazo a su acompañante; Su atuendo consistía en unas medias blancas hasta el muslo, una minifalda plisada, una camisa de botones con un jersey a juego, y unos zapatos negros de vestir, todo esto acompañado por las gafas que usualmente llevaba. La ropa era demasiado ligera para llevarla en una tarde de otoño, ya que el aire fresco se colaba entre las finas telas y causaba que múltiples escalofríos recorriesen la espalda de Seven.

—Zen! —Se oyó una melodiosa voz aguda, al mismo tiempo que un muchacho rubio de ojos violetas se acercaba a los dos chicos. —Estaba terminando una partida del LoLoL y al final se alargó demasiado, lo siento.

—Ese juego va a acabar consumiendo tu vida entera, dios mío. — Susurró Zen llevándose las manos a la cabeza.

—Por qué solo saludas a Zen? Es acaso porque él es famoso y yo no? —Seven dijo con tono burlón, al mismo tiempo que se quitaba las gafas. Los ojos de Yoosung se posaron en el rostro del pelirrojo, pasando poco a poco la vista por todos los detalles de su atuendo, hasta llegar a la falda que estaba siendo usada para limpiar lo que parecían ser un par de anteojos. —Yoosung?

—Oh, discúlpame! Prometo que no estaba mirando tus piernas a propósito! — Chilló el rubio alarmado mientras sus mejillas se volvían de un gracioso color rosado. Zen y Seven comenzaron a reírse mientras Yoosung continuaba con su apresurada disculpa.

—Te perdono, te perdono. —Contestó Seven sonriente, y abrió los brazos para abrazar al rubio. Sin embargo, Yoosung no fue a abrazarle como solía hacer, sino que agarró una de sus manos y la estrechó de forma torpe.

—Encantado de conocerte. Mi nombre es Yoosung, supongo que Zen te lo habrá dicho. Sois novios? —Seven y Zen se miraron incrédulos, incapaces de contener la risa. En serio Yoosung no reconocía a Seven? Es cierto que sin las gafas puestas y con maquillaje se veía ligeramente distinto, pero solo con ver la forma tan peculiar con la que caminaba usando los tacones se podía adivinar perfectamente que era él.

—Novios? No, no, Yoosung, es solo una amiga. —Zen hizo especial ímpetu en la "a" final en "Amiga". De la forma más disimulada posible, sacó el móvil y tecleó algo rápidamente. Una sonrisa se dibujó en su rostro. —Oye, hablando de novios! Los dos estáis solteros, verdad?

—Espera, espera, espera, dónde me estás metiendo? —Seven levantó una ceja. Zen comenzó a señalar su móvil disimuladamente, indicándole al pelirrojo que sacase el suyo. 

"Yoosung no tiene ni idea de que eres tú."

"Lo se lolol, no me reconoce."

"Deberías aprovechar para gastarle una broma, sería genial"

—Oye, me acabo de acordar de que me he olvidado algo en tu coche, podrías acompañarme un momento a buscarlo? —El muchacho de pelo blanco agarró la mano de Seven y le arrastró hacia la salida del parque. —Yoosung, te importaría esperar aquí un segundo? No tardaremos nada, lo prometo.