XL

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La sala donde estaba teniendo lugar la fiesta se encontraba en un palacete a las afueras de la ciudad. Según había dicho V, aquel lugar era una galería de arte muy importante en la que se organizaban exposiciones de artistas famosos.

Yoosung se sentó en unas escaleras y, tras revisar que no había ningún ser humano por la zona, comenzó a llorar. La pregunta que le había hecho Jaehee le había hecho darse cuenta de que echaba mucho de menos a Rika, pero que nunca había podido hablarlo a fondo con nadie.

Sí, es cierto que la mencionaba mucho, pero en ningún momento se había parado Yoosung a pensar con cómo se sentía exactamente respecto a su muerte. Triste? Sí, obviamente. Pero, sólo triste? No, no exactamente. Era difícil de explicar. Quizás la forma más fácil de describirlo sería "vacío", aunque eso no es una emoción.

"Triste y vacío" sonaba bastante parecido a lo que sentía el rubio, pero aún así no parecían las palabras correctas para describir exactamente cómo se sentía.

Triste y vacío.

Triste.

Y vacío.

Yoosung se agarró la cabeza con ambas manos y comenzó a sollozar desesperadamente.

Rika estaba muerta.

Rika no merecía morir y, aún así, estaba muerta.

"Debería haberme muerto yo." Pensó el rubio. "No sirvo para mada. Seguro que a la gente le hubiese dolido mucho menos mi muerte que lo que les ha dolido la suya."

Rika era una gran persona. Siempre había sido el modelo a seguir de Yoosung.

"Soy patético. Estoy llorando en medio de una puñetera fiesta. Qué asco."

Rika...

—Yoosung.

El rubio levantó la cara, sorprendido.

—Déjame en paz. —Consiguió articular Yoosung a duras penas.

—No voy a dejarte en paz, estás sentado en una escalera llorando. Obviamente te pasa algo, y quiero ayudarte.

—¡Déjame en paz! ¡No quiero tu ayuda, V!

—Yoosung, por favor, cálmate un momento. Te juro que me sienta muy mal verte así.

El muchacho de cabello azul se sentó a su lado.

—Vete. —El rubió volvió a hundir su cara entre sus brazos. V suspiró, algo molesto, pero hizo le caso omiso y no se movió de la escalera.

—Se que no te caigo bien, pero necesito que me escuches. Por favor. —V abrazó al rubio, siendo consciente de que este seguramente le apartaría de un empujón.

Pero no lo hizo.
De hecho, empezó a llorar de nuevo.

—Rika te quería mucho y estaría muy orgullosa de ti.

Yoosung hizo un ruido inhumano y comenzó a sollozar incluso más fuerte que antes.

—Yo también estoy muy orgulloso de ti. —V sonrió de forma cálida al notar como los brazos del rubio se aferraban con fuerza a su espalda.

De la garganta de Yoosung brotó un sonido débil e indescifrable. Un "gracias"? Un "V, eres un puto gilipollas y te odio"? Lo bonito sería pensar que fue lo primero, pero nunca se sabe.

—Cuenta conmigo si necesitas cualquier cosa. Aunque no lo creas, te quiero mucho. —V le dió una palmadita en la espalda. —Bueno; yo y todos. Todos te queremos mucho.

—Lo siento. —Susurró el rubio.

—El qué sientes?

—Siento... Bueno, haberte tratado así. Haberte tratado... Mal. Durante todo este tiempo. —Yoosung sorbió con la nariz. —Se me están cayendo los mocos, qué asco.

V le dió un pañuelo de papel.

—No pasa nada. Entiendo que te sientas así, que alguien tan cercano a ti haya muerto es doloroso.— V suspiró. —Yo también la echo mucho de menos.

El rubio asintió. Haberle llorado encima a V había sido una mezcla de terapéutico y patético, pero se sentía mejor que antes.

—Puedes acompañarme al baño? Quiero lavarme la cara, pero necesito que alguien me sujete el pelo. No quiero mojármelo.

V asintió y le tendió la mano a Yoosung para ayudarle a levantarse.

Shooting StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora