Capítulo 20

406 20 1
                                    


Capítulo 20

―¿Es una broma? ―Llevo empujando a Ryan por toda la calle, mientras que él solo se dedica a renegar.

―No, esto no es ninguna broma ―Nos detenemos esperando que un semáforo se ponga en rojo―, y antes que me digas algo como que no me tome la molestia por ti, solo quiero decirte que también lo hago por mí.

―¡¿Extrañas a Donaban?! ―exclama emocionado mientras cruzamos la calle, todas las personas caminan sin prestar atención al furor del chico.

―Claro ―me mira incrédulo mientras se detiene en una tienda de trajes―, no me mires así, llevo más de un mes sin recibir cariño de alguien ―digo en una forma de que sepa que cariño es sexo y un poco de ¿amor? Simplemente extraño la forma que me hace sentir Donaban entre sus brazos, segura, protegida y amada aunque sé muy bien que entre los dos no hay amor puro sino que una especie de cariño que se ha creado los últimos meses entre ambos.

Pueda que me esté volviendo una débil por el embarazo pero a veces solo quiero que alguien me abrace, que estemos sentados en un sofá en una tarde de lluvia mientras vemos alguna película abrazados, creo que toda chica lo desea, yo nunca desee tal cosa solo pensaba en mi crecimiento profesional pero al parecer me ha llegado mi turno en desear un poco de cariño de alguien que no sea tu familia o amigos, quiero un cariño íntimo, un cariño que nos haga cómplices, un cariño que provoque una mirada y esa mirada nos diga todo lo que queremos decirnos y que nos alimente tanto haciéndonos inmensamente feliz.

Pero entonces luego de desear eso, solo recuerdo que estoy casada por conveniencia, sé que mi corazón frio y congelado como una roca se ha ido descongelando por todos los sentimientos que provoca la convivencia de un solo hombre por mucho tiempo, sentimientos que jamás he sentido, sentimiento que me hacen sentir confundida y que mi conciencia me alerta que debo de tener demasiado cuidado.

―Si es asi, me alegro mucho por ti, ahora compremos algunos abrigos para el viaje y de paso le compramos un presente a tu marido ―toma mi mano y me guía hacia la tienda.

Donaban no le gusta que nos tomemos de las manos pero con Ryan es tan natural, tengo la costumbre de enganchar nuestros brazos y se siente tan cómodo que desearía que Donaban también lo hiciera.

Compramos algunas cosas y volvemos a nuestro hogar temporal, recibo un par de llamadas las cuales tengo que poner en orden antes de marcharme, le pido a Fabricio prestado uno de sus aviones privados a lo cual el acepta encantado y dejo todo en orden para el siguiente día.

Al día siguiente embarcamos en el avión, Fabricio mando un médico para que revisara mi estado de salud y que me acompañara en todo momento durante el viaje ya que era peligroso que volara embarazada, Fabricio y Ryan estuvieron conmigo cuando el médico dijo que no era recomendable hacerlo durante el primer trimestre de embarazo algo que volvió locos a ambos, pero como no había tenido síntomas muy fuertes los últimos días pueda que no hubieran complicaciones además estaría el para controlar la situación.

Me sentía un poco nerviosa ya que era un viaje demasiado largo y no quería que a mi pequeño le ocurriera algo malo, el médico me tranquilizo y partimos haciendo una pequeña escala y luego directo a Nueva York.

•••

―Estamos aquí, despierta ―Siento como alguien mueve mi brazo delicadamente, abro mis ojos acostumbrándome a la luz solar―, has dormido todo el viaje, Fabricio llamo y dijo que uno de sus departamentos en los alrededores de la gran manzana está disponible para el médico y yo, incluso para ti si llega a suceder algo ―Ryan hablaba poniéndome al tanto mientras me desperezo.

FrívolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora