Capítulo 4

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Uno... Dos... Y...

Lo hizo de nuevo.


—No te miro muy concentrada en la reunión —mi vista sigue fija en el vicepresidente de área informática el cual observa cada tres segundos los pechos de mi asistente.

—Tal vez me interesaría si ellos dijeran algo más productivo que hablar sobre carreras de caballos y esas cosas.

—Concuerdo contigo, pero debes acostumbrarte si quieres encajar entre nosotros.

—Pueda que deba hacer eso, aunque será mejor que tome el mando —Donaban me mira confundido.

— ¿De qué hablas?...

Sin prestar más atención de lo que decía Donaban, me paro de mi asiento tomando camino hacia la cabecera de la mesa, dónde mi tío se había posesionado del asiento principal desde que llego.

—Ya llevo —observo el reloj de mi muñeca—, treinta minutos desperdiciados que servirían para laborar, creó que ya todos sabemos el porqué de esta reunión, así que es un placer presentarme a mí misma como la nueva dueña y presidenta de esta compañía.

Mi tío me mira con enojo, por lo que las arrugas de su frente se arrugan a un punto máximo.

—No se ha leído el testamento de mi padre aún —dijo rechinando los dientes—, si deje que mi hermano se quedará a cargo de la empresa en todo este tiempo fue por lástima -el viejo me mira con una sonrisa malvada.

"Dichoso testamento..."


—Estoy segura que cuando se lea el testamento estarás llorando, así que mejor no digas cosas que al final pueda que te arrepientas —le interrumpo antes de que hable algo más—, además si papá cree que soy la correcta para manejarla, creó que esta demás leer por el momento ese testamento.

—No importa lo que tú digas, ustedes las mujeres son muy entró metidas, antes las chicas a tu edad estaban con sus maridos en casa —Sí, me olvidaba comentar que él era un hombre muy machista y de la antigua era.

—Si la prensa te escuchara estarías perdido —dije cruzando mis brazos.

—Dejen de pelear —hablo Donaban.

—Concuerdo contigo, es mejor que Prosigamos a leerlo entonces —sugirió un ejecutivo— es para eso que esta el abogado aquí.

Donaban se levantó de su asiento dirigiéndose a un lugar en específico.

—Me parece perfecto —dijo Donaban acercándose a un señor de cincuenta años—. Él es Morgán, el abogado a cargo de la herencia de los Smith, tu tío lo trajo para que se pudiera aclarar todo de una buena vez aunque tu padre dijo que confiaran en él contigo a cargo pero debido a la mayoría de votos para permitir que se leyera el testamento, fue correcto llamarlo.

—Entonces es mejor que comencemos —dijo Morgan-; señorita será mejor que tome asiento —con un leve asentamiento acerque la silla cerca del abogado.

El señor empezó dando inicio con los derechos del heredero entre otras cosas, hasta llegar la parte más importante de todo: la carta donde el abuelo dejaba sus últimas exigencias con la empresa.


Él había dicho que cuando mi padre muriera o decidiera dejar la empresa, por ley se tenía que leer esa carta, lo estipuló cuando se leyó por primera vez la repartición de bienes.

Para ese entonces él me había dejado una casa en New York y un poco de dinero para que pudiera seguir mis sueños como modelo, con toda seguridad puedo decir que es la única persona que confió en mí cuando decidí ser modelo profesional aunque sólo fuera un pasatiempo.

Mi verdadera vocación era la empresa...


dieciocho de enero del dos mil diez —empezó a leer la carta en voz alta- espero que esta carta se haya tardado en abrirse, si esto es así, lamento la perdida de mi apreciado hijo y si él sigue aún vivo, decidiendo jubilarse me alegro por él —mi tío bufo y riño en voz baja un "maldito" se escuchó de su parte—; admito que me llevó muchos días el poder redactar esta carta, pues bien he de saber yo lo duro que es tomar decisiones inmensamente importantes, dirigir una empresa no es nada fácil.

Yo sabía que tenía que dejar un momento dado este mundo, es algo que pensé desde que tome el cargo hace ya tanto tiempo, a veces tiraba la toalla pero miraba la cara de mis hijos y sabía que tenía que luchar por ellos.

Fue un graba error, perdí los mejores momentos a sus lados es por eso que la persona que tiene que manejar esta empresa debe de ser alguien dedicado, tanto a su familia como al trabajo, por eso creo que la persona adecuada para obtener el cargo es mi nieta mayor Jaén, aunque ella aparentara ser una persona fría, sé que en el fondo tiene un gran corazón.

Ella tomará todo, pero hay una condición, tiene que tener un núcleo familiar completo para así dar fe a todo lo que he dicho en esta carta.

Un hijo propio, un esposo y mucha dedicación.

Desde el otro mundo Darren Smith.

— ¡¿Qué?!

Lamento la tardanza, ya estoy de vacaciones así que ya estoy empezando a escribir capítulos, tengo muchas ideas.

Me gustaría que votaran y comentará mis frívolas/os.

Les quiere ©Magbia.


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