El reflejo de una luz blanca hace que mis ojos se abran poco a poco, parpadeo un par de veces para poder acostumbrar la vista abrazando más la almohada provocando que mi cabeza se hunda más, es en ese preciso instante que analizó la situación de lo que está sucediendo a lo que reacciono sentándome bruscamente en la cama, mi cabeza empieza a doler como si algo la perforara internamente, vagos recuerdos llegan.
El lugar en donde estoy sin duda alguna no es mi casa, las paredes son grandes ventanales cubiertas por cortinas, una de ellas se encuentra destapada aunque es la única iluminando todo el lugar, mi vestuario es de tan solo una camiseta gigante de hombre y siento que mi boca sabe a pudrición.
Escucho sonidos sobre los ventanales cubiertos, las cortinas empiezan a elevarse hasta desaparecer dejando al descubierto un enorme patio con una piscina ocupada por alguien nadando, la curiosidad hace levantarme de la cama enrollándome sobre la manta para protegerme del frío.
Al abrir la puerta dejo que mis oídos se llenen por la naturaleza y el sonido del agua al chocar, respiro fuertemente mientras me acerco a una silla cerca de la alberca. Pasan cinco minutos cuando se da cuenta de mi presencia, se detiene poco a poco y empieza a salir dejando su cuerpo desnudo a la vista, vaya.
―Lamento si las cortinas te despertaron ―habla él mientras se acerca con su atractivo y caliente cuerpo―, están programadas para elevarse a las seis los días de semana pero tal parece que hoy no iremos.
―Por supuesto ―son las únicas palabras que salen de mi boca, nunca en la vida me comportaba como una boba delante de un hombre pero ahora me sentía como eufórica, caliente y a la vez demasiado nerviosa―, además creo que necesito saber lo que paso anoche.
―Tú y yo tuvimos sexo, caliente, duro y muy excitante ―Mi estado claramente es un estado de impactada.
―¡¿Qué?! ―de seguro debe de estar bromeando, si hubiéramos tenido algo lo hubiera recordado, será que tras tres años de celibato se me haya olvidado el placer que se siente al...
Empieza a reírse como loco mientras cae de espalda sobre un asiento frente mío: ―Solo mira tu cara, es broma, jamás me aprovecharía de una indefensa y desesperada borracha.
―Desesperada tu madre ―me levanto molesta del asiento con el claro objetivo de pegarle pero él es más rápido agarrándome de mis brazos haciendo que me siente sobre su desnudo cuerpo.
―No lo creo, de seguro mi padre la ha de satisfacer muy bien.
―Suéltame, Donaban ―me retuerzo para soltarme pero me tiene muy bien agarrada.
―Deberías de agradecerme, te salve de irte de ese bar con Ryan, creo que él no te hubiera tratado como se te merece.
―Si me hubieras tratado bien no me hubieras visto desnuda ayer en la noche ¿Había necesidad de hacerlo?
―Claro que sí, mientras me preocupaba de que no te ahogaras con tu propio vómito, tú hacías el trabajo sucio de bañarte sobre el ―iugh, por primera vez en años siento que mi cara está muy caliente y no es de excitación―, Y ahora sin ofenderte me harías el gran favor de agarrar un cepillo de dientes sin usar del baño y lavártelos porque la boca te apesta a mierda.
Sin dejar que diga más logro soltarme de sus garras y salir corriendo hasta encontrar un baño mientras él grita "la puerta de la derecha"
•••
Sentada en el comedor de mí enemigo, recién bañada y solo con un albornos en mi cuerpo, lo observo comer huevos florentinos.
―Creo que lo que hiciste ayer fue muy infantil ―suelta el tenedor haciendo que se estrelle sobre la fina porcelana del plato―, acepta mi propuesta, viviríamos aquí en mi casa, es muy grande además, solo tú y yo sabemos de su existencia.
―Si es así, ¿Por qué sigues en la casa de papá?
―Él me lo pide ―le creo, siempre ha preferido tener un chico en casa―, Te prometo que si me aceptas como marido eso cambiara porque me tendrás aquí en casa y te tratare como una reina.
―¿Qué es lo que quieres a cambio? ―directa al grano―, insistes e insistes pero aún no hablas sobre porque lo haces.
―Quiero solamente un quince por ciento de las acciones, además de seguridad económica para mis padres.
―Se te debería de caer la cara de la vergüenza, siempre has tenido seguridad económica e inclusive, él abuelo si no me equivoco te dejo una suma fuerte, eso que no eras su nieto.
―Ese dinero fue ocupado para algo más importante ―su voz tiembla, por lo que disimula bebiendo agua.
―¿Mantener a la holgazana de Abby y su hijo? ―Hablo molesta, no son celos, es claro que estoy molesta por que ha desperdiciado el dinero de mi abuelo en quien sabe que cosas.
―Respeto, Jaén. Mejor no hables si no sabes lo que sucede en realidad ―habla verdaderamente enojado―, termina tu comida.
―Tu desde un principio querias hablar de esto, no te molestes.
―Pero no habia necesidad de sacar a Abby ―ambos volvemos a comer en silencio hasta que el vuelve hablar―, te conviene casarte conmigo
Yo me rio como si hubiera dicho una broma, pero en el fondo sé que tal vez tenga razón, él me podría ayudar como una mano derecha aunque sé que no debo confiarme ni bajar la guardia.
―Prometo que lo pensare.
Sé que es corto pero era el que subiría el jueves de la semana pasada, por motivos de viajes y vacaciones no pude subirlo pero aquí está, quedara como si fuera el capítulo de los martes.
Gracias por leer, me encantaría que comentaran y votaran.
Les dejo al guapo de Donaban en su fase más sexy
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Frívola
Literatura FemininaLo que viene a continuación pueda que no sea el típico cliché, pero ¿Quién lo sabe? Todo pasará como el destino lo quiera, al menos que el karma lo pague conmigo por mi borde actitud o mis sucios y viles trucos. Yo Jaén, dejare tentar al destino...