Capítulo 16

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Despierto gracias al despertador, son las tres de la mañana y en una hora tengo que estar en el aeropuerto familiar, Donaban sigue dormido por lo que intento no hacer mucho ruido, media hora después estoy lista con mis cosas para salir, no llevo ni una pisca de maquillaje pero por alguna rara conspiración del universo me veo muy bien.

Miro a mi marido que esta vez ha cambiado de posición en la cama, esta boca abajo abrazando una almohada, la sabana se ha movido muy debajo de su trasero por lo que lo cubro en ese momento mi teléfono empieza a vibrar, es Ryan. Miro por última vez a Donaban y salgo del cuarto.

―Ya estoy afuera de tu casa

―Salgo en un minuto ―Cuelgo

Afuera de casa sigue lloviendo por lo que Ryan sale del automóvil con un paraguas para resguardarme del diluvio. Ya adentro el acomoda mi maleta atrás y enciende la calefacción.

―Esto es realmente malo, ¿Crees que el piloto quiera viajar con un clima así? ― dice poniéndose su cinturón y arrancando la camioneta de la empresa que se le fue dada al ser contratado.

―Tendrá que hacerlo, Fabricio no es de las personas que espera, más cuando se trata sobre asuntos de Luciano. ―enciendo mi teléfono y prosigo a mandar mensajes de trabajo mientras hablo.

―Por lo que me dijo Estela, tú y Luciano son buenos amigos desde la infancia.―habla después de un cómodo silencio.

―Tú y Estela hablan mucho ¿verdad? ―miro su perfil que está muy concentrado viendo la carretera, él sonríe pícaramente y voltea a verme.

―Estamos viviendo en un piso juntos, tu padre está muy cabreado por eso aunque yo sé que los dos lograremos mantener esta relación estable además no le hemos pedido ni un solo centavo.

―Yo creo que están haciendo las cosas demasiado rápido, deberían de esperar, pero, no me meteré, no soy la persona correcta para meterme en su relación. ―miro la ventana empañada llena de gotas de lluvia ―Cuenten con mi apoyo, Estela dice que no la quiero pero yo la amo, aunque me saque de quicio.

―Aprecio saberlo.

―Y si, Luciano es uno de mis mejor amigos solo que en estos últimos años nos hemos distanciado, así que creo que esa persona ya no se le considera mejor amiga.

―Estoy de acuerdo contigo, ahora son como conocidos constantes.

―Exacto.

En el viaje hablamos de otras cosas hasta que llegamos al recinto donde un avión privado nos esperaba con un piloto y azafatas listas para el despegue. En las dos horas que tardamos para llegar a Florencia, Ryan y yo arreglamos asuntos del trabajo.

Es la siete y media en Italia por lo que en Londres son apenas las seis y media, no he recibido ningún mensaje por parte de Donaban. Prefiero pensar que sigue durmiendo a que simplemente no le importa. Porque saben, aunque esto sea un matrimonio planeado y diga que no me importa, al final siempre a uno de mujer muy en el fondo si le importa. Bastardo.

―El señor Fabricio envía las llaves de la casa de huéspedes, también dijo que programo un almuerzo en el Palagio ―un mozo se acerca con una bandeja de plata que es en donde están puestas las llaves.

―Gracias.

Nos despedimos de él, luego entramos al carro que nos está esperando para llevarnos a nuestro destino.

Al llegar a la casa de invitados decidimos tomar una pequeña siesta, a las once y media estamos de nuevo en pie para tomar camino al restaurante. En un sector privado del lugar nuestro anfitrión nos recibe con su hijo al lado.

―Pensé que vendrías con tu esposo ―dijo Luciano mientras observaba como tomábamos asiento.

―La empresa no puede quedarse sola.

―Es una verdadera lástima, un hombre siempre tiene que estar al lado de su mujer y nunca dejarla sola, más si es con su asistente ―Sugiere esta vez Fabricio, su padre.

―Disculpa por refutarte pero creo que ese tipo de pensamiento es de la vieja escuela además que en mi matrimonio existe la confianza entre ambos y el respeto. ―dije mientras leía la carta de comida.

―Yo pienso igual que mi padre, no sé porque te casaste con ese hombre bueno para nada, siempre fue un parasito en tu fam... ―Luciano abrió la boca mientras el mozo serbia el vino.

―¡Calla! ―lo interrumpí fuertemente―, estás hablando de mi marido así que te pido le tengas respeto, no tienes ningún derecho al hablar así de él cuando tú eres peor.

―Estás loca, yo soy alguien respetable...

―Ustedes los hombres arreglan las cosas acusándonos de locas cuando en realidad tenemos la razón, tú te crees muy respetable cuando en realidad eres una vil rata que hace un mal a la sociedad con su polvo blanco ―era el momento de sacar a relucir lo del encargo.

―Bueno parece que es hora de ir al grano ―susurro Fabricio, Trono los dedos y las cortinas que estaban hacia un lado de la zona privada se cerraron sirviendo como una puerta para alejarnos del exterior. Ryan me miro asustado, era su primera vez en una reunión como esta, él se tendrá que acostumbrar.

―Si así lo quieres. Mi asistente Ryan anotara todo lo que se diga aunque sabemos que nada saldrá de aquí ―hice una seña a Ryan para que empezara anotar todo lo que hablábamos, esto serbia para recordar todos los puntos que se abordaban, a veces era difícil cumplir las cosas que se dicen pero al estar ya escritas era una cosa distintas―, el grave error que cometí antes de irme de luna de mil no lo volveré a cometer, se aprovecharon de mi confianza.

―Uno nunca tiene que bajar la guardia Jaén, esta es mi primera enseñanza ―Fabricio escupe las palabras con diversión― Tan feliz que estabas por tu luna de miel por lo que ni siquiera se te paso por la mente tener a alguien que escribiera el trato.

―Dijiste que eran unos gramos y que pera una trampa, no que mandarías kilos y kilos de esa mierda

―Las damas no dicen malas expresiones.

―Pues de ahora en adelante no soy una dama delante de ustedes, pareciera que tuviera que comportarme como un hombre para recibir su respeto, por eso he decidido quedarme dos meses en los negocios para demostrarles que si puedo.

―Yo pienso que una mujer no puede llevar las riendas de un negocio tan importante, porque crees que en la revista Forbes nunca aparece una mujer en el puesto número uno, es porque siempre se dejan llevar por sus sentimientos, hasta no ver no creer. ―Hablo Fabricio con mucha seriedad―, unos kilos de polvo son una nada para los grandes empresarios, ellos tienen mucho dinero por que hacen cosas aún más peores, cosas que tu abuelo y padre también han hecho, no se puede llevar una empresa limpia porque puede que te deshaga de una persona que la pueda ensuciar pero luego llega otra y después otra y así sucesivamente y si no es eso, es la crisis económica. Todo se maneja con corrupción, ese es el mundo de los empresarios exitosos. Es hora que despiertes y disculpa por ser yo el que te ayude a despertar.

Disculpen si es un poco aburrido pero es que este capítulo es muuy largo e intentare subir la otra mitad el martes (tal vez antes)
Gracias por leer y comentar, también disculpen si aveces no contesto, pero si que las leo y trato de contestar, muchas gracias por ser tan paciente conmigo, prometo que muy pronto empezare a editar, sé que es molesto leer sin edición. Muchos besos a todos/as.
Les quiere Magbia.

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