Capítulo 9

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Tres meses después...

Algunos nos hacemos preguntas como: ¿Por qué la vida es injusta?, pero si nos ponemos a pensar que si la vida fuera tal y como nosotros quisiéramos que fuera; el vivir no tendría absolutamente nada de gracia.

Luchar, todo el mundo lucha, lucha por sus ideales, lucha por lo que es correcto, lucha por sí mismo. Entonces, ¿Por qué lucho yo?

―¡Estas guapísima! ―la voz de mi madre me hace sobre saltar, la observo pasar al dormitorio en el reflejo del espejo donde observaba mi aspecto.

―Gracias, mamá ―Le sonrió y vuelvo a mirarme, sin duda alguna luzco guapa como siempre, aunque todo esto sea una mediocre farsa no significa que luciré como una perdedora en este "fabuloso día".

―Vamos, nos esperan abajo ―ella sale de mi vista antes de que diga algo, suspiro y recojo mi vestido para no pisarlo, estoy lista.

Salgo del cuarto caminando por los pasillos de la casa de mis padres, todo luce silencioso a comparación con el ruido que de seguro ha de hacer afuera, me acerco a las gradas en forma de caracol y empiezo a bajarlas poco a poco, al final de estas se encuentra mi padre quien me mira nostálgico pero aun así luce una gran sonrisa.

―¿Estas lista? ―dice el ofreciéndome su mano la cual agarro.

―Siempre ―le regalo mi mejor sonrisa.

Mi hermana da algunas órdenes a unas chicas para que me ayuden bajar sin ningún problema, mi tía llega a desearme lo mejor por quinta vez en esta ocasión, luego agarra a sus nietos para prepararlos a la entrada del recinto, suspiro una vez más y esta vez empiezo a escuchar la música de entrada.

Los pequeños son los primeros en entrar, luego las chicas y por ultimo yo, es ahí cuando la canción cambia por la marcha nupcial; aprieto fuertemente la mano de mi padre y él solo me la besa por inercia.

El jardín luce un hermoso camino rodeado por pétalos de rosas blancas, las personas se encuentran de pie, puedo observar socios, amigos y familiares, si miro un poco hacia al frente puedo observar a Ryan que se encuentra con su matinal sonrisa que alegra a todos el día, sus tatuajes están cubiertos por un esmoquin negro a la medida, el me guiña un ojo como gesto de burla, desvió la mirada de él.

Esta vez mi atención se concentra en la única persona con la que tendré aprender a convivir, mi futuro marido y compañero de mentiras, mi todo enfrente de las personas y mi nada en la vida real.

Él luce un esmoquin blanco, su barba recién cortada y sus blancos dientes en forma de una sonrisa, la sonrisa de la victoria.

Mi padre me entrega a él con un "cuídala" de su parte, el acepta con gusto mi mano, yo le regalo una sonrisa, el padre empieza hablar y yo observo discretamente mi alrededor, todos lucen tan contentos por nuestra boda pero si tan solo supieran que esto es una farsa que inventamos Donaban y yo hace dos meses absolutamente no nos creerían.

―Donaban Morris, ¿Aceptas a Jaén Smith como tu legitima esposa para amarla y respetarla durante... ―dejo de escuchar todo lo que dice porque mi cabeza empieza a dar miles de vueltas― ¿Señorita?

―¿Qué? ―reacciono de mi trance y todos me miran perplejos.

―¿Acepta a Donaban Morris como su esposo? ―todos empiezan a murmurar.

―Claro que acepto ―digo con una de mis mejores sonrisas a la vez que lo beso por primera vez en la vida, sus labios son suaves y gruesos, siento que abre un poco más su boca para poder agarrar mi labio entre sus dientes, es el momento que decido alejarme para poder ponerme mi sortija.

•••

―¿Qué diablos fue eso Jaén? ―Donaban y yo vamos en la camioneta de recién casados hacia la recepción.

―¿El qué? ―me encuentro en el celular moviendo reuniones para dentro de dos semanas porque estaré de luna de miel con mi marido.

―El beso, chica, el beso ―habla frustrado mientras afloja su corbatín.

―Somos esposos ¿Qué es lo que esperabas? ¿Qué te diera un piquito y luciera como una santa virgen como tu Abby? Te recuerdo que ella no es santa porque se metió con quien sabe qué tipo y la a dejado...

―Ni se te ocurra hablar Jaén, tú no sabes nada ―tapa su cara entre las manos.

―Porque tú no me cuentas ―digo destapándoselas―, ahora que soy tu esposa hay que actuar muy bien y tratarnos de llevarnos mejor, seremos un equipo ¿Qué te parece?

―Como tú quieras, solo no te metas mucho en mis asuntos ―abre la puerta de su asiento, yo me hundo en mi asiento pensativa para luego sentir como la puerta de mi lado se abre y mi marido me recoge en sus brazos por lo que me causa mucha gracia.

La gente afuera nos tira arroz y toma fotos del momento, luego entramos a la recepción y empieza la fiesta hasta que uno se agote.

―Felicidades chicos ―Ryan, algo bebido se acerca con mi hermana a felicitarnos, hace un mes que son novios por lo que he tenido que tragármelo en la empresa y aceptar su cargo como mi nuevo asistente aunque este sea un entrometido en mi vida.

―Gracias, ¿podrían regalarme un momento a solas con mi mujer? ―Donaban agarra mis manos delicadamente para salir de allí.

―¿Qué es lo que pasa? ―Digo mientras entramos a la pista de baile.

―Solo quiere un momento a solas para que reflexionemos lo que estamos a punto de hacer ―yo también quería eso, ambos bailamos silenciosamente mi vista esta fija en las mesas de recepción al fondo puedo ver una silueta ya muy reconocida, Abby.

―¿Qué hace ella aquí? ―digo mientras me separo bruscamente, mirándolo sin creer que había invitado a su amante― Creí por un momento que existía respeto entre nosotros dos, pero ya veo que eso nunca existirá ―me alejo de la pista muy enojada hacia Abby, agarro una copa de vino de una mesa y se la tiro en su cara.

―Jaén, no lo hagas ―dice un molesto Donaban pero ya es tarde.

―Por los viejos tiempos ―es lo único que digo― más vale que te vayas y no vuelva a ver tu gordo trasero por un buen tiempo, él ahora es mi marido, búscate el tuyo.

Me alejo hacia el tocador de damas sin ver hacia atrás, pueda que estos meses me haya calmado un poco pero no dejare de ser una fría bruja como lo fui, lo soy y seré siempre.


Hello, si, lo sé, sé que llevo tres semanas sin actualizar pero he vivido la experiencia de mi primer trabajo, han sido unas semanas muy duras pero hoy fue mi día de descanso, admito que he cambiado este capítulo tres veces, muchas gracias a esas personitas bellas que han votado y comentado, los jamo.

Saludos para los que me siguen en mi blog de Amino sobre libros que ya muy pronto estaré actualizando.

Magbia.


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