Frívola

Prólogo

Jaén Smith es mi nombre, soy una mujer de veinticuatro años que le gusta llevar las riendas del control.

Jamás tuve un pasado oscuro como las típicas novelas, tampoco soy la buena de la historia, no me gusta ser débil así que si en algún bando estoy, me correspondería el de los malos.

Amo el dinero, amo la vida buena y amo lo que tengo.

Mis padres siempre me lo dieron todo, amor, cariño, comodidades, estudio, familia.

¿Qué más podría pedir?

―Jaén, la sesión de fotos será en tres minutos ―mi asistente interrumpe el tiempo de meditación en el que me encontraba.

―Te he dicho miles de veces que toques la puerta antes de entrar ―me levanto del cómodo sofá blanco de mi camerino―, antes de irte trae una botella mineral para mí y de paso avisa al fotógrafo que saldré en doce.

―Si señorita Smith -antes de marcharse vuelve hablar―, señorita, el joven que le ha marcado desde ayer sigue insistiendo en comunicarse con usted ―la chica demacrada salé de mi vista por lo que aprovecho acercarme a mi bolso y sacar mi teléfono.

Lo desbloqueo para después pulsar la opción de marcados recientes, uno, dos y a la tercera pulsación alguien contesta.

― ¡Jaén! ―la voz masculina eriza mi piel al escucharla- te he estado hablando desde ayer.

―Donaban, ¿Que sucede? ―le pregunto al odioso mejor amigo de mi hermana.

―Tu padre... ―él hace una pausa dramática por lo que me pone nerviosa- él ha caído en cama y quiere que vengas urgentemente a Londres.

Y aquí es donde mi verdadera vida apenas empieza.

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