14. Así empezó el show

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Tanto planear... Tanta preocupación... Y terminé descuidando la razón de ser de este evento: Jerome Delmar, el famoso diseñador de modas canadiense que, por extraño que parezca, estaría aquí en Royal Woods.

¡Y yo aquí, perdiendo el tiempo mientras Stuart ya lo había previsto todo!

Empecé a buscar al metiche, pero no lo veía por ningún lado. Unos minutos después, apareció elegantemente vestido, con un traje color plomo, corbatín azul pastel y una camisa blanca. Juraría que Gil DeLily viste así a veces. Estaba parado frente a los asientos de la primera fila, justo frente a algunos a los que les había colocado un rótulo de "RESERVADO".

—¿Algún problema? —preguntó Stuart al notar que no dejaba de verle el corbatín.

—Se te posó una mariposa en el cuello —le dije por alguna razón, invocando el poder de Luan. A él no le causó gracia en absoluto.

Tras un rato después estando paradotes, el rostro del director del evento cambió. Vio a alguien entrando al centro comercial. Un hombre bajo, de piel oscura, cabello escaso y decolorado y una pequeña barba de candado. Vestía un saco sport amarillo y una bufanda blanca. En pleno verano. Fue entonces que supuse que el invitado de honor había hecho acto de presencia.

—Miren quién se acerca —comenté.

—Yo me encargaré de aquí en adelante. No es conveniente que se lleve una mala impresión de este evento.

—Por eso me quiero encargar yo. Creo que sé mejor que nadie lo importante que es todo esto para Leni.

—Y en cambio yo sé mejor que nadie lo que es importante para Delmar. Con tu permiso —respondió con altanería y avanzó hacia el diseñador. Yo hice lo mismo. No iba a dejar que este fulano me superara en nada. Al sentir que lo seguía, Stuart empezó a acelerar el paso, y yo hice exactamente lo mismo.

Fue curioso notar que el señor Delmar venía comiendo un corn dog. Quizás supuso que no habría bocadillos en el evento. ¿Nos subestimó? ¿O de verdad le gustan tanto los corn dogs?

Stuart lo saludó primero, pero yo no iba a perder el protagonismo.

—¡Señor Delmar! Muy buenos días. ¡Bienvenido sea al...!

—¡"Oro Puro Fashion Show"!

—El mejor...

—...Show...

—...de modas...

—...del mundo ¡MUNDIAL!

—¡Rayos, Loud!

—Pase adelante, por aquí...

—...Tenemos un asiento para usted.

Y ambos le tomamos un brazo al mismo tiempo.

La expresión en el rostro de Delmar cambió de confundida a irritada.

—¡Suelténme! —protestó.

Ni siquiera había terminado de decir esa frase cuando, de forma repentina, un muchacho de unos quince años, anteojos oscuros y un vestuario idéntico al de Delmar se puso frente a él, como protegiéndolo de nosotros. Se veía casi amenazante.

—Tranquilo, hijo —comentó Delmar —Son molestos pero no son un peligro.

—Siento mucho el que este joven lo haya incomodado —dijo Stuart, dirigiéndome una mirada muy fría por unos segundos —lo mejor será que pasen por aquí. Está apunto de comenzar el show de modas, y espero que sea de su total agrado.

—Yo también lo espero. ¿Y tú, hijo?

El chico asintió en silencio. En eso, Lynn y papá se acercaron, solo que ahora lucían unos gorros muy extraños... Parecían cupcakes.

Oro PuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora