22. Pasión

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¿Esto es una broma? ¿Qué rayos hace Mizu-chii aquí? ¿Y quién será ese hombre que está con ella?

Lo repetiré una y otra vez: Esa escultural mujer, con sus magníficas curvas, su vestido blanco corto y su cabello rojo, era lo peor que me pudo haber pasado en la vida. ¿Por qué? Simplemente porque ella es la traición encarnada. ¡Solo por eso!

La mezcla de sorpresa y rabia que sentí al verla estaba a punto de hacerme gritar cuando Stuart me tapó la boca.

—¡Silencio, te dije! ¿O quieres que nos descubra? —me regañó él con severidad. —Lo que menos necesitamos ahora es que su presencia nos altere. Hay que estar siempre preparados para confrontarla.

El hombre elegante y ella sonrieron a la recepcionista para luego despedirse y dirigirse al otro pasillo. Fue hasta entonces que Stuart me quitó la mano.

—¿P-pero qué rayos está pasando? ¿Qué planea hacer esa mujer aquí? —pregunté alterado. Segundos después, formulé la pregunta clave: —¿Acaso... Tú sabías algo de esto?

—Era justo eso lo que te iba a contar antes de que la viéramos. No miento.

—Okey... Adelante.

El ex metiche guardó silencio por un instante.

—Leni también lo sabía. Fue por eso que vino hasta aquí.

Iba a lanzar otro grito de sorpresa cuando me tapó la boca de nuevo.

—¿Quieres guardar la calma? Voy a ser breve, para que dejes de sobresaltarte como loco.

Carraspeó y prosiguió.

—Yo sabía de la existencia de este evento, dedicado a futuras estrellas del diseño, por tener tantas amistades en el mundo de la moda. Delmar nos invitó gracias a mis hábiles gestiones. ¿Y a qué se debió mi interés? Fue tras recordar el ensayo general, cuando mencionaste que la japonesa estaría primero en Chicago.

—¡Es cierto! Ella mencionó en un videochat que iría a Montreal después de Chicago. Lo había olvidado.

—Pues gracias, "amiguito". Tuve que buscar a una conocida que trabaja en la organización del Festival de la Moda para confirmar si una tal Mizuki Yawara, el nombre que aparece en los correos, participaría en este certamen.

—¡Oye! ¿Cómo obtuviste los correos?

—Se los pedí a Lisa, y me los facilitó de inmediato. Me hizo jurar que le diera una lección a la bastarda... Y me dijo que no mencionara que usó esa palabra.

—Ya lo hiciste, "amigote".

—Como sea. El punto es que sí apareció como participante. Luego tuve un videochat con Leni. Estaba bastante triste y desanimada... Nada de lo que le mostraba o le contaba parecía animarla, incluso me confesó que ya no deseaba seguir con "Oro Puro". Fue entonces que se me ocurrió invitarla a un café y... Preguntarle si lo que quería para estar feliz era... Vengarse.

Me quedé sin habla por unos segundos. Giré la vista, y vi a mi hermana hablando animadamente con las dos modelos.

—Pero... ¿Qué dijo Leni?

—¡Eso la animó! Empezó a decirme que la japonesa era la culpable de todo y que por su culpa tú habías sufrido. Que merecía un castigo. ¡Leni quiere de verdad confrontarla! Es más, me hizo prometer que no te lo contara nunca. He roto su promesa porque estoy consciente de que no es lo correcto.

Una voz melodiosa nos interrumpió.

—¡Liiiiinky!

Mi preciosa hermana me hacía señas para que fuera a su lado.

Oro PuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora