Hospital

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Me desperté en el hospital. Ya era de día, pude ver la cabeza de Peter acostada a mi lado, llorando en mi mano. Al abrir los ojos él la soltó y corrió el cabello de mi rostro con cariño. Miré con confusión al no tener recuerdo alguno de lo sucedido.

-¿Alex?-preguntó.

-¿Qué sucedió? ¿Dónde están todos?

-¿No recuerdas nada?

-Recuerdo haber vuelto del departamento de Nick, pero después...

-Se la llevaron.-dijo tratando de mantener la cordura.

-¿Qué? ¿De qué hablas?-pregunté tratando de no aceptar el hecho de saber de qué se trataba.

-A Melissa, Alex. Se la llevaron. 

-No...No, no puede ser verdad.-comencé a decir.

Agarró mi mano y la besó mientras dejaba caer sus lágrimas. 

-Lo sé, cariño. Yo tampoco lo pude creer.

-¡Dime que estoy soñando! por favor...-sollozaba.

-Lo sé...

Lo abracé y lloré a los gritos en su hombro. Podía ver a los doctores del otro lado mirando la situaciones, sus rostros mostraban compasión, lo cual hacía parecer todo aun más real.

-Tus padres están en camino desde Washington. Charlie está afuera,  Adam y Nick están atascados en el tráfico.-dijo.

No respondí.

-Alex...debo irme.

-No, por favor.

-Quiero estar solo por un tiempo. Por favor, Alex, déjame ir...

-No me dejes sola, Peter. Te necesito, por favor, no me abandones.

-Lo siento, cariño. Adiós, cuídate.

Se alejó de mí y me dejó sola en la habitación, llorando y gritando. Me agarré de los pelos y tiré de ellos. Me recosté y lloré sobre mi almohada, esperando la llegada de mis padres. Respiré profundo varias veces para poder buscar tranquilidad y aferrarme a ella, pero no la encontré y aquellos momentos en los que las noticias nombraban el nombre de Melissa la respiración se cortaba para poder dejar entrar las lágrimas.

Charlie entró.

-Hola, preciosa.

No respondí.

-Te traje comida, ¿Quieres?

No respondí.

-Creo que no.-dijo mientras acariciaba mi cabello-Eres una de mis mejores amigas, ¿Sabías? Eso significa que estaré aquí para ti cuando tu quieres, donde tu quieras. Cada vez que te sientas así, llámame y dime lo que sucede. Sin importar que sea, te ayudaré. Háblame.

Me quedé callada y ni siquiera me digné a mirarlo. Entonces el tomó mi mano y la soltó con cuidado para poder irse y dejarme sola.

Vi a todos esperando afuera, tratando de entrar. Pero les pedí  a mis doctores que no dejasen entrar a nadie. Debía estar sola. Solo dejé a mis padres, necesitaba ser una niña otra vez y que ellos me abrazaran como cuando tenía pesadillas...ya que el solo saber que mi hermana no iba a estar más a mi lado me hacía pensar que ya nada tenía sentido, que su vida había terminado y que su corazón solo viviría en nuestras mentes. Nunca podré olvidar el vacío que había en mi corazón el día que me encontré con una mente sin recuerdos de la noche en la que se la llevaron, y con las dolorosas palabras de Peter que dañaron mi corazón. Sentir aquella culpa por no impedir lo sucedido me generaba furia conmigo misma, por no poder ser valiente, por no poder ser la heroína que Melissa me creía.

¿Dónde está Melissa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora