Mary

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-No quiero decirles todavía.

-Alex, dentro de poco se enterarán de alguna forma u otra. Ha pasado un mes.-dijo Melissa.

-Por favor, una semana más.

-Alex, ¿No crees que se darán cuenta de que no vas más a la universidad?

-Tienes razón. En un mes les diré.-exclamé.

-¡Alexandra Lincolns!

-¡Melissa Lincolns!

-¿Qué está sucediendo aquí?-preguntó Peter, entrando al departamento con una bolsa del supermercado.

-Nada...Peter Duval-dijo Melissa.

- Alex, tu eres la madura aquí-Melissa giró ofendida-, dime, ¿Qué sucede?

-No estoy yendo más a la universidad y...mamá y papá no saben. 

-¿Siguen pagando?

-No, a esta instancia yo pago, pagaba mejor dicho, mis clases. 

-¿Por qué no les dices?

-Porque ya sé lo que dirán: "Hija, no puedes dejar la universidad. No lo podemos creer, por favor dinos por qué la dejaste, todavía tienes tiempo para volver...bla, bla, bla..."

-Cuando yo dejé el profesorado mamá y papá no dijeron nada.-Melissa agregó. 

-Lo sé, pero ellos no querían que siguieras el profesorado. En cambio, su sueño es que yo siga abogacía.

-Cariño, tienes 20 años, ellos no pueden decidir tu futuro. Pero, si yo fuera tu, les diría.-dijo Melissa.

Vacilé y pensé sus palabras por un momento.

-Bueno, algún día lo haré. Cuando esté preparada.

Me senté en el sofá para beber un poco. Después de ayudar tanto con la mudanza me había cansado. Decidí tomarme un pequeño descanso, el cual Melissa me había negado anteriormente. Miré las fotografías en los muebles. Comencé a sentirme nostálgica, había tantas fotos de nosotras dos...No había momento que anhelaba más que volver a mi casa de la mano de mis padres o de la de mi hermana. Ya que, Melissa, por ser once años mayor que yo, se había convertido en algo más que mi hermana. Era mi protectora...

Miré a mis costados y vi la última caja. La levanté y la llevé a su cuarto. Era la última caja que estaba en la casa de mis padres, eso significaba que era la despedida definitiva. Habíamos vivido juntas toda nuestra vida. 

-Todo listo.-dijo mi hermana con alegría-Que pena que no me pude despedir de mamá y papá.

-Puedes llamarlos a Oklahoma.

-No, están trabajando. No los quiero molestar. 

Nos miramos mutuamente. Era tiempo de que me fuera.

-Debo irme. Le dije a Nick que saldríamos a almorzar...-dije con los ojos llorosos-Me debe estar esperando...Adiós.

-Espera.-Melissa agarró mi mano y me abrazó-Te extrañaré mucho, pequeña. No te metas en muchos problemas. Te amo.

-Y yo a ti...

Miré a Peter y nos abrazamos también.

-Cuídala, ¿Me lo prometes?-le pedí.

-Por supuesto, cariño.-respondió éste.

Nos separamos después de unos cuantos segundos y me fui con el presentimiento de que algo había quedado allí. Pero no era un objeto, era mi hermana la que se había ido. 

¿Dónde está Melissa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora